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EL PERIÓDICO
opinión
Sábado. 5 de julio de 1980
V.Htfv
..i-oV
Tía.
Congreso
socialista
L congre«) d« kM »oclall·la* catalan«* e» un toma qu« inter«*« no
aòlo a lo« militant«*. Lm tonatone«
y lo« •nfrentamtonto· Intorno« qua viva
el PSC «n ««to« dia* «on, an gran parto,
la* tentions* y lo* conflicto« aotorrado«
de nueatra aoctodad.
En el PSC no a* ha conaeguMo la deseada amalgama entre loe hombre« y la«
mujer«* proveniente« de diferente* colectivo« político«. Laa grieta« que lo
cuartean «urgen también de diferencia*
entre naclonallataa y obrerista«, antro loa
que conciben un partido de maaaa y k»
que apuestan por un partido de cuadro*,
entre marxistas y no mandata«.
No parece malo, en principio, que
cualquier grupo político atrae «ua dlacre(Sancias interna«, que practique la catarsi« de una autocrítica feroz, atompre que
eio iirv« para au aeentamiento como
grupo y para una aportación mea coherente a la política global del pala. Lo verdaderamente lamentable, tonto para un
partido como para la comunidad «obre la
que debe actuar, ea que laa poaturaa
ideológica* •* personalicen y que la critica *e convierta en linchamiento dialéctico del oponente.
Esta« reflexione*, al filo del congre*«
del PSC, pueden estrapolane a otroa
grupo* político* en un momento en que
el pal* necesita máa «any qua rauxa. El
PSC puede y debe «er un partido armónico, en el que, a imagen y «ematoma de
otro* partido» de Europe, coextotan dl»tinta* corriente« de opinion, con una linea oNcfaf y una a/ternalfVa intoma a lo»
que mandan en el propio grupo. Y ello
lien« que ear aai porque un partido fraccionado y empequeñecido no reaponderia a laa nece*Made* y loa Intere»«» de
sus votante«, ni tampoco cumplirla el papel que de él »aperan au» rivale« pofltJco*. El pal«, en definitiva, necearla partido» con proyecto»
politico» coherente« y
no grupHoa enzarzado« en Ilo» doméatico». Eu e« la reaponlabllidad que el PSC
tiene qua a*umlr.
E
Tribuna
Corporativismo y Administración Pública
M
ARX describió el capitalismo en
la primera página de El Capital,
como un montón de mercancías.
Hoy, las sociedades occidentales no
responden totalmente a esa imagen: de
un 25 por ciento a un 40 por ciento de
este montón de productos consiste en
servicios públicos. El sector público ya
no es una pequeña isla en un océano
productivo.
Pero el centro-derecha que manda en
este país sigue considerando el trabajo
en el sector público desde el ángulo de
Marx, Adam Smith y los clásicos de la
Economia Politica. Interesadamente. Se
trata de mantener aparte el mundo de la
Administración, compensar con privilegios la ausencia de los derechos reconocidos al trabajador y ganarse asi una
casta fiel de administradores mudos.
Lo bueno es que, llegado el momento,
esos administradores reúnen tanto poder que los propios políticos en el poder
! no pueden con ellos. Es el reino del derecho adquirido sobre la voluntad de la
mayoría.
En nuestro pais no mandan hoy los
gobiernos. Mandan las corporaciones,
mandan los notarios, los médicos, los
I abogados del Estado, los altos funcio| narios -profesiones todas ellas respetables y admirables protesionalmente,
pero que, enquistadas en forma de corporación autodefensiva, constituyen
una remora insalvable para la transformación de nuestra sociedad en crisis.
En EEUU, la fe pública la da sin coste
el farmacéutico del barrio; en España,
los gastos indirectos de toda transmisión inmobiliaria -entre los que hay
que contar los de notaría y registro- se
comen un 10 por ciento de su valor,
obstaculizando las transacciones con
mucha más eficacia que el Ayuntamiento más parco en la concesión de licencias.
Un abogado del Estado puede informar favorablemente un recurso interpuesto por otro abogado contra el propio Estado o contra una Administración
Pública y nadie se parará a pensar que
este hecho, legitimo en si mismo pero
ciertamente considerable, merece una
lectura atenta y preocupada.
Pasqual Maragall
L Colegio de Médicos quiso intervenir en contra del control horario
de los médicos municipales por
parte del Ayuntamiento, con argumentos de sabor decimonónico.
E
Muchos ciudadanos avalaron esta posición, opinando benévolamente que el
Ayuntamiento no conseguiría su propósito o, con más astucia pero igual fatalismo, que asi no mejora la productividad de los servicios sanitarios. ¿No seria más lógico pensar que sin esta premisa es absurdo plantearse siquiera el
tema de la productividad?
Asi lo han entendido los directores territoriales del INSALUD en Catalunya y
los diputados provinciales que en Madrid llevan la responsabilidad de la
enorme Ciudad Sanitaria (5.000 trabajadores), interesados inmediatamente por
la medida aplicada en Barcelona.
El trabajo serio y eficiente de tantos
trabajadores y profesionales al servicio
de la Administración Pública, o en menesteres quasi-públicos, queda desdibujado por la falta de valentía de los políticos electos a la hora de crear, en sus
áreas de responsabilidad, unas condiciones de trabajo propias del mundo
productivo. Sindicalmente, económicamente y moralmente.
Hay que reconocer que muchos de
los más de 250 centros de trabajo del
Ayuntamiento de Barcelona son una cochambre indigna de ese nombre. Sillones desvencijados, vidrios rotos, sótanos con ratas y altillos desbordantes de
sosa caustica olvidada de un destino anterior del edificio (como ocurre en el
servicio municipal de la calle Pujadas)
son ejemplos no atípicos, desgraciadamente.
'NTRETANTO, el Ayuntamiento de
Barcelona, no puede consignar
una sola peseta al arreglo de esos
edificios. ¿Por qué? Porque los altos
funcionarios del Ministerio de Hacienda
no han tenido a bien, a 25 de junio, visar
unos presupuestos que aprobamos
aquí en Consejo Pleno el día-14 de mar-
E
zo. Se trata de un ritual incomprensible
y humillante para una ciudad como la
nuestra. Y lo mismo ocurre a lo largo y
ancho de este pais. ¡Ni el Ayuntamiento
de Barcelona ni ningún otro ayuntamiento democrático han dispuesto todavía de un presupuesto aprobado por
ellos mismos!
La lacra de este país es el cor. orativismo y la complacencia de las profesiones para con ellas mismas -avalada
por el enorme poder que nuestra sociedad les da para auto-regularse o influir
en su regulación.
No creo que la ley hipotecaria -que
regula la actividad de notarias y
registros- llegue pronto a buen puerto.
Se ha perdido en el proceloso mar de
los anteproyectos antes de que la Comisión parlamentaria correspondiente pudiera echarle el ojo.
Tampoco creo que Manuel Sacristán,
Cattili* dal Pino o Vicenta Navarro
puedan llegar pronto a catedráticos extraordinarios. El Consejo de Rectores es
quien decide en última instancia.
Habría que pedirles —exigirles si es
preciso- a los profesionales, que actuasen en tanto que profesionales, no
en tanto que profesiones. Que se agrupen y actúen en el seno de las organizaciones de defensa de los derechos de
los trabajadores y que se organizan
aparte, colegiadamente, lo hagan con el
fin de hacer valer las razones de su
ciencia; no las de su poder táctico.
Y habría de exigírsenos a los políticos
que actuásemos de modo que nuestro
respeto por las situaciones establecidas
no llegase al extremo de cerrar los ojos
a la realidad descrita.
Estoy convencido que a este pais le
hace falta una buena dosis de ingenuidad y buen sentido -de ingenuidad militante, dispuesta a resistir- y le sobran
toneladas de cinismo y benevolencia.
¿Qué puede decirse, qué dirá la historia, de un pais que puede inscribir en
sus banderas el lema «no hi ha un pam
de nei»?
Peeovaf «erase*. EconomtoU. Primer tant
de alcalde del Ayuntamlenlo de Barcelona.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
08. Tinent d'Alcalde
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1979-1982
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació emanada de l'exercici de Pasqual Maragall com a Tinent d'Alcalde de Barcelona.
Dublin Core
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Title
A name given to the resource
Corporativismo y Administración Pública
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1980-07-05
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Administració pública
Espanya
Ajuntament de Barcelona
Source
A related resource from which the described resource is derived
El Periódico de Catalunya
Provenance
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