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CONFERENCIA DE PASQUAL MARAGALL>
Cercle Financer, 30 de novembre de 1998
[INTERVENCIÓN DE PASQUAL MARAGALL]
Muchas gracias, Josep Vilarasau. Señor presidente, señor presidente del
Cercle Financer. Gracias a todos por estar aquí hoy, por su compañía esta
tarde, en la que además hay tantas conferencias en Barcelona. Me han dicho
que hay tres o cuatro muy importantes: está Herrero de Miñón, está [Salima
Ghezali], creo, que es una periodista argelina espléndida, que se merece
mucha atención, además. Pero gracias sobre todo a vosotros por haberme
invitado y permitirme hablar de la «propuesta catalana», como me gusta
llamarla. Propuesta catalana que, efectivamente, es una propuesta federal y
que tiene un contenido económico, pero no sólo económico.
Desde que, con Isidre Fainé, hablamos de esta conferencia, han pasado
algunas cosas. Y esto hace que tal vez el contenido numérico de esta
conferencia quede un poco rebajado. Porque se ha hablado tanto de números
que, probablemente —no digo que la hemos pifiado— pero probablemente en
este momento hay demasiados, y será mejor dejar enfriar las cuestiones, pedir
a quien tenga que darlas que dé todas las cifras que hay que tener para poder
discutir de estas cuestiones con sensatez. Tengo entendido
que el
vicepresidente Rato tiene que dar las cifras de carácter fiscal y de balanzas
fiscales, no sólo de Cataluña, sino de todas las autonomías, en un plazo
relativamente breve, suponemos que dos o tres meses. Esperemos a que lo
haga y entonces discutiremos las cifras con más intensidad. Pero no tengan
miedo, porque ya hablaremos del núcleo de la cuestión.
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�Yo, estos meses, desde que hemos vuelto de Roma, me he movido
evidentemente por Barcelona, pero también por toda Cataluña. En Barcelona
he hablado mucho con empresarios y fuera de Barcelona también. Algunas de
las caras que veo aquí las he visto recientemente; no todas, evidentemente,
así me gustará veros a todos más en la corta distancia, que es cuando
seguramente la gente se franquea más. Pero muchas caras de hoy las he
visto. Espero que seguiré viendo más. Y, sobre todo, he descubierto un mundo
un tanto nuevo para mí, que es el mundo de la Cataluña interior: de los
emprendedores, de los agricultores, de los payeses, de los porcinos, de los
regantes, de los ganaderos, de la gente de la montaña, del Pallars, del Ebro,
etcétera.
Y aquí he sacado un poco la conclusión de que Cataluña, en este
momento, está con un síndrome de ansiedad, yo diría. No sólo de
preocupación, que también, que es lo que se suele decir: «el país está
preocupado». No es exactamente preocupación; es ansiedad, que es una
mezcla de preocupación y de expectativa positiva. Es aquella preocupación
que se genera cuando hay posibilidades de ir mejor, no cuando vas
rematadamente mal o vas hacia abajo, cuando tienes miedo de estrellarte del
todo. Yo creo que hay miedo, hay preocupación, hay miedos. El mundo abierto
—a mí no me gusta demasiado hablar de globalización, pero sí de mundo
abierto—, el mundo abierto hace que los riesgos sean más grandes, pero
también que las posibilidades lo sean. De modo que no hay exactamente,
estrictamente, miedo o preocupación, sino ansiedad. En lo positivo y en lo
negativo, debo usar este término.
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�En Barcelona he visto, cómo no, cosas que ya sabía, un poco
empeoradas por el tiempo. Ha pasado un año más y resulta que la Fira, el
metro, el Palacio de Congresos, la tercera pista, el TGV... todo esto está un
poco como cuando me fui o incluso, en algunos casos, un poco peor. Las
fechas que ahora se dan para la finalización de estas cuestiones van un poco
más allá. Y vean que estoy hablando de cosas que todos deberíamos ser
capaces de ver hechas por las instituciones en conjunto, no sólo por una. No
estoy diciendo que haya una institución que vaya mal. Estoy diciendo que no
ha habido suficiente entendimiento como para que esto mejorara.
Os lo diré más claro: en el año 92, cuando se acabaron los Juegos,
poco después de acabar, recuerdo que vino, creo que fue, el ministro Borrell,
para poner la primera piedra del Moll de Barcelona, lo que ahora se llama el
Trade Center, el World Trade Center. Y con aquella primera piedra, yo pedí
que lo que había sucedido durante y antes de los Juegos se pudiera continuar.
Y no me refería tanto a los Juegos, al acontecimiento y ahgertpe, por decirlo
así, como a la fórmula de funcionamiento que representaba el hecho de que el
poder que mandaba era el más pequeño, el que estaba más cerca de la gente.
Y que los poderes grandes, que eran Cataluña y España, la Generalitat y el
Gobierno, estaban de acuerdo en colaborar y financiar sin, no obstante,
mandar. «Mandar» en el sentido fuerte de la palabra, colaborar. Esta fórmula
fue la que tuvo más éxito —pasa muy pocas veces en la historia de una
ciudad, supongo—, pero es la fórmula buena y es la fórmula Barcelona.
Nosotros propusimos en ese momento que hubiese otro gran proyecto,
el Plan del Delta. Ese proyecto se estimó, creo que fue, en cuatrocientos mil
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�millones de pesetas, cuando realmente conseguimos que se reuniesen todas
las instituciones que se tenían que reunir para cuantificar sus inversiones
posibles. Y ahora que he vuelto, de aquellos cuatrocientos mil millones de
pesetas, se habrán invertido escasamente una cuarta o quinta parte. Estaba
pensado para quince años, por lo tanto tendríamos que ver exactamente cómo
se distribuía esto, pero les puedo asegurar que no llevamos buen ritmo —
cuarta o quinta parte de lo que se debería haber invertido—, no llevamos el
ritmo que se había pensado.
Barcelona, en estos años, y Cataluña de rebote, ha perdido un poco pie
desde el 92 hacia esta parte, reconozcámoslo. No así en el tono económico de
la ciudad, en el tono privado, e incluso diría en el tono público local. Porque es
evidente que, pasada la trompada del 93 y del 94, los hoteles se llenaron, la
ciudad también, los comercios fueron hacia arriba y la gente que continuaba
diciendo que Barcelona no tenía suficiente población o perdía población
chocaba con una realidad físicamente contraria. Y a mí, siempre que me
preguntaban sobre este tema, les preguntaba a qué hora perdía población.
Porque claro, al mediodía, cuando uno se pasea por la calle, no se cabe: hay
los turistas que vienen, hay la gente que viene del área metropolitana, por
todas partes. Barcelona no ha perdido pie y Cataluña, en su conjunto,
tampoco; desde el punto de vista del tono de la economía privada.
El señor Oliver, catedrático de economía, ha demostrado que en
Cataluña, además, ha pasado una cosa muy importante: que es que ha
pasado de ahorrar, ha pasado de invertir bastante y ahorrar poco a ahorrar
mucho y seguir invirtiendo, y a exportar, que eso es lo más decisivo. Es decir,
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�que antes necesitábamos de ahorros exteriores para poder hacer lo que
estábamos haciendo, por decirlo de algún modo. Y ahora, gracias a la
exportación y al ahorro, podemos decir que somos un país que estamos en
condiciones de dar un paso hacia adelante muy importante.
Pero le ha faltado acompañamiento; a esta economía privada y a este
dinamismo le ha faltado un poco de acompañamiento, un poco de estrategia,
un poco de filosofía y un poco de canción, de mensaje y de unificación,
seguramente. No en el sentido de que todo lo lleve una sola mano; todo lo
contrario. En el sentido de que esta especie de impulsos que han funcionado
bien tuviesen un relato y tuviesen una filosofía más o menos compartida que
permitiese apuntar aquellos puntos que ya he dicho que han ido mal.
¿Qué es lo que ha ido mal, pues? Han ido mal todas, o casi todas, las
decisiones estratégicas. Ya he dicho unas cuantas, en el campo de las
infraestructuras, y las repetiré si es necesario. El aeropuerto es básico. El
aeropuerto ya no es sólo una puerta de entrada a la ciudad; es una de las
principales industrias de la mayoría de las ciudades de Europa, creadoras de
empleo, de tecnología, de oportunidades. Condición de las demás tecnologías,
como se demostró aquella vez que Barcelona quería tener AT&T y Madrid
también: la gran inversión de AT&T finalmente fue para Tres Cantos, en
Madrid. Y recibí, un día que yo estaba en Bruselas, un telegrama —que ya he
explicado muchas veces— del pobre [Thomas Enders], el embajador
americano, que me decía: «No vendrá a Barcelona. AT&T irá a Madrid
because of inexistance of non-stop flight Barcelona-Nueva York». No había
vuelo sin paradas Barcelona-Nueva York.
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�Ahora hay uno, o dos. Pero hay uno de Delta que se ha puesto porque
Delta se ha emperrado mucho en encontrar un slot, como se dice en el argot
de los aeropuertos. Hay el de Iberia... En invierno ya no está. Al de Delta,
además, le pasó una cosa: que es que el otro día, al volver de Nueva York,
paró en Madrid y se estuvo allí tres horas. Y lo hace a menudo. Y, ¿sabéis por
qué? Porque en Barcelona no hay mantenimiento. En el aeropuerto de
Barcelona no pueden dormir los big bodies, que es como los llaman; los
aviones grandes, no los veréis nunca durmiendo. Porque no harían nada. Y
éstos, cuando duermen, no duermen, trabajan. Trabajan con ellos porque si
no, no podrían volar en condiciones. No tenemos big bodies, no tenemos
hangares, no tenemos cargo. El cargo está limitado... Esto lo sabe mucho
mejor Joan Clos que yo y le estoy robando un poco la página. Sabe mucho
más que yo. Y lo ha explicado muy bien y lo está defendiendo muy bien. Pero
ahora, como todavía no ha llegado, aprovecho.
Las ochenta mil, creo que son, toneladas de cargo —no recuerdo la cifra
exacta— ha plafonado, porque ya no caben más. Un aeropuerto como el
nuestro tiene un límite de movimientos por hora, que creo que son cincuenta,
aproximadamente.
Se
pueden
mejorar
marginalmente,
con
cambios
tecnológicos, pero estamos en la línea de los cuarenta y ocho durante unas
nueve horas al día. Tres, tres y tres: tres por la mañana, tres al mediodía y tres
por la noche.
Esto quiere decir que Barcelona se está —dejad que lo diga— desde el
punto de vista económico, suicidando, en este sentido. Está desaprovechando
la más importante de las oportunidades. Es como si hubiésemos cerrado la
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�puerta. Es como si hubiésemos puesto un arancel. Como si hubiésemos dicho:
«No, no, las inversiones que quieran venir aquí, en lugar de ser bien recibidas,
tendrán que pagar». Tienen que pagar, porque los ingenieros y los ejecutivos
de AT&T que tenían que venir en masa a España para hacer una gran fábrica
no querían pagar el precio de tres horas de espera en el aeropuerto de Madrid
y un cambio de avión, evidentemente. Nosotros tenemos un peaje, otro peaje
—un arancel, en este caso— para entrar en Barcelona, cuando todas las
ciudades están haciendo lo contrario.
Yo, sobre este tema, ya les he dicho la solución: el aeropuerto de
Barcelona se tiene que privatizar. Ya no veo más solución. Lo he visto en Italia,
he visto al alcalde de Napoli, que es ex comunista, [Antonio Bassolino],
inteligente, inteligentísimo —ahora lo han hecho ministro y me parece que no
deja de ser alcalde, porque los italianos también hacen de vez en cuando estas
cosas. Y este hombre vio, al llegar a la alcaldía, que el aeropuerto de Napoli
iba mal —cosa muy esperable, desde muchos puntos de vista—: había
corruptelas, había ineficacia... Y lo que hizo inmediatamente fue hacer un
concurso internacional para el management del aeropuerto. Y adjudicó la
dirección del aeropuerto a BAA, la British Airport Authority, quedándose un
dieciocho por ciento de las acciones, creo, y un derecho de tutela sobre las
decisiones estratégicas.
Pues ya se lo avanzo: Barcelona debería hacer lo mismo. Barcelona
tendría que privatizar como mínimo la gestión e incluso tal vez el capital, o
buena parte del capital. Guardar un veinticinco por ciento para que se lo
puedan repartir los dos ayuntamientos que juegan en el área metropolitana, la
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�Generalitat, la Cambra de Comerç y AENA. Pero para AENA un cinco por
ciento, no un cien por cien. Porque pensad que Iberia... Anteayer me decía en
Madrid —hace tres días— me decía en Madrid el presidente del SEPI —que lo
tenía al lado en la comida del The Economist que él presidía— que Iberia ha
tenido el plan. Iberia no puede incidir en las infraestructuras del aeropuerto,
pero tiene el plan de operación de un programa de vuelos mucho más
ambicioso para Barcelona, lo que llaman un hub europeo. Un hub es un centro
de redistribución. El espacio aéreo se distribuye en una red, como todos los
demás, y los nodulos importantes de esta red en la que hay intercambios son
hubs, hache, u, be. Son centros de redistribución.
E Iberia tiene pensado, tenía pensado y tenía proyectado, un hub
europeo en Barcelona, lo cual quería decir que a Barcelona venían vuelos de
Latinoamérica que querían seguir hasta Munich o hasta Milán, por ejemplo. Y
la parada, la tenían aquí. Igual que nosotros ahora tenemos que parar en
Madrid cuando vamos a Río de Janeiro o cuando volvemos, pues en este caso
sería al revés. Sería en Barcelona donde pararían los aviones, incluso de
Iberia. No estoy hablando ya de Aerolíneas —éstos por descontado— y los
brasileños, que nos han sido enormemente amigos desde siempre y que han
saltado cantidad de obstáculos para poder hacerlo. ¿Y qué pasó? Pasó que
AENA no estuvo al caso. Es decir, que las infraestructuras no estuvieron y que
Iberia no podía sacrificar todos aquellos vuelos y por lo tanto tuvo que
decidirse por Madrid. Y me dijo: «Creo que ahora ya es tarde. Se han perdido
tres años y en estos tres años ahora las inversiones ya están hechas aquí, con
la tecnología, la mano de obra cualificada y las instalaciones».
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�Han sido años, pues, desde este punto de vista, malos. Que provocan la
cierta ansiedad que yo he visto en los empresarios con los que he hablado. El
concurso de handling del aeropuerto... Hubo un concurso, interesante, al que
se presentó el Consorci de la Zona Franca junto con Lufthansa. Pues ganó el
[ININTELIGIBLE].
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L
Y podríamos seguir. No sólo en este campo. En el campo de las
telecomunicaciones, en el campo de la prensa, en el campo de la televisión, en
el campo de la telefonía móvil... En todos éstos, no ha habido —con la
excepción de Retevision, que ya sabemos que es muy válida, pero que todavía
es una cosa pequeña, muy pequeña, al lado de Telefónica—, no ha habido
empresas catalanas que hayan querido o podido ir. No ha habido ninguna. Y
cuando uno pregunta —yo lo he preguntado a los empresarios de aquí—: «¿Es
que no hay el capital? ¿O es que no hay el management?». Y me han dicho:
«Hombre, el capital existe y el management se puede comprar, en última
instancia», como hizo el alcalde de Napoli con BAA. No se ha ido porque no ha
habido una estrategia para ir, no ha habido una dirección, no ha habido una
cabeza pensante que dijese: «Pongamos los peones aquí o pongámoslos allí».
Se han hecho algunas cosas, pero estas cosas que se han hecho no son, ni
mucho menos, las más importantes.
Es decir, tenemos el ahorro, tenemos la potencia económica, tenemos
los managers —después os lo diré, porque hay un montón de managers
importantes colocados fuera de aquí—, pero no hemos tenido la estrategia.
Muchos empresarios me han dicho: «Nuestros hijos tienen que ir a Madrid». Y
yo se lo puedo garantizar, porque muchos hijos de mis amigos han tenido que
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�ir a Madrid. Porque lo que saben, si quieren que sea rentable, aquí no pueden
conseguir que sea rentable. Es así. El último, la semana pasada, un chico que
se va a la CNN en España, o al Plus; otros porque están en cosas financieras,
y aparte de La Caixa... Pues resulta que ha tenido que ir a Madrid. Y La Caixa
no puede emplear a todo el mundo, evidentemente. No ha habido, pues, una
—vuelvo a repetir— una política de acompañamiento que estuviese a la altura
de las posibilidades económicas del país y de las ciudades de Cataluña.
Yo, ante esta situación, lo que pienso que hace falta es, sobre todo, más
que discutir de dinero, discutir de proyectos. Y ver cómo se hace una
estrategia política catalana que no sea excesivamente intervencionista —yo no
lo soy mucho. Pueden estar tranquilos los representantes de las cajas aquí
presentes, de las diversas cajas, porque no soy muy partidario del
intervencionismo. Pero sí que soy partidario de una economía que existe, una
economía de aglomeración, una economía externa que existe y que tienen los
ayuntamientos, y que tienen los gobiernos, y que tiene la Generalitat, y que las
empresas no pueden tener, que es la agregación de información intersectorial,
la emisión de las oportunidades, los datos para decidir. Esto lo tiene el
despacho del alcalde —Joan Clos lo sabe perfectamente y Narcís Serra
todavía más, porque fue el que empezó esta saga. Pues es un sitio de
información privilegiada. No privilegiada en el mal sentido, sino en el buen
sentido. Es un sitio en el que tu preocupación es qué hacer con todas las ideas
que te llegan al cajón, o a la mesa, y que tienes que meter en un cajón y
cerrarlo. La mitad de estas ideas no son buenas y de la otra mitad la mitad
fracasarán. Pero hay una cuarta parte que probablemente irá hacia adelante.
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�En este sentido yo sí que soy no partidario de la intervención, pero sí del
acompañamiento. Soy partidario, como hicieron con la compañía Iniciatives
S.A. —que ya saben ustedes que funcionó bien— soy partidario de que el
Ayuntamiento, la Generalitat, digan: «Nosotros ponemos dinero en esto». Si
puede ser, ponerlo transitoriamente. Si puede ser, ponerlo, además,
minoritariamente. Y si puede ser, además, que haya un elemento de interés
general en cada una de estas iniciativas. Éstas son las tres condiciones que yo
le puse a Francesc Raventós en el año 86, el día en que creamos Iniciatives:
que hubiese un elemento de interés general, que casi siempre está, porque
todas las líneas de producción un poco estratégicas son interesantes para la
ciudad, en última instancia; y que hubiese una participación temporal del
Ayuntamiento, o sea del capital público; que no me pidiese nunca más dinero
(le dimos mil millones el primer año sobre los doce mil millones que teníamos
de presupuesto de inversiones —me pidieron trescientos más, pero nunca
más) ; y que además fuésemos minoritarios.
De aquella primera lista de dieciséis empresas, por ejemplo, salió,
aparte de la Torre de Comunicacions y del Poble Espanyol, y de mil cosas
más, una que se llamaba Barcelona Cable. Esta Barcelona Cable ha ido
evolucionando y ahora se llama CTC, Cable i Televisió de Catalunya.
Vendieron los primeros socios, que eran franceses y belgas, compraron unos
americanos, US West. Los americanos, como ustedes ya saben, no se fíen de
ellos. Yo los quiero mucho, porque además he vivido allí. Pero, ¿qué pasa?
Tienen un mercado tan grande que cuando en su casa tienen un problema,
aquí estornuda y nos quedamos sin un dólar de inversión. Y esto pasó con US
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�West, que nos acompañó muy bien, que nos hizo la tecnología y puso el
dinero, para lanzar la red de CTC, pero que en el momento en el que hubo una
fusión de dos rivales americanos tuvo que vender todos sus activos a Europa,
en una semana, como aquél que dice, para estar presente allí. Que conste que
se han portado bien, que nos han hecho todo el seguimiento y que siguen
colaborando, pero aquí se tuvo que buscar rápidamente un socio nuevo.
Es igual. Las aventuras, ustedes las conocen mejor que yo, lo que es el
mundo de las empresas y sobre todo el mundo de las empresas
internacionales. El caso es que Barcelona hoy tiene una red incipiente. No ha
ido tan rápido como yo habría querido o como el alcalde Clos habría querido,
pero tenemos un operador. Y lo que les iba a decir es que esos doce, quince,
veinte o cincuenta o treinta millones que pusimos —no me acuerdo, cuántos
eran— en la primera Barcelona Cable, se han vendido ahora, transformados,
retransformados a través de la fusión con Catalana de Capital Risc de la
Generalitat, fusión que fue en realidad una compra... Iniciatives tenía
beneficios, Catalana de Capital Risc tenía pérdidas y digamos que entre las
dos hicimos las paces, como se dice vulgarmente. Y la Generalitat tenía que
hacer una cosa —que tal vez la tenía que hacer, yo no digo que no la tuviese
que hacer—, pero que fue no una empresa de capital riesgo, aunque se
llamaba así, sino que fue comprar o ayudar a empresas viejas con problemas.
Y «capital riesgo» quiere decir ayudar a empresas jóvenes con futuro, todo lo
contrario.
De modo que el matching fue sencillo. Prácticamente podemos decir
que absorbimos Catalana de Capital Risc, en aquel momento, y así la
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�participación de Catalana de Capital Risc, que ahora ya es una empresa mixta,
en la cual el sector público es de por sí minoritario —no las aventuras que
realiza, y cada una de las inversiones, sino la propia empresa— se ha vendido
la participación a CTC por dos mil ochocientos millones, hace una semana.
A mí lo que me gustaría es pensar que tiene que haber alguien que
diga: «Esta plusvalía se tendría que reinvertir en este campo». Porque si en
diez años hemos pasado de doce, quince o veinte millones a dos mil
seiscientos —o dos mil ochocientos, mejor dicho— tal vez lo que se tendría
que hacer con estos dos mil ochocientos, o con gran parte de ellos, es
reinvertir en este campo, que es el campo de más futuro, por una razón de
beneficio y de capital riesgo. Como empresa de capital riesgo y por una razón,
además, estratégica y de país, valdría la pena no perder posiciones. Claro que
esto, estos dos mil millones, comparados con las inversiones que se tienen que
hacer para cualquiera de las iniciativas importantes que están sobre la mesa
estos días, es lo que los americanos llaman «cacahuetes», «peanuts», nada.
Las inversiones son de cuarenta, de sesenta, de cien, de doscientos o de
ochocientos mil millones —como ha hecho Telefónica en Brasil, no sé si bien o
mal, pero en fin, lo ha hecho. Por lo tanto, dos mil seiscientos millones no
representan nada. Pero, a nosotros, aquella pequeña inversión nos sirvió. Y
ésta es un poco la filosofía que yo echo en falta y que creo que los
empresarios coinciden conmigo en que no ha existido del todo.
Y entonces, ¿cuál es el problema de Cataluña desde el punto de vista
económico? ¿Desde el punto de vista económico público? El problema es esta
falta de estrategia. El problema no es tanto el exceso de impuestos. Lo digo
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�muy claro ya de entrada. Yo he explicado los cuatro puntos de federalismo
económico varias veces y ya los repetiré. No querría extenderme demasiado
en ello, porque ya lo he hecho, y es conocido, y la prensa especializada los
conoce perfectamente.
Porque recuerdo que fue en el mes de abril, con motivo de un viaje aquí,
tuve que ir a Girona a presentar un libro sobre la ciudad, que había hecho la
Universidad de Girona, un libro magnífico. Y sucedía que en aquel momento
había las elecciones primarias en Madrid entre Borrell y Almúnia. Y recuerdo
que saliendo de aquella sesión, a Quim Nadal y a mí nos preguntaron —ya nos
lo esperábamos—: «¿A favor de quién están?». Y nos pusimos de acuerdo en
decir: «De nadie». Del que diga que sí a estas cuatro cosas, que ahora os
repetiré y que las he continuado diciendo en cada sitio al que he ido. Cuatro
puntos que son: el régimen foral y el régimen común se deben igualar. Y ahora
os lo explico muy brevemente. Primero. El segundo: el Estado tiene que gastar
menos de la mitad y los territorios más de la mitad. Y los territorios repartírselo
a partes ¡guales, comunidades autónomas y ayuntamientos. Tercero: las
inversiones per capita de las áreas metropolitanas de más de un millón del
país, per capita, tienen que ser iguales. No hay ningún motivo para que no lo
sean. Y cuarto, el famoso punto: la balanza fiscal en relación con el producto
nacional bruto, o regional bruto, de cada una de las regiones del sistema —
porque ya ven que yo no estoy haciendo una reclamación de Cataluña, estoy
proponiendo un sistema para España, que es diferente— tendrían que ser
similares a las que tienen las regiones europeas de renta media similar, o sea
de renta per capita relativa a la media nacional similar.
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�Estos son los cuatro puntos que yo he defendido desde hace tiempo y
continúo defendiendo, y que después han dado lugar a una batalla de cifras y
de debates, no el menos importante de los cuales es si el cuarto punto es el
más importante o el menos importante. El cuarto punto, el de la balanza fiscal
relativa a la renta, yo he llegado a la conclusión de que es derivado de los
otros tres. No es la variable independiente, es la variable dependiente de los
otros tres. Pero, en fin, la discusión sobre este punto y la idea sobre este
punto, la culpa la tiene La Caixa d'Estalvis, ya se lo he dicho a su director
general antes de entrar —la culpa o el mérito— porque su servicio de estudios,
hace tres años, cuando yo era presidente del Comité de las Regiones y quería
tener datos...
Yo, en el Comité de las Regiones, empecé a ver que los bávaros, y los
de Nordrhein Westfalia, y los de Baden-Wurtemberg, y todos estos, se
quejaban mucho. Y no sólo del precios-de la [ININTELIGIBLE] o en fin, las
discusiones sobre la OCM del vino o cosas de éstas, que eran dramáticas, sino
en general porque pagaban demasiado. Y empecé a notar que en Europa
había una fatiga fiscal. Esto, en fin, era previsible. Y se sabe, no sólo por datos
económicos, sino también porque hay Bossis por el mundo, hay Umbertos
Bossis en Italia, hay [$>|p|Der] mismo en Baviera —es de un localismo muy
acentuado, muy muy acentuado...
[Stober] era una de las figuras fuertes del Comité de las Regiones.
Tanto es así que me lo llevé de reportero a la Cumbre de las Regiones y de las
Ciudades de Europa que hicimos en Amsterdam un mes antes de la Cumbre
de las Naciones. Vinieron trescientas personas, doscientos presidentes de
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�regiones europeos —no vino el presidente de Cataluña, lástima— y un
centenar de alcaldes de grandes ciudades. Y allí se discutió qué querían las
regiones y las ciudades de Europa, y dijeron: «Queremos más Europa y
queremos más proximidad, más Europa y más región». Y, además, explicaron
por qué. Dijeron: «Lo queremos porque vemos que es evidente que para estar
contentos como europeos no podemos pasar las vergüenzas que hemos
pasado en Bosnia y las que pasaríamos en Kosovo», que era previsible y
estaba cantado. «Querríamos tener una moneda fuerte, no querríamos estar
tan pendientes de lo que pasa con el yen o con el dólar. Querríamos tener,
pues, un poco más de política europea desde el punto de vista monetario,
desde el punto de vista exterior.» Y, sin embargo, con esto no queremos
alimentar un nuevo leviatán. Y aún más lejos que antes, no en Madrid, en
Bruselas, que, además de estar lejos, llueve. Y como dice siempre Felipe
González, que no quiere ir a Bruselas porque no hace sol. Es decir, no
queremos alimentar una nueva maquinaria estatal de decisiones que esté aún
más lejos que la que ahora tenemos. «Y, por lo tanto», decíamos todos, «por
unanimidad, queremos más Europa y más región, más proximidad.»
Ustedes dirán: «Hombre, esto es una utopía». Pero es una utopía que
pasará. Y es una utopía que pasará porque la gente no aceptará esta Europa
si Europa no da a cambio una garantía de devolución de poder. No que
pasará, que está pasando. Empezó a pasar en España, avant la lettre,
digamos, de los demás. Pero está pasando en Italia y está pasando en Gran
Bretaña. Y está pasando, por descontado, en los países federales desde
siempre, en Austria, en Alemania o en Suiza.
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�Un poco, el motor de explosión de estas actitudes regionales europeas,
que sin embargo son muy sensatas, Bossi es una excepción... Haberlas, las
hay, en el Comité de las Regiones hay algunos que son de la Lega, alguno:
[Furmigoni] por ejemplo, el presidente de Lombardía, etcétera. Que son de
éstos que se reúnen con nosotros por los cuatro motores, que les llaman. Con
esto hemos tenido un poco de mala suerte, porque dos de los cuatro motores
creo que eran el de Rhône-Alpes y el de Languedoc-Roussillon, también —me
parece que tenía que venir a reuniones aquí, a Cataluña, por este motivo. Y
estos dos, como son apoyados por Le Pen, lo mejor que podrían hacer es no
venir. Pero en fin...
El problema que tiene la comunidad de los Pirineos, el pobre [Josep
Doró], que es el cónsul de Ordino, que es el presidente de la Comunidad...
Andorra preside la Comunidad de Trabajo de los Pirineos; está Midi-Pyrénées,
está Aquitaine, está Languedoc-Roussillon, está Cataluña, está Aragón y no sé
si el País Vasco —creo que también— Euskadi. Y ahora preside el cónsul de
Ordino. Y se encontró el otro día con este problema, también: que venía
-/(Jacques Blanc, y venía no recuerdo qué otro político y los otros no querían ir.
Pero, en fin, dejemos las cuestiones políticas a un lado.
Lo que mueve a las regiones europeas, reunidas en Amsterdam, y en
general al Comité de las Regiones, es tratar de conseguir enviar lejos, a
Europa, todo aquello que sea necesario para ser más dignamente europeos.
Pero evitar que esto se convierta ni en un nuevo leviatán ni en un alibi, en una
excusa para que los estados mantengan cosas que nosotros ya sabemos
hacer, como regiones o como ciudades. Y éste es el punto importante, el punto
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�que pica, digamos. Y es por esto que las regiones se vigilan mutuamente, pero
yo diría que sin acritud. Gracias a que tenemos Europa, que es un contenedor
mucho más grande, no hemos de tener miedo de que las regiones se tiren los
platos por la cabeza. Lo parece, que se los puedan tirar, y a veces, cuando hay
pleitos históricos detrás, como es el caso de Irlanda del Norte o como es el
caso de Euskadi —y violentos, además—, ha sido inevitable. Pero incluso
estas cosas se están solucionando, y en el marco de este nuevo regionalismo
europeo.
Uno de los motores de diferencia y de competencia es justamente quién
paga y quién cobra. Y por qué y cuándo. Yo iba viendo que esto era así y
pensaba: «Si a esto le añadimos los fondos de cohesión, llegará un momento
en el que los alemanes, en estas sesiones del Comité, estarán intratables». Y
pedí quién tenía las cifras de los saldos de la balanza fiscal, no de las
regiones, sino de los países, del fondo de cohesión. Y creo que es el señor
Elias o el señor [I ISÜNTE LIGIBLE] ó uno de los directores del servicio de
estudios de La Caixa d'Estalvis calculó esto —que tampoco era tan difícil de
calcular, pero nadie lo había hecho. Y salió con el siguiente resultado:
Alemania, déficit fiscal de 1,5 billones de pesetas año —aquel año, que es
hace cuatro años; España, beneficio fiscal positivo de 1,250 billones. Todo lo
demás, «cacahuetes», otra vez. Nada. Lo demás es: Inglaterra paga un poco y
Grecia cobra. Pero cobra... Aunque Grecia sea más pobre, es tan pequeña —o
Portugal o Irlanda— que nada. En fin, Holanda y Bélgica pagan a Grecia,
Inglaterra paga a Portugal, etcétera. Es un decir. No es que paguen
directamente, pero quiero decir que se equiparan las cifras.
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�El fondo de cohesión europea y todo el drama de la cohesión europea
es una balanza desequilibrada entre Alemania y España. Alemania paga y
España recibe. Y, ¿por qué paga Alemania? Paga porque Felipe González y
Mitterrand convencieron a Kohl de que si quería la unificación alemana tenía
que pasar por dos condiciones: abandonar el marco y hacer el euro, que es lo
que todos queríamos —menos un grupo importante de alemanes, no Kohl, que
estaba de acuerdo; y dos, el fondo de cohesión. Usted tendrá unificación
alemana, tendremos a Europa abriéndose al este, pero usted no puede olvidar
el sur. Queremos cohesión no sólo intranacional, sino intraeuropea.
Así nacieron los fondos de cohesión. Pero mi inquietud creció cuando, a
partir de aquí... Eso, por otro lado, era muy sólido, este acuerdo era muy
sólido. Además, los protagonistas del propio acuerdo seguían vigentes en
aquel momento como dirigentes de sus países, de España y de Alemania, y
por lo tanto no parecía que fuera a haber un gran problema. La sorpresa saltó
iW> i/W 1 .
cuando [Stóber], el presidente de Baviera, me dijo, en su palacio magnífico en
Munich, que había sido del rey —un rey que tenían en el año 1914, todavía,
con ejército y todo. Me dijo: «Mire, nosotros estamos pagando mucho a los
españoles, pero no se crea que esto es lo que nos preocupa más. Lo que nos
preocupa más es que nosotros les estamos pagando diez veces más a las
regiones del este que acaban de entrar por la unificación».
He hecho que lo comprobaran. Antoni Castells, que es el maître penseur
de todos nosotros —es el que nos da las cifras a todos, incluso a la otra acera
de la calle política... Las cifras de Antoni Castells son las que mandan; es el
miembro español del Tribunal Europeo de Cuentas, por otro lado, y es lógico.
19
�Me dice que, efectivamente, el señor [Stëber] tenía razón. Lo que los alemanes
pagan de su PNB, de su Producto Nacional Bruto, para la cohesión es un 0,5
por ciento. Lo que las regiones ricas alemanas pagan a las pobres es un cinco
por ciento de su PNB. O sea, lo que Baviera, Renania del Norte-Westfalia,
Baden-Wuttemberg, etcétera, pagan a sus homologas del otro lado, del este,
es diez veces lo que está pagando Alemania, en proporción, a los fondos de
cohesión y por lo tanto, básicamente, a España.
Vean entonces que buena parte de lo que está pasando es que... Y esto
ha sido muy desgraciado, creo, que nosotros, por razones de calendario
electoral o lo que sea, hayamos tenido que plantear estos temas —yo creo que
yo de una forma más sensata, otros no tanto— en el momento justo en el que
Alemania nos estaba empezando a decir que no nos pagaría o que no nos
quería pagar el fondo de cohesión y que había conseguido la alianza de
Francia y de Inglaterra sobre esto. Si en este momento se le dice al gobierno
español: «Señor Rato, mire, no nos hable de Alemania. Nosotros estamos
aquí, dentro de España, y lo que le decimos es que Cataluña paga
demasiado». Pues el señor Rato se convertirá en la víctima, y las víctimas
siempre son de alguna forma simpáticas. Porque aparecerá como la persona a
la cual desde fuera y desde dentro se le está diciendo «no queremos pagarte».
Por lo tanto, nosotros, para decirlo claramente, nosotros no tenemos
que decir que no queremos pagar. Porque además, en primer lugar, lo más
importante de lo que pasa con la balanza fiscal negativa de Cataluña no es que
pagamos demasiado, sino que recibimos poco. Y por lo tanto —y ahora vuelvo
a lo de antes—, no hemos tenido la estrategia, ni la habilidad, que tuvimos
20
�antes del 92 para movilizar las inversiones que había que movilizar en nuestra
área de Barcelona y en el conjunto de Cataluña. No hemos podido hacerlo. Y
ahora tenemos un Eix Pirinenc cojo en el que te pierdes. No intentéis seguirlo
porque os perderéis en Ripoll seguro, porque no hay ni indicaciones, para
entendernos. Y entonces vienen las querellas de la Generalitat, que dice:
«Esto es de Borrell, esto era del Estado». El Estado que dice: «Culpa tuya en
el caso de la Pota Sud, porque nosotros la queríamos hacer pero vosotros no
quisisteis porque...» Bueno, es igual.
No ha habido la estrategia, no ha habido la visión, no ha habido esta
política de acompañamiento que tenía que hacer que las inversiones viniesen.
Nosotros no sufrimos por el lado de los impuestos, sufrimos por el lado de los
gastos. Pagamos el veinte por ciento y tenemos el veinte por ciento. Incluso
me extraña, porque teóricamente el impuesto sobre la renta es progresivo y,
por lo tanto, tendríamos que pagar un poco más que la parte de renta que
tenemos. Pues pagamos el veinte o el veintidós, como mucho. Creo que las
cifras de Pujol son el veinte; las cifras de Castells —de las que me fío más,
francamente— son el veintidós. O sea, un poco más desfavorables para
Cataluña, en este sentido, pero lógicas, en última instancia. Lo que no
recibimos es la parte que nos toca. Y en esto estamos todos de acuerdo: no
recibimos la parte que nos toca por población.
Aquí nos diría Antoni Zabalza —y tiene razón—, en el fondo, lo que
pagamos y lo que recibimos es el resultado de unas políticas que no tienen
nada que ver con la balanza fiscal, que son autónomas, que tienen que ver con
la progresividad que nos habíamos impuesto y con la distribución de ricos y
21
�pobres en cada región, que no la podemos cambiar así rápidamente.
¿Comprendéis? Es decir, si en Cataluña hay más ricos que en Extremadura y
el impuesto sobre la renta es progresivo, Cataluña pagará más y Extremadura
menos. Pero seguramente, si acordamos que todos tendrían que cobrar igual,
que es de lo que Felipe González ha intentado convencer durante muchos
años a Rodríguez Ibarra para que acepte, que los ricos tienen que pagar más y
los pobres menos, pero cobrar, todos hemos de cobrar igual. Un rico también
es caro, es incluso más caro, a veces. Para el sector público. Esto ya lo estudió
Pepe García Duran con los ayuntamientos hace muchos años, lo que se gasta
una ciudad; en última instancia, por muy redistributiva y progresista que sea —
y Barcelona lo ha sido—, está invirtiendo sobre cada ciudadano en proporción
más o menos a su renta. Los ricos hacen más basura, para entendernos. Es
así. Y tienen más coches y gastan más. Por lo tanto, aunque uno no quisiera,
simplemente para servir, sin redistribuir demasiado, estaría pagando más o
menos en función de la renta.
Pues bien, aquí nos ha fallado esta parte. Y cierro este punto porque no
quiero seguir entrando en él. Cuando Rato dé todas las cifras de todas las
balanzas fiscales españolas, etcétera, nos pondremos en ello; pero sepan que
no será la discusión más importante. La discusión más importante, la hemos de
tener sobre la distribución del gasto. La discusión importante la hemos de
tener... [FRASE CORTADA]
[FIN DE LA CARA A]
22
�[INICIO CORTADO]... por debajo de Madrid, igual que Chirac había querido
hacer en París y no ha hecho —por lo menos de momento, no lo ha hecho.
Bueno, el alcalde de Madrid no tiene fama de muy realista y por lo tanto eso no
me inquietó excesivamente. Y menos que nadie Alberto Ruiz Gallardón, que
dijo exactamente lo contrario el mismo día. Dijo: «Lo que tenemos que hacer
es invertir en metro». Este sí que va mucho más allá que nosotros. Este señor,
Ruiz Gallardón, junto con el Ayuntamiento, por supuesto, está invirtiendo cien
mil millones de pesetas en metro en cuatro años, cuando nosotros invertimos
treinta. Estoy, otra vez, repitiendo cifras que Joan Clos se ha cansado de
explicar y que ya todo el mundo conoce en este momento.
Y es aquí, vuelvo a repetir, donde estamos fallando. No hemos
conseguido que en el tema de las inversiones... No hemos conseguido, por
decirlo así, una cosa que ahora si la digo aquí será titular mañana y
seguramente
más en Madrid que aquí... No hemos conseguido
un
reconocimiento de la bicapitalidad fàctica de España. Y ahora ustedes no lo
han oído y por favor no me lo titulen porque se enfadan mucho. Pero es la
realidad. Igual que los chavales de Almería o de Asturias se dividen en los del
Madrid o los del Barca, la verdad es que España —como Italia, por ejemplo—
es una red de ciudades que tiene dos cabezas y que si se quiere optimizar —
esto los ingenieros lo saben— debe tener en cuenta esto. No puede tratar al
sistema como si fuese monográfico y con una pirámide y con una sola cabeza.
Por lo tanto, el interés de Cataluña está en obtener este reconocimiento,
que si lo presentamos como bicapitalidad no nos lo darán nunca, porque la
Constitución no lo dice y no es lo que queremos. No queremos ser la capital de
23
�España, con una ya basta. Lo que sí que queremos es que una área
metropolitana igual, de 4 millones —4,2 la región metropolitana aquí, allí deben
tener 4,5, si llegan— debe tener el mismo trato. Y tiene las mismas funciones,
exactamente iguales, y los mismos problemas de congestión, y de densidad y
de miseria y de riqueza y de tecnología, exactamente igual. De manera que no
está justificado que esto no sea así. Claro, en Madrid, de los veinticinco
museos que hay, creo que hay veinticuatro que son del Estado y uno del
Ayuntamiento, y aquí es al revés: veinticuatro del Ayuntamiento y uno del
Estado. Y ahora la Generalitat tiene este nuevo que han hecho del puerto y
una participación en el MNAC.
No puede ser. Nosotros aquí sí que estamos pagando peajes. Éstos son
los peajes que quizás no contamos. La imposición local, por ejemplo. A mí me
gustaría que todo esto... Yo no sé si los peajes los cuentan, cuando hablan de
balanzas fiscales. Porque también se tendría que contar el tema de lo que
estamos pagando de más, no por vía de impuestos, sino por vía de tasas o de
precios públicos. Esto es otra cosa importante. Y ahora no me estoy metiendo
con vuestro director general, ni mucho menos, sino que me estoy metiendo con
el hecho de que el Gobierno, el Gobierno español y, por lo tanto, el Gobierno
catalán —que no lo ha sabido mover en este sentido— no haya tenido un poco
más de ecuanimidad, en esta materia, y haya hecho pagar a los madrileños lo
que nosotros ya nos pagábamos aquí, por ejemplo, cosa que nos hubiese
dejado mucho más tranquilos, desde el punto de vista de la equidad.
Pero, vuelvo a decir, nosotros no tenemos que ir sólo por el lado de no
pagar. Yo creo que esto es un error. La vida es cara en las ciudades grandes,
24
�y si las queremos eficientes y pioneras y tecnológicamente... Si queremos que
nuestros hijos no tengan que ir no sé adonde a trabajar, será caro. Será caro
desde el punto de vista de que nos tendremos que fabricar los servicios y los
atractivos para que las empresas vengan.
Dejémoslo aquí. Queda aquí. No es el tema más importante. Una
cuestión de cifras sí que la quiero decir. Hace dos años nos dijeron que se
había hecho un pacto de financiación autonómica muy bueno. Narcís Serra dijo
entonces que «cuidado, que la renta aquí ya es más alta que en los otros sitios
y no crecerá tanto como crecerán los demás, no os fiéis tanto del I RPF». Lo
que hicieron fue repetir o multiplicar por dos lo que él había hecho con Solbes
en el pacto anterior: quince por ciento, pues treinta. Dijeron: «Miméticamente
esto irá bien». Pero, claro, nosotros estábamos plafonando respecto del
crecimiento relativo en las otras regiones y esto ha hecho que todo esto no
diera el resultado que tenía que dar. Narcís dijo: «Coged una cesta de
impuestos, coged el IVA, coged impuestos especiales, no les cojáis sólo el
IRPF». Pero hay esta idea siempre de que aquí se tienen que vender las cosas
de una manera muy fácil. Ahora haremos una movilización por el pacto fiscal e
IRPF. Y la pifiamos. Tanto la pifiamos que incluso la cifra que dio el otro día el
presidente Pujol en el Cercle d'Economia está equivocada. Dijo ciento
veintisiete mil millones que hemos ganado; dijo: «Este año, el beneficio de los
dos pactos sumados son ciento veintisiete mil millones». Pues le he pedido a
Castells que lo calculara y son ciento ocho mil millones, no ciento veintisiete, y
no en un año, sino en cuatro. O sea, desde el 94 hasta el 98. De modo que el
beneficio es «cacahuetes», también. No gran cosa. No ha ido bien. Pues como
25
�no ha ido bien, ¿ahora tenemos que hacer una guerra fiscal? No, no, ahora
tenemos que reconocer que nos hemos equivocado, poner hilo a la aguja
serenamente, pedir al señor Rato las cifras y empezar —repito— la discusión
con calma y tranquilidad.
Yo querría hablar un momento de federalismo cultural, porque la
propuesta federal catalana no puede ser sólo una propuesta económica. Así de
mal nos va, de tanto que nos identifican con esto. Yo creo que Cataluña tiene
que proponer lo que yo llamo «federalismo cultural», que tal vez no es
técnicamente muy correcto. Cataluña tendría que proponer antes que nada
una historia común de los pueblos de España. Cataluña tendría que decir:
«Nosotros cogemos a los profesores de Historia catalanes, los valencianos, los
sevillanos, los de la Complutense, el Carlos III, los gallegos» y como decía
Estapé a veces, hablando de algún profesor eminente, «se los encierra en una
jaula, se les da pienso y sacan la ley». En fin, no haremos lo mismo, sino que
los trataremos bien; pero lo que les tendríamos que pedir es que en cuatro o
cinco años fuesen capaces de producir una historia común de los pueblos de
España.
Un día que comenté esto en una de estas múltiples cenas con
empresarios que he tenido, salió uno y me dijo: «Pero si yo ya lo hago» —un
editor. Dice: «Ya lo hacemos nosotros, esto». Digo: «¿Ah, sí? ¿Qué haces?».
Dice: «Yo envío a cada comunidad autónoma lo que me pide». Digo: «Pues
esto es exactamente lo contrario. ¿Tú cuántos ejemplares envías a La Rioja?».
Dice: «Mil quinientos». Digo: «Escucha, ¿y te sale a cuenta?». Dice: «Es que
26
�hemos
hecho
unas
inversiones tecnológicas
muy
importantes
para
diversificar...» Evidentemente que no sale a cuenta. Pero es lo que piden.
Pero es que yo no digo dar lo que piden, en este caso. Si no que digo
que se tiene que lograr un acuerdo entre los partidos, las fuerzas políticas de
este país, de Cataluña y el resto de las comunidades autónomas y el Estado,
para dar de una vez por todas a los chavales de toda España la misma
historia. Pero no como dice la ministra de Cultura, sino explicando, de cada
una de las comunidades, cuáles son aquellos hechos históricos que la hacen
realmente diferente. Le decía yo a un profesor de aquí, que ya ha aceptado y
ya están trabajando (hay unos que ya están trabajando en ello; ya veremos
cómo les pagaremos, pero en fin, espero que les podremos pagar bien). Si un
chaval de Almería pone la radio, la televisión, el Once de Septiembre por la
noche, ¿qué ve, indefectiblemente? A unos chavales catalanes quemando
banderas españolas. Cosa que, además, la mayoría de los chavales de
Barcelona no ha visto, porque esto pasa a las ocho de la noche, a última hora.
¿Cuál es la reacción del chaval de Almería? «Estos catalanes se han vuelto
locos y Pujol tiene la culpa, los nacionalistas...» Por esto está tan bajo como
está, en las cotizaciones. Lo estoy salvando, lo estoy justificando. Pero
también se le habría podido ocurrir antes, la idea.
¿Por qué Cataluña no ha tomado la iniciativa de reabrir las comunidades
autónomas españolas? Y el Gobierno de Madrid, el Ministerio de Cultura, sobre
todo cuando tienes competencia exclusiva en cultura. Y en lugar de huir y
esconderte y decir que vas a lo tuyo, hagamos cosas en común. Pues lo
primero es explicar el Once de Septiembre, explicar una historia de España en
27
�Almería, y en Extremadura, y en Orense y en Santander en la que se explique
que el Once de Septiembre del año 1714 nos quitaron los derechos que
teníamos, el Conseil de Cent y la Generalitat. Después fue muy bien
económicamente, pero desde el punto de vista político no. Y que cada año, los
catalanes lo celebramos porque nos gusta celebrar derrotas —un poco como a
los del Barca— y que, por lo tanto, es normal que haya unos chavales que a
última hora quemen banderas, no porque sí, sino porque es el final de fiesta,
de una fiesta por otro lado muy digna.
Y pasaría lo mismo con el Abrazo de Vergara, y la Batalla de Almansa.
Y lo que pasa en Valencia y por qué están tan enfadados con los catalanes.
Porque, ¿quién les explica a los chavales las razones por las cuales los
valencianos nos tienen manía a veces? Y, ¿por qué no les explican que no nos
la tienen, la manía? Que es un sector relativamente reducido y que, además,
ha habido esta historia, que además es lógica, de amor y odio. Somos primos,
somos primos hermanos, con los valencianos. Yo acabo de estar allí. Porque
yo me he empezado a mover por España, también, no sólo por Cataluña. Y les
voy explicando esto. Y les gusta. Pero si os tengo que decir que una reunión
fue patética. Y acabó a las tres de la madrugada y acabé agotado. Fue en
Valencia. Porque en Valencia cada persona es un mundo, no hay dos iguales;
todos te aman y todos no te aman, todos querrían y no querrían. Están con el
alma dividida, como es lógico, porque están entre dos capitales, entre dos
culturas fuertes.
Y bien, nosotros tenemos que incorporar a los valencianos. Los
valencianos nos han dado la pista. Porque Zaplana y Joan Romero se pusieron
28
�de acuerdo para hacer una cosa que ni los rectores de las universidades
valencianas creían que se pudiese hacer. Yo me los encontré a todos en Berlín
este verano —Bricall me convocó a la Asamblea de Rectores Europeos. Había
varios de Valencia. Para empezar, porque el de la Autónoma de Barcelona, y
presidente del Consejo de Rectores, en aquel momento, de España, es
valenciano: Solà. Pero estaba Ruiz Torres y los demás. Y eran todos
pesimistas respecto a esto. Que no se llegaría nunca a un acuerdo sobre el
tema de la lengua, en Valencia. Y llegaron a uno.
Ahora este acuerdo parece que se ha roto; nos acercamos a las
elecciones, eso que pasa... Y parece ser que el presidente de la Comunidad
Valenciana ya no está tan de acuerdo en acordar los nombres de las personas
que tienen que interpretar cuáles son las lenguas del tronco común. No sé
cómo lo llaman. Hablan de las lenguas del tronco común de la Corona de
Aragón, para no tener que decir catalán. Es igual. Pero ya lo han hecho y lo
han hecho bien, y han sido los universitarios y han sido unos políticos que han
tenido la generosidad de decir: «Pongámonos de acuerdo, vayamos hacia
adelante, nombremos a unas personas». Les falta un nombre, creo, sólo. Y
espero que esto algún día se arregle.
Yo creo, además, que, como dijimos Borrell y yo, sin prepararlo, el otro
día, el viernes pasado, en la conferencia del Partido Socialista Europeo, aquí
en Barcelona, en el PSC —que fue, creo, un poco más importante que el
Consejo Nacional de Convergència de ayer. Pero, en fin, en los periódicos
parecía lo contrario. Porque, en fin, en éste «le dicen las bases al presidente».
En ésta no. A ésta vinieron varios presidentes, ex presidentes, algunos: estaba
29
�f
'"-•
f
I
Gyula Horn, ex primer ministro de Hungría; estaba.Petre Roman,?ex primer*
ministrode Rumania; estaba [ININTELIGIBLE], que es el ministro de Economía
de Marruecos, socialista, en este momento. En fin, podríamos seguir.
Y la discusión que tuvimos allí, obviamente, fue sobre temas... Era el
Mediterráneo, el tema. Y qué tenemos que hacer los socialistas en el
Mediterráneo. Porque no se os esconde que todo el problema que tenemos
con Alemania, lo tenemos sobre todo porque debajo tenemos otra frontera que
para nosotros es tan o más importante que la del este para ellos. Ellos tiran
Europa hacia allí y nosotros estamos tirando Europa hacia aquí. Y decimos:
«Escuche, escuche, que los países del este son muy importantes y hay que
ayudarlos, pero la auténtica frontera, la tenemos en el sur, la tenemos en el
Mediterráneo». Y esta reunión fue para esto. Fue una reunión importante.
Y al final, en la clausura, llegamos Borrell y yo, y le pregunté a Raimon
Obiols, en voz baja: «Escucha, ¿en qué se habla aquí?». Porque yo había
recibido una nota de Joan Colom que decía: «Escucha, habla en catalán, que
hay traducción». Le pregunté a Raimon, que es quien manda, y Raimon me
dijo: «Hombre, puedes hablar en catalán, di unas palabras; pero mira, aquí hay
mucha gente latinoamericana». Y estaba también Moratinos, y estaba Juan
Antonio Yáñez, diplomáticos españoles, etcétera. Y dijo: «Quizá mejor que
después hables en castellano y no les hagas poner esto». Y empecé en
catalán, antes ya habían oído la voz: «y ahora les hablaré en castellano
porque, además, les tengo que decir que el castellano es uno de los grandes
patrimonios de los catalanes». Gran aplauso. Los señores estuvieron
contentos. E inmediatamente después, Borrell, que no es manco, salió y dijo lo
30
�contrario. Que él se comprometía, como candidato, etcétera, a que España
entendiera que el catalán es un gran patrimonio de España.
Y eso es de lo que se trata. Se trata de que en los euros ponga
«España» en catalán, en castellano, en gallego y en euskera. Se trata de que
se traten a las lenguas cooficiales del Estado como lenguas cooficiales del
Estado. El primer día que lo dije, me llamaron de Santa Coloma de Gramenet y
me dijeron: «Maragall, ¿tú has dicho que los niños de Guadalajara tienen que
aprender el catalán?». Digo: «Hombre, yo no he dicho que los niños de
Guadalajara tengan que aprender el catalán», «pues dice la televisión y dice la
radio...» Pero es que hay una radio, de estas radios que hay en Santa Coloma,
que a veces... Pues, «han dicho que tú decías esto». No. Yo lo que digo es
que el catalán tiene que estar reconocido por el Estado español como lengua
propia oficial y que, por lo tanto, tiene que respetarla, tiene que protegerla,
tiene que hacer uso de sus medios, el Instituto Cervantes por todo el mundo,
los canales de televisión internacionales, todos los sistemas de edición,
etcétera, para que el catalán sea conocido. Porque —¡caramba!— el día en
que el Estado español lo haga, los catalanes tampoco nos veremos tan
obligados a hacer eso que tampoco nos gusta tanto hacer, que es hablar
siempre de lo nuestro. ¡Caramba! Pero tienen que empezar ellos, también.
Tenemos que empezar nosotros.
Digamos que el castellano es para nosotros una riqueza inmensa,
inmensa. Y que todo el exilio que hemos tenido, los [Boix Gimperes], los
[ININTELIGIBLE] y los que han estado por América, que se han integrado en
aquel mundo, han sido los mejores embajadores de un mundo que para
31
�nosotros, económica y cultural mente, es el protagonista de la telecomunicación
y de la edición, por ejemplo. Es absolutamente básico. Las principales
editoriales del mundo en lengua castellana están en Barcelona. Y a mí, en
Italia, si una cosa me envidiaban, era esto. Me envidiaban dos cosas: una, y
ahora hablaré de ello, «/'/ modelo catalano», que decían ellos; y la otra, el
hecho de que nosotros tenemos un idioma mundial y ellos no. Y los franceses
tampoco y los alemanes tampoco. Saben que nosotros, como país, como
españoles, tenemos un activo impresionante, que nos permite ir por el mundo
prácticamente sin traducción: a toda América, a América del Sur y, cada día
más, a América del Norte.
Pues éste es el segundo punto del federalismo cultural. El tercero sería
que no sé por qué no hemos hecho más uso del artículo 146 del Tratado de la
Unión Europea —y sobre el que me tuve que apoyar cuando era presidente del
Comité de las Regiones— que dice que en aquellos casos en los que una
comunidad autónoma o región o land tenga competencia exclusiva en una
materia, puede representar al Estado en el Consejo de Ministros. Es decir, los
alemanes, que no tienen ejército ni tienen policía ni tienen Ministerio de
Cultura, porque los americanos no quisieron —reconozcámoslo—: al acabar la
Segunda Guerra Mundial, los aliados no quisieron. Así como la Primera Guerra
Mundial, la liquidaron en el Tratado de Versalles (que fue un desastre, que
obligó a los alemanes a comer pan y agua —creó el fascismo, el nazismo
prácticamente, este tratado), en la Segunda Guerra Mundial los aliados dijeron
«no volvamos a hacer el mismo horror»: Plan Marshall, dinero por delante.
Pero, en cambio, políticamente no. Y les quitamos el ejército, por descontado;
32
�la policía, que es de los lander (todo son Mossos d'Esquadra, para
entendernos, o Ertzaintza, no hay policía nacional). Y les quitaron el Ministerio
de Cultura, porque consideraron que el Ministerio de Cultura tenía mucho que
ver con el ejército, de algún modo. En fin, que a última hora, cuando las cosas
se ponen mal, quien inflama los corazones y carga los fusiles no es un soldado
sino seguramente un maestro, un profesor, un ideólogo o una universidad. Y
se lo quitaron.
¿Y qué pasa ahora? Pasa que cuando la ministra Aguirre se va a
Bruselas, o antes el ministro Solana, o el ministro Solé Tura, ¿se encuentran a
quién? Se encuentran al presidente del land que está presidiendo el
Bundesrat. No, no el presidente; el ministro de Cultura del land que preside el
Bundesrat por votación. En Alemania hay una cosa que aquí no existe, que es
la Bundestreue. La Bundestreue también horizontal, no sólo de abajo a arriba
—ésta tenemos que ir creándola—, sino también —y tenemos que ir creándola
igual— la horizontal, entre unos y otros. Es decir, cuando Baviera representa,
Hessen no se enfada. O cuando Sajonia está presente, los de Hamburgo, que
también es Estado, es Ciudad-Estado, en este momento, todavía, ya veremos
por cuánto tiempo—, pues tampoco se ofenden.
El artículo 146 lo permite. Y, por lo tanto, en cultura, por ejemplo,
Galicia, Euskadi y Cataluña tendrían que enviar a sus consejeros en
representación de España al Consejo de Ministros Europeo de Cultura. Y así
iríamos siguiendo con otros temas en los que podamos tener competencia
exclusiva. Y eso os parecerá que es una cosa que se ha inventado un partido
independentista. No, no. Esto se está aplicando, lo que pasa es que nosotros
33
�no lo hacemos. A nosotros a veces se nos caen los anillos rápidamente. Nos
dicen: «Nosotros ya no podemos ir más lejos porque ya se ha dado muchísimo.
A los escoceses ésos, nada, no les han dado nada». ¿A los escoceses no les
han dado nada? Los escoceses, el otro día lo decía el periódico: «Jueces
escoceses juzgarán en La Haya a los terroristas libios según las leyes
escocesas». ¿Se imaginan ustedes un título similar cambiando Escocia por
Cataluña? En un periódico de Madrid, para entendernos. Podría ser terrible,
podría ser el fin. Pues Escocia, que no tiene nada, tiene esto. Y Escocia, que
no tiene nada, tiene una cosa aún más importante, que es la subsidiariedad.
Esto es lo que yo he aprendido, lo que yo he mamado en Bruselas con los
regionales y con las ciudades. Juntos, ¿eh?
Nuestro presidente quería dividir, él era partidario de dividir regiones y
ciudades. Yo creo que se equivocó. Los propios lender alemanes no quisieron,
dijeron: «la unidad hace la fuerza». Y es verdad. Y la subisidiariedad interesa a
todo el mundo, a unos respecto de los otros. «Subsidiariedad» quiere decir que
las cosas... Lo dice el Tratado de la Unión; en el preámbulo, dice: «La Unión
Europea es una unión de pueblos cada vez más estrecha donde todo se hará
cada vez más cerca, lo más cerca posible de los ciudadanos». Pero el artículo
3b lo niega, porque dice: «La Unión no hará todo aquello que los estados
puedan hacer», y se acaba. No dice «los estados, las regiones y los
municipios». No lo dice.
Ésta es la enmienda que nosotros hicimos en la Conferencia
Intragubernamental y naufragó. Ni [ININTELIGIBLE], ni [ININTELIGIBLE], ni
nada de nada. Los estados no quisieron. Los estados no quieren que lo que
34
�ellos utilizan ante la Unión sea utilizado en su interior por las regiones, o
comunidades autónomas, o nacionalidades históricas, o no. No quieren. Pero
querrán. Tendrán que querer porque al final hay cosas en la vida que no se
pueden evitar. «No se pueden poner puertas al campo», dicen los castellanos.
Con esto pasará exactamente igual. Es tan evidente que si una cosa la sabe
hacer la sociedad no tiene que hacerla el Estado; es tan evidente que no hay
que predicar demasiado para que esto poco a poco se vaya infiltrando, incluso,
finalmente, en las constituciones.
La Constitución italiana, que D'Alema ha presidido la Bicameral que
deben estar haciendo, la segunda parte —porque la primera parte queda tal
como era, que es la del 48 y es el Estado laico, etcétera; la segunda parte
empieza diciendo, artículo 51: «La República Italiana» (decía la «República
Federal» y entonces Berlusconi se opuso y cayó lo de «federal», pero a lo
mejor ahora lo vuelven a poner, con suerte). Dice: «La República Federal
Italiana está formada por comuni, provincie, regioni e estafo». Es decir, el
Estado es una parte de la República. Se ha acabado aquí. Comuni, provincie,
regioni e estafo forman la República.
Artículo 52: «Todo aquello que pueda hacer la sociedad, no lo hará la
Administración
Pública.»
Artículo
53:
«Por
el
mismo
principio
de
subsidiariedad, todo aquello que puedan hacer los órganos más pequeños no
lo harán los más grandes.» Se ha acabado. Estos tres artículos, que se
aprobarán, entre otras razones porque el que era presidente de la Bicamerale,
de la Comisión, Senado, Parlamento, que dirigía D'Alema, y ahora es primer
35
�ministro... Son además ya cosas que están avanzando la legislación
administrativa.
Hay una ley importantísima italiana —ya no los quiero aburrir más sobre
este tema—, pero hay una ley muy importante —como tenemos notarios y
tenemos juristas también aquí—, la del 15 de marzo del año pasado (lo que
llaman la Ley Bassanini) que de hecho aplica todo esto ya a la simplificación
de la Administración. Y en esta ley se dice lo mismo que en la ley escocesa de
los británicos. Se enumeran las cosas que el Estado se queda, no las que se
envían. El gran error, imposible de evitar, de la Constitución española es haber
hecho al revés. La Constitución española dice detalladísimamente qué es lo
que se envía y qué es lo que se comparte, y qué es lo que es concurrente y
qué es lo que es delegable, etcétera. En cambio, los ingleses han dicho, en el
caso de Escocia han dicho: «Westminster will take... El Parlamento británico
mantendrá la defensa, la ocupación, la economía, la embriología y el aborto».
Dos temas por una cuestión de moral anglicana, supongo. Y no dice nada más.
Lo cual significa que todo lo que no se dice se entiende que la cláusula abierta,
la cláusula residual va hacia abajo, es de Escocia.
La ley italiana del 15 de marzo dice una cosa similar. Lo que pasa es
que los italianos, que ya sabemos, son más como nosotros, y entonces dijeron:
«Bueno, cuatro o cinco», y hay veinticuatro. Empezaron con la a, b, c, d y
acabaron con la z. De acepciones, es decir, de cosas que el Estado se queda.
Pero es igual porque, en última instancia, el principio ya está asentado, e Italia
todos sabemos que es lo suficientemente subsidiaria de facto como para que
estas cosas avancen.
36
�Pues bien, el federalismo catalán, la propuesta federalista catalana es
ésta, no es mucho más. No es mucho más que esto. Yo añado una cosa que
entiendo. Esta la pongo absolutamente entre paréntesis porque yo no querría...
Porque además ya es muy tarde y tiene que haber un poco de coloquio si es
que alguien quiere preguntar. Pero yo creo que de verdad, tendríamos que
hacer un esfuerzo por convencer a la clase política española de que veinte
años después de la Constitución... veinte años. Es decir, cuando ya la mitad de
la población que votará el año que viene tiene treinta y nueve años y, por lo
tanto, más de la mitad de la población no ha votado la Constitución. Cuando
hace veinte años que hicimos una Constitución cuando no estábamos ni en
Europa ni en la OTAN y no se habían creado las diecisiete comunidades
autónomas, sólo se había dicho «nacionalidades y regiones», pero no decía
cuáles y no lo podía decir porque no estaban... Quizá sí que el mínimo
esfuerzo que tenemos que hacer ante la juventud —que ya no es tan joven,
porque llegan a los cuarenta años— es leer en voz alta la Constitución que
hicimos, los que somos un poco mayores, y ver si la entienden y les gusta.
No estoy diciendo ahora si se tiene que releer, si se tiene que retocar.
Hay una cosa que se tiene que retocar, que es el Senado. Pero en esto todo el
mundo ya está de acuerdo. Y en el Senado, por favor, los catalanes juntos. En
el Senado, tenemos que coger la Propuesta Rigol y, a partir de la Propuesta
Rigol y la Armet —y otras, en fin, contribuciones que hay— hacer una
propuesta catalana de Senado. No hagamos la tontería inmensa de dividirnos
en este tema, porque es el arma más grande que tendremos.
37
�Aún no entiendo yo por qué este año no ha habido el debate sobre las
autonomías. Supongo que ha sido por el tema vasco y es comprensible. Pero
de aquí a tres meses no debería haber ningún motivo para que no se pudiese
hacer. Enseguida dirán que hay las elecciones de junio. En fin, siempre
estamos igual. El debate de autonomías en el Senado es el sitio donde Jordi
Pujol va a hacer lo que debería haber hecho más —creo yo, modestamente, y
con todo el respeto que le tengo—: debería haber ido más a hacer este
discurso, como el que hizo en la Carlos III. Se tendría que haber prodigado
más, tendría que haber hecho más pedagogía, porque él la hace bien. Y os lo
digo porque he estado en Andalucía y, no es tanto como dice el corresponsal
de La Vanguardia, pero es cierto que no cayó mal.
De modo que lo que tenemos que hacer más es justamente eso, más
pedagogía, generar confianza y nos darán confianza. Si no la generamos
nosotros, no nos la darán. Y yo creo que, con toda franqueza —y quieren un
resumen— que debemos dejar tranquilas las cifras, de momento; que unos, si
quieren, opten por la movilización en la calle y todo eso, que hagan. Nosotros
optaremos por la discusión seria, amistosa y exigente. En la comida ésta del
The Economist me preguntó el presidente de la comida, dice: «¿Qué dirás
sobre este tema?». Y le dije: «Hombre, diré que nosotros seremos igualmente
exigentes, pero menos patosos». Finalmente no lo dije, pero aquí sí que os lo
digo, porque estamos en casa y por lo tanto no hay tantos problemas en este
sentido.
La confianza es la palabra clave. La confianza y la perseverancia. Mil
veces nos negarán y mil veces volveremos a insistir. Debemos tener una
38
�estrategia para todo el Estado y para Europa. Un compromiso de relectura
cada veinte años, no cada cinco años, como hacen en el Quebec. Nosotros
tenemos que jurar, sobre la Biblia de la Constitución, que cada cinco años no
pediremos
que
se
cambie
o
que
haya
un
referéndum
sobre
la
autodeterminación. Porque es que si no, no podremos ni invertir. No invertir los
que tienen dinero para invertir, no. ¡Ni la gente que cursa carreras sabrá cuál
escoger! Un país que se plantea cada cinco años preguntarse qué es, o si es o
no es, es un país perdido. Y de hecho, el Quebec ha perdido mucho. Yo ya sé
que esto se utiliza mucho por el otro extremo, por el extremo del nacionalismo
estatal, y de una forma excesiva; pero es verdad. Nosotros nos tenemos que
comprometer ante España a pedir una relectura de la Constitución cada veinte
años, no cada cinco. Aparte de los detalles —que esto los americanos lo hacen
cada año, o los alemanes, cada año uno o dos pequeños.
Una estrategia para todo el Estado y un compromiso de relectura cada
veinte años. Estudiar qué pasa y seguir muy de cerca qué pasa en Italia y en el
Reino Unido. No descartar un margen de autonomía en los tipos. Permitidme,
eso sí, un poco de [ININTELIGIBLE] fiscal —yo no veo tanto problema en esto,
los americanos lo tienen y los ayuntamientos también. Y no pasa nada, no se
exclama tanto todo el mundo. Insistir en el gasto equitativo. Esto es básico. Y,
repito, atreverse a arriesgar con prudencia, pero una y otra vez.
Hay un artículo de un escritor de finales del siglo pasado, catalán, que
se llamaba La patria nueva (lo escribió en castellano) y en él decía: «Cada vez
que el catalanismo...». Cada vez que el catalanismo pierde una batalla, en
España, en Madrid, hay voces que dicen: «Hemos ganado». Y entonces
39
�nosotros preguntamos: «¿Quién habéis ganado?». Dice: «Nosotros». Y les
pregunta: «¿Y quiénes sois vosotros?». Dice: «Nosotros somos la patria».
«¿Qué patria?» «La única, la que hay». Entonces, él dice: «Nosotros nos
tenemos que acostumbrar a que cada vez que el catalanismo gane una batalla,
podamos decir: "España ha ganado". Y entonces nos preguntarán: "¿Qué
España?". Y nosotros diremos: "La nuestra". "¿Y quién sois vosotros?"
"Nosotros somos los que hacemos patria nueva."»
Esto es lo que tenemos que hacer y cuento con ustedes para ello.
40
�
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04.02. Activitat política
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Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
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Conferència de Pasqual Maragall Cercle Financer: La propuesta catalana
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An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
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1998-11-30
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Conferència
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A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Catalanisme
Independència
Espanya plural
Catalunya
Territoris
Acció política
Economia
Description
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Traducció al castellà de la conferència dita originalment en català.
Spatial Coverage
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Cercle Financer
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Discursos i conferències
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https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/2780/200007_CursoVeranoelEscorial_PM.pdf
5ea4604ce5d86c9f8ada71d3fcc36632
PDF Text
Text
(Resumen de la intervención de Pasqual Maragall en
los cursos de verano de la Universidad Complutense
de El Escorial / j u l i o 2000)
Nuestra propuesta federal
. El federalismo es un método: construir el todo
desde la parte.
. Pero, también, un espíritu: el que fundamenta el
principio de subsidiariedad.
. Un federalismo desde abajo, que reconoce y
respeta la diferencia, que articula de maneras
diversas las realidades que son diversas. Un
federalismo que se basa en dos columnas: la
igualación en servicios y estándares de vida de los
ciudadanos de todas las partes federadas; es decir,
que es solidario con las partes menos desarrolladas.
Pero un federalismo que no confunde la solidaridad
con la uniformidad.
. Nuestra propuesta federal quiere convencer a
España que su pluralidad es su gran riqueza: no es
su problema, es la solución de su problema. Y es la
llave de su identidad futura. ¿Es que Gran Bretaña y
Estados Unidos, por ejemplo, no tienen diversidad?
La tienen. Y Gran Bretaña -aunque no se llame
federal - está haciendo devolución de poderes a sus
territorios singulares.
. ¿Qué significa contribuir a la construcción de la
España plural? ¿Qué quiere decir en definitiva, aquí
y ahora, la España federal que proponemos?
�2
. ¿Qué diferencias hay entre nuestra propuesta
federal y lo que proponen los nacionalistas? El
nacionalismo catalán empieza la Declaración de
Barcelona diciendo: Puesto que todo ha ido mal,
vamos a cambiarlo. Y nosotros empezamos
diciendo: Puesto que todo ha ido bastante bien,
podemos ir más lejos. Se trata de discutir no de
dinero y poder, sino de objetivos compartidos, que
se refieren al dinero, que se refieren al poder, que
se refieren al Senado, que se refieren a la justicia y
que se refieren a la cultura. Y esos objetivos se
pueden compartir.
. La España plural significa:
Federalismo fiscal
• Que Catalunya, y las otras comunidades
autónomas del artículo 151 de la Constitución en
proporción a sus competencias, obtengan los
mismos resultados en gasto público por habitante
que Euskadi. En un horizonte de un máximo de
20 años. Hemos dicho los mismos resultados, no
necesariamente el mismo procedimiento.
• Que el Estado llegue el año 2005 a una
distribución del gasto público más favorable a los
ayuntamientos, a la proximidad y a la sociedad
civil, limitando su participación - sin pensiones ni
amortizaciones de deuda pública - al 40% , y
�3
• Que el Estado invierta la misma cantidad de
capital por habitante en las áreas metropolitanas
españolas de más de un millón de habitantes. Hoy
Madrid, Barcelona y Valencia, y en un futuro
extender la igualación a otras ciudades del grupo
de las siete grandes (Sevilla, Bilbao, Zaragoza y
Málaga).
• Que las autonomías paguen en proporción a su
riqueza y reciban en proporción a su población.
. Nos parece desde Catalunya que este es un
objetivo que se puede asumir. Tiene la virtud de
insistir en la cohesión y la virtud adicional de limitar
el esfuerzo en el tiempo. Está en la línea de la
reciente sentencia del Tribunal Constitucional
alemán para la cohesión entre los territorios ricos y
pobres de la República federal y en la línea del
consejo europeo respecto a la cohesión entre
naciones o estados.
. Lo que ha de quedar claro es que nuestra
propuesta federal desde el punto de vista fiscal
insiste en tres cosas:
. Que lo importante no es discutir solamente qué
impuestos concretos y qué gasto concreto se
redistribuye (La fórmula Zaplana, que parece
aceptada por los nacionalistas catalanes, es
bastante parecida a la que ya avanzamos nosotros
el año 1996: insistir en los impuestos indirectos y
no sólo en el impuesto sobre la renta). Lo
importante es ponerse de acuerdo en los objetivos
que perseguimos.
�4
. Que el federalismo fiscal no es auténtico
federalismo si no comporta un cierto margen de
libertad en el establecimiento de los tipos
impositivos - cosa que puede aligerar también los
problemas derivados de la mayor demanda de
servicios de la población a medida que aumenta la
renta y que de paso garantiza la única
corresponsabilidad fiscal de las autonomías. Hoy
ausente.
. Que la discusión sobre los objetivos del
federalismo fiscal no se puede ir retardando hasta
finales de 2001, tal como está previsto, para entrar
en vigor el 2002. Esto supondría, contando con los
plazos de entrada en vigor efectivo del sistema, que
no se aplicaría totalmente hasta la siguiente
legislatura. Esto introduce un grado de
incertidumbre política inaceptable. Los socialistas
catalanes proponemos que la discusión empiece
ahora, que en ella seamos todos y que en el plazo
de un año se hayan fijado unos objetivos estables
para los próximos años.
. En resumen: los catalanes ofrecemos un cuadro
estable de relaciones fiscales y financieras de
carácter federal, equitativos, duraderos,
corresponsables y suficientes para eliminar los
fantasmas del rencor y de la desconfianza entre
comunidades.
. De otra manera, iríamos empujando hacia el
futuro los problemas del presente sin resolverlos del
todo. Si España ha resuelto en los últimos 20 años
buena parte de las cuestiones pendientes desde el
98 del siglo XIX, ahora ha de resolver éste.
�5
. Pero España también ha de resolver lo que
nosotros llamamos federalismo cultural, judicial y
político. Ahora, veinte años después de la
Constitución, ha llegado el momento de proclamar
algo que la propia Constitución podía reconocer
genéricamente pero no específicamente, porque las
autonomías todavía no existían.
Federalismo cultural
. En el terreno cultural y simbólico planteamos el
tema desde los principios de siempre. Y en cultura
los principios son el reconocimiento de la existencia
de idiomas, de derechos, de culturas diversas en
este país, y la necesidad de que el Estado, que por
Constitución tiene la obligación de hacerlo, los
proteja.
. Los cuatro idiomas españoles, el castellano, el
catalán, el vasco y el gallego, han de estar
protegidos por el Estado y estar presentes en sellos,
pasaportes y documentos de identidad, en las
emisiones del euro y en las instituciones culturales
españolas de todo tipo.
. De la misma manera, Catalunya defenderá y
protegerá el castellano como una inmensa riqueza
propia, cerrando así el largo período histórico de
justificado resentimiento por la continuada
persecución del catalán e imposición del castellano,
que duró dos siglos.
. Por otra parte, es imprescindible que en todas las
escuelas de España se explique una historia que sea
�6
la Historia Común de los Pueblos de España, que no
es lo mismo que la Historia única - o común - de
España (tema éste muy de actualidad).
. ¿Qué quiere decir la Historia Común de los Pueblos
de España? Quiere decir que hay una historia
específica de cada nacionalidad o región que nos
atañe a todos y que para que las nuevas
generaciones se formen en la realidad plural de
España han de conocer también los grandes rasgos
de estas diferentes historias, que en definitiva es la
historia común de todos. A modo de ejemplo, en el
resto de España han de conocer qué pasó el 11 de
setiembre de 1714 en Catalunya para entender qué
pasa ahora el 11 de setiembre en Catalunya. Y así
iríamos siguiendo con las respectivas
especificidades.
. ¿Y por qué este empeño? Porque la educación es
la fuente del entendimiento, y el entendimiento es
el cimiento de la España plural, el único cimiento
duradero.
. Federalismo es también esto: educación en la
pluralidad. Y en el reconocimiento por parte del
Estado de la existencia en su seno de realidades
diferentes que la Constitución proclama, pero que
no enumera. No las denomina porque las
comunidades autónomas llegaron después y por
tanto, cuando la constitución dice "España tiene
nacionalidades históricas y regiones" luego no dice
cuáles son. Y no es fácil de decir, porque antes
hemos hablado de tres, pero Aragón en su estatuto
tiene lo que es, ¿y quién duda que la Corona de
Aragón es histórica? Y Valencia podría decir lo
mismo. ¿Y quién duda de que la insularidad es un
�7
elemento de diferencia - geográfica en este caso enormemente importante?
. Por tanto, ¿qué tiene qué hacer el Estado? No
tiene que quedarse atado por una Constitución que
no lo ata.
Federalismo judicial
. En el campo judicial, los socialistas catalanes
estamos por la transferencia a los Tribunales
Superiores de Justicia de las competencias del
Tribunal supremo en materia de casación de
sentencias. Este es uno de los aspectos de la
necesaria reforma, agilizacion y acercamiento de la
justicia al ciudadano.
. Entendemos que la casación en los Tribunales
Superiores autonómicos ha de tener una excepción.
Por ejemplo, si un ciudadano gallego obtiene una
sentencia más favorable que un ciudadano catalán
en las mismas circunstancias, este último puede
recorrer a Tribunal Supremo español pidiendo el
mismo trato.
Federalismo político
. Finalmente, el principal objetivo de la propuesta
catalana en materia política es la conversión del
Senado en lo que el artículo 69.1 de la Constitución
proclama: la cámara de los territorios. También
como es conocido, la necesidad y la factibilidad de
que instituciones del Estado se radiquen en
Catalunya, también, por su especificidad, en otras
nacionalidades o regiones.
�8
. La corrección efectuada por la Presidenta del
Senado en su inicial disposición a la reforma
auténtica (para convertirla a la práctica en una
mera reforma reglamentaria) se basa en el artificio
de igualar a los territorios autónomos a los
municipios y provincias a estos efectos.
. Nuestra propuesta catalana apuesta por un
Senado de los territorios según el modelo alemán.
Un Senado decisivo en temas territoriales, forum
habitual de la discusión de los objetivos de reparto
fiscal y competencia, en el cual los presidentes
autonómicos han de ser senadores natos y el resto
de senadores representando los territorios y
formando grupo territorial. He dicho grupo
territorial, que no grupo político.
. No estamos en contra, si no todo lo contrario,
somos totalmente partidarios de la presencia de
alcaldes-senadores en la representación autonómica
correspondiente.
Conclusión
. Hasta aquí nuestra propuesta federal resumida en
los cuatro puntos que he mencionado.
. ¿Para llevarla a cabo, hemos de reformar la
Constitución? Esta expresión, "reformar", a veces
sugiere lo que no es. En todo caso, lo que si hemos
de acabar es con el tabú de la Constitución
intocable.
. Porque es reconocido, en el campo político y en el
campo académico, el carácter abierto de nuestra
�9
Constitución, que es el que ha permitido
precisamente la construcción del Estado
autonómico.
. Un sistema complejo, como el Estado de las
Autonomías, que aspire a mantenerse y a avanzar y
modernizarse ha de ser abierto y adaptable.
. El consenso de partida que hizo posible la
Constitución de 1978 exige su continuidad a través
de un pacto constitucional permanente o de su
renovación periódica.
. A nuestro entender, están fuera de la realidad las
propuestas de cerrar el modelo de Estado y también
las que consideran intocable la Constitución. Son
actitudes que esconden la defensa de una España
que ya no existe.
. Porque una cosa es proponer el "cierre del
modelo", como hace el PP, y otra muy distinta es
querer dar nuevas perspectivas al Estado
autonómico a partir de la corrección de sus
disfunciones y de sus desequilibrios.
. He dicho muchas veces que somos diversos y
tenemos intereses comunes. Esta es una de las
definiciones del federalismo y, en nuestro caso, de
la España federal.
. Y es a partir de ahí, de que somos diversos y de
que tenemos intereses comunes que hemos de
avanzar. Hemos de avanzar juntos pero con nuestra
diversidad.
�
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04.02. Activitat política
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Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
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Resumen de la intervención de Pasqual Maragall en los cursos de verano de la Universidad Complutense de El Escorial
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Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2000-07
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
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Textual
Language
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Castellà
Subject
The topic of the resource
Federalisme
Espanya plural
Catalunya
Acció política
Description
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9 p.
Spatial Coverage
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San Lorenzo de El Escorial
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Discursos i conferències
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https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/2677/030830_PSOE_Declaracion_de_Santillana.pdf
707b85c376ff505fcf00b977e659f387
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Text
PROCEDIMIENTO
DE ELABORACION
La España Plural: La España Constitucional,La España Unida,
La España en Positivo
DE CANDIDATURAS
consejo territorial
30 agosto 2003
�Partido
Socialista
Obrero
Español
Introducción: la España Plural es la España Unida
Estamos en el comienzo de un curso político crucial, cuajado de citas con las
urnas, que nos conducirá a la decisiva opción que la ciudadanía va a efectuar en
Resolución
del Consejo
Territorial
marzo de 2004. El proyecto socialista para España, con el que concurriremos a
las distintas contiendas electorales, arranca de la Constitución y se proyecta,
desde ella, hacia Europa y hacia el mundo del siglo XXI. No podría ser de otra
manera: los socialistas contribuimos decisivamente al pacto constitucional y a la
construcción del Estado de las Autonomías así como a la integración de España
en la Unión Europea.
Somos la única fuerza política democrática que apostó por adoptar y afirmar
todos y cada uno de los pilares de nuestro actual Estado Autonómico. Votamos
sí al referéndum de la Constitución. Votamos sí al referéndum del Estatuto de
Autonomía del País Vasco. Votamos sí al referéndum del Estatuto de Autonomía
de Cataluña. Votamos sí al referéndum del Estatuto de Autonomía de Galicia.
También votamos sí al referéndum del Estatuto de Autonomía de Andalucía, que
marcó un jalón decisivo en el proceso autonómico toda vez que demostró que
la voluntad democrática de la ciudadanía era un título tan válido para acceder a
la autonomía como la Historia, el pasado o cualesquiera tradiciones de autogobierno o sentimiento identitario. A partir de aquí fue posible construir el mapa
autonómico -17 Comunidades Autónomas y 2 Ciudades Autónomas, cuyos
Estatutos, todos, impulsamos decisivamente- del que actualmente disfrutamos.
Y fue bajo un Gobierno socialista, cuando los españoles alcanzamos una ambición que trascendía a varias generaciones: la incorporación de España a Europa
y a las etapas de su construcción constitucional.
Nuestra visión de España sigue siendo la misma que hace ya veinticinco años,
contribuimos a incorporar a la Constitución. Una Constitución que supuso un
gran avance conceptual de cuya cabal comprensión la derecha más reaccionaria
se encuentra todavía muy lejos. Nuestra Constitución reconoce y consagra una
nación española cuya unidad es compatible con el reconocimiento del derecho
a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, sobre la base
de la solidaridad entre sus pueblos y del respeto a su diversidad social, política,
lingüística y cultural.
La Constitución de 1978 consagra, pues, por fin, una coincidencia feliz entre la
España legal y la España real. Esta España real es una España plural, respetuosa con su diversidad, que no sólo no niega las diferentes identidades que la con-
2
�Partido
Socialista
Obrero
Español
forman, sino que se muestra orgullosa de esa pluralidad. De esta forma, el pluralismo se incorpora como un elemento intrínseco de su identidad y como valor
superior del ordenamiento jurídico. La Constitución afirma una autonomía que
es libertad, identidad y pluralidad, y se sitúa en las antípodas de una concepción
Resolución
del Consejo
Territorial
sectaria, impositiva y uniformadora de nuestro país.
Esta es la mejor virtualidad de nuestro Estado Autonómico: la conjugación de la
pluralidad con el debido respeto a la singularidad dentro de un marco común,
dentro de una realidad histórica y de un proyecto compartido de convivencia en
un orden de libertades; eso es España para nosotros. El Estado Autonómico no
solamente es respetuoso con la pluralidad de las autonomías sino que lo es también con la singularidad y la particularidad que puedan hacer valer –sin quebranto de los principios constitucionales y los derechos iguales de los ciudadanos– las Comunidades Autónomas o cada Comunidad Autónoma.
Porque, efectivamente, el Estado Autonómico reconoce diversas singularidades.
Así, por ejemplo, la lengua cooficial es una singularidad que no es homogeneizable. Tiene características propias y plantea cuestiones específicas en el ámbito
educativo, en el ámbito de los servicios públicos, en el ámbito de la administración de justicia, de la integración social, del etiquetaje, de la cinematografía y de
la cultura. Lo mismo ocurre con el derecho civil, foral o especial que no existe en
todas las Comunidades Autónomas; o los regímenes económico-fiscales específicos, protegidos por la Constitución, no son generales para todas la
Comunidades. Hay singularidades en el Estado Autonómico, pero dicho esto, el
conjunto tiene que tener sentido. Para los socialistas, la prioridad de nuestras
políticas es la defensa activa de la igualdad de los ciudadanos en el disfrute de
sus derechos. No hay en ello sombra de incompatibilidad con el principio autonómico. Pero afirmamos claramente: La igualdad en derechos y de oportunidades debe prevalecer. Ni puede haber discriminaciones ni desigualdad en derechos ni de oportunidades, por lo que asegurar la igualdad de derechos y oportunidades de todos los españoles es la misión prioritaria del Partido Socialista.
Los españoles hemos construido con éxito ese proyecto común que es para nosotros la España autonómica. Hemos, asimismo, aprendido de la experiencia vivida
en estos 25 años. Una experiencia de la que podemos extraer una enseñanza clara:
la esencia de la unidad de España es el reconocimiento de su pluralidad.
Y nada aleja más a España de su unidad que la imposición y el centralismo. Pero
esa experiencia también aconseja no quedarse quietos: queremos y podemos
3
�Partido
Socialista
Obrero
Español
mejorar el funcionamiento de nuestro Estado Autonómico. Por lo aprendido,
pero también para encarar en la mejor disposición las nuevas necesidades de
presente y de futuro de la sociedad española. Las pautas de esa mejora están en
la propia Constitución: participación, coordinación y colaboración. En definitiva,
Resolución
del Consejo
Territorial
se trata de perfeccionar, a través de una mayor participación de las
Comunidades Autónomas, la realidad compartida que es España.
Los españoles merecen un partido de Gobierno que plantee soluciones a los
problemas de los ciudadanos en lugar de concentrarse en crearlos o en crispar,
confrontar, atacar y dividir. Somos ese partido. El PSOE, tan decisivo en la construcción del Estado Autonómico, va a volver, 25 años después, mal que le pese
a la derecha y a los nacionalistas, a liderar el Gobierno de la España de las
Autonomías, profundizando en el autogobierno, garantizando la cohesión y la
solidaridad y acometiendo desafíos en relación con problemas de funcionamiento identificados desde hace tiempo. Y encarando así, además, en mejores
condiciones los nuevos retos de futuro.
El PSOE ha mantenido una línea coherente, en su discurso y en su práctica,
desde el día en que abordamos la adopción de la Constitución junto al nacionalismo democrático y una derecha entonces dialogante. Siempre hemos sabido
cuál es el modelo territorial que mejor convenía a España y a su bienestar, el que
mejor refleja la diversidad de identidades y la convivencia entre ellas. No somos
nacionalistas. Nunca hemos hecho ni haremos de tan esencial cuestión bandería de partido, ni objeto de doble juego, ni de doble rasero. Nuestra oposición
frontal a todo segregacionismo o pseudo-soberanismo, ya venga del PNV o de
CiU, lo es por razón de principios y no de interés partidario, coyuntural, propagandístico. Frente a los separatistas y a los separadores, a los que quieren dividir y a los que utilizan las tensiones segregacionistas para sus fines partidarios,
el PSOE siempre ha estado y está en la Constitución. Siempre en la España plural. Siempre en la práctica del diálogo institucional. Y siempre en la ambición de
conseguir un máximo grado de consenso para acometer las reformas que conquisten el futuro.
Esto es un proyecto de Estado y una comprensión real de lo que es nuestra
sociedad. Todo lo demás son tácticas que piensan muy poco en la Historia de
todos, de España y de los españoles, y menos aún en su futuro.
El PSOE, desde el 35 Congreso de julio de 2000, ha deliberado y adoptado por
unanimidad de todos sus órganos federales toda una serie de documentos
4
�Partido
Socialista
Obrero
Español
donde pone de relieve estos desafíos y ofrece respuestas. “Una ciudadanía
plena: ciudades, autonomías, España y Europa”, aprobado por el Comité
Federal en febrero de 2002, el “Manifiesto socialista para la España autonómica del siglo XXI”, y el “Programa Marco Autonómico para las elecciones del 25
Resolución
del Consejo
Territorial
de mayo”, aprobados ambos por la Conferencia Autonómica de enero de 2003,
así como el posicionamiento del PSOE para la Convención Europea titulado
“Una Constitución Europea para la paz, la solidaridad y los derechos humanos”, son, entre otros, documentos donde se definen de forma nítida los retos y
las soluciones que los socialistas planteamos para nuestro Estado Autonómico.
Sólo desde la mala fe o el propagandismo sectario se puede mentir pretendiendo que el PSOE necesite definir un modelo del Estado. Nuestro modelo de
Estado se basa en la Constitución y el bloque constitucional: lo llamamos Estado
de las Autonomías. Esta resolución, pues, no es el punto de partida de nada: es
la prolongación de una labor histórica, continuada y constante.
Para nosotros, el objetivo político sigue siendo el mismo: que todos los españoles se sientan cómodos siéndolo tal y como lo quieran ser; que el espacio
común y compartido sea habitable y aceptable para todos en un orden que
garantice la igualdad de derechos y libertades ciudadanas.
Para los socialistas, España es, sobre todo, democracia, libertad, igualdad, pluralismo y justicia. Es la garantía de los derechos fundamentales y del bienestar
de los ciudadanos. El PSOE, al contrario que la derecha, no pretende confiscar
España para su propio provecho. Los socialistas queremos a España que ni
necesita ser inventada ni se encuentra en discusión. España es y ha sido siempre la pasión de los socialistas. España son los españoles que la hacen en su
Historia y en cada generación.
El modelo de Estado que propugnamos constituye un instrumento al servicio
de un valor, una ciudadanía plena, formada por ciudadanos, hombres y mujeres, libres, responsables de su destino, activos, que deliberan y participan en
las instituciones democráticas.
Han pasado casi ocho años desde que el PP gobierna en España. Hoy vivimos el
momento de mayor crispación, división social y territorial de nuestro país de los
últimos 25 años. Es evidente que alguna responsabilidad es imputable a los
gobiernos de José M. Aznar. Porque los suyos han sido gobiernos que, en lugar
de dialogar, han confrontado; que en lugar de consensuar, han impuesto; que en
lugar de integrar, han dividido. El inmovilismo que históricamente ha caracteri-
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
zado a la derecha en nuestro país, cuando no su propensión a la contrarreforma
o a las “relecturas” de los avances democráticos, comportan, sin duda, una
influencia negativa para la estabilidad territorial que la España plural necesita y
reclama. Probablemente, el ejemplo más sangrante es el desprecio de los
Resolución
del Consejo
Territorial
gobiernos de Aznar por el diálogo institucional entre Estado y CCAA y entre las
propias CCAA: quien se llena la boca retóricamente de Constitución ha venido
infringiendo la obligación consagrada en el Reglamento del Senado de celebrar
anualmente un debate monográfico sobre el Estado de las Autonomías para
debatir los problemas que a todas ellas afectan.
En los últimos años, además, hemos asistido a un intento por parte del Gobierno
del Partido Popular de apropiarse de la Constitución. Nada más lejos del espíritu
constitucional que la pretensión de patrimonializar para su beneficio político lo que
por su gestación y por su propia naturaleza pertenece a todos. No hay nada más
inconstitucional que apropiarse de la Constitución. No hay nada más opuesto a la
Constitución que utilizar de manera excluyente una norma que se concibió justamente para ser patrimonio común e integrador de todos los españoles.
Frente a esta derecha que, en lugar de integrar crispa, confronta y divide, el
PSOE quiere volver a liderar, desde el consenso y la participación, las reformas
necesarias para adaptar nuestro Estado Autonómico a la realidad actual. Para
aumentar el sentimiento de pertenencia, de convivencia, y, consiguientemente,
de seguridad, de lealtad en lo común y de confianza recíproca entre los múltiples actores de nuestro sistema constitucional.
El mundo está asistiendo a cambios espectaculares. Para ganar el futuro, España
y sus instituciones deben aprestarse a sumar, a cooperar y a dotar a los ordenamientos autonómicos de todas las potencialidades para afrontar estos retos.
Nuevas realidades como son la integración y ampliación de Europa, la
Constitución Europea, el fenómeno de la inmigración, la apertura de nuevos
espacios económicos y comerciales, la globalización de los derechos humanos
y de la democracia, de su legalidad y su cultura cívica, la incidencia de una justicia universal para la garantía de los derechos humanos y el nuevo orden global, un mayor nivel de exigencia de los ciudadanos hacia sus representantes en
las instituciones y la mejora de la calidad de nuestra democracia, son todos ellos
aspectos esenciales que deben inspirar nuestro ordenamiento constitucional y
autonómico. A la adaptación a estos fenómenos de nuestras instituciones estatales y autonómicas y a perfeccionar la actual estructura del Estado se dirigirán,
principalmente, las reformas propuestas por el PSOE para anticipar el futuro.
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
Nuestra propuesta de perfeccionamiento del Estado Autonómico supone asumir, con coraje, el deber de postular reformas institucionales concretas y específicas allí donde las consideramos necesarias, oportunas, y coherentes con la
mejora de los mecanismos de autogobierno. Nuestro objetivo, en suma, es
Resolución
del Consejo
Territorial
poner nuestro orden territorial en plena forma para que el país en su conjunto y
cada territorio en particular puedan alcanzar las máximas cotas de progreso, bienestar, libertad, igualdad y justicia. Y ello, para conseguir más solidaridad, cohesión social e igualdad de derechos y de oportunidades, que son los objetivos que
siempre han guiado y seguirán guiando nuestro quehacer político.
Los elementos principales de esta propuesta son los siguientes:
1. Reforma del Senado
El Senado diseñado en 1978 no está preparado para asumir el papel crucial que
debería desempeñar en uno de los Estados más descentralizados del mundo
como es hoy España. Países como EEUU, Alemania, Suiza, Austria, Australia o
Bélgica sí disponen de segundas cámaras adecuadas a su propia esencia de
Estados descentralizados. Sencillamente, en 1978 era imposible prever el formidable desarrollo autonómico alcanzado posteriormente, que ha superado claramente todas las expectativas entonces barajadas. Veinticinco años después,
necesitamos un Senado adaptado a la actual realidad. El propio espíritu constitucional así lo demanda.
El Senado en los Estados compuestos no puede limitarse a amplificar la misma
mayoría que en el Congreso, cuando no a deformarla, o a sesgarla, sino que
debe cumplir una función de participación territorial. Y cuando decimos participación territorial, no hablamos sólo de representación sino de contribución de
las CCAA a la formación de la voluntad del Estado en las decisiones que les afectan. Esa es precisamente la función que echamos de menos en España. Teniendo
una Cámara prevista para ello, no cumplimos con los cometidos para los que
estaba establecida. El déficit del Senado no es solamente un déficit de representación, en el sentido de que su composición no refleja suficientemente la realidad autonómica del país. Pero el déficit del Senado es también un déficit de
participación. Es decir: no produce el efecto de que las Comunidades
Autónomas, con su propio y específico peso político y su importancia política,
puedan participar activamente en la formación de la voluntad del Estado y sentirse, por tanto, protagonistas del proceso decisorio.
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
Por ello, los socialistas impulsaremos, desde el consenso, la reforma constitucional del Senado para que cumpla su función y se convierta en una auténtica
cámara de representación, participación e integración de las Comunidades
Autónomas en el Estado Autonómico.
Resolución
del Consejo
Territorial
Es necesario también dotar de capacidad al Senado para promover, con iniciativa propia, grandes planes, nacionales o de cooperación, entre Estado y
Comunidades Autónomas, en los que puedan ser acometidos el diseño y la ejecución de políticas que en estos momentos resultan difíciles, casi impensables,
porque requieren esfuerzos de aproximación y de distribución de responsabilidades desde el principio.
Son los llamados Planes Comunes de Cooperación. El de la inmigración es uno,
para el que hace falta claramente una gran estrategia nacional y que no puede
solventarse ni con parches, ni con un bilateralismo miope entre una Comunidad
Autónoma y el Estado, de espaldas a todos los demás. Estos instrumentos de
cooperación se podrían también utilizar para poner en marcha iniciativas conjuntas de infraestructuras, con la política del agua, o de carácter medioambiental; o
para crear un nuevo modelo de seguridad pública en el que se integren varias
administraciones y niveles de gobierno; o para el desarrollo actual y moderno de
la Justicia a través de la participación de las CCAA en funciones de gobierno interno de la Administración de Justicia en ámbitos no judiciales; o para la configuración del modelo de Justicia de proximidad; o para lograr la integración de los servicios de inspección, gestión, recaudación y liquidación tributaria.
2. La integración de la España Autonómica en Europa
En España, el proceso de integración en la Unión europea- y por tanto, de transferencia de soberanía y competencias a las instituciones europeas- se ha desarrollado al mismo tiempo que se producía una importante descentralización política desde el Estado a las Comunidades Autónomas. Este proceso paralelo a lo
largo de dieciocho años ha ido formalizando una legítima aspiración: la participación más activa y directa de las Comunidades Autónomas en el ámbito comunitario, pues es allí donde se formulan y se toman decisiones que les afectan.
En los últimos siete años no se ha avanzado nada en reforzar el principio de cooperación y colaboración entre el Gobierno y las Comunidades autónomas que
en el ámbito de la política comunitaria es imprescindible. Así, la legítima aspiración de las Comunidades Autónomas a participar más activamente en las deci-
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
Resolución
del Consejo
Territorial
siones de la Unión Europea que afectan a sus políticas de gobierno es hoy, más
que nunca, una necesidad para el buen funcionamiento de nuestro Estado
Autonómico.
En este momento, en el que la Unión Europea avanza en su construcción hacia
la adopción de una auténtica Constitución Europea, que culminará el próximo
año, en España tenemos que resolver esta laguna de nuestro funcionamiento
institucional.
Los gobiernos y parlamentos autonómicos elegidos por sus ciudadanos deben
decidir y aplicar políticas que vienen determinadas por un sistema competencial
definido en la Constitución, en los Estatutos de Autonomía, y en abundante jurisprudencia constitucional. Además, nuestra pertenencia a la Unión Europea nos
sitúa ante una realidad en la que una importante cantidad de políticas comunes
europeas afectan a competencias autonómicas, ya sean éstas de carácter exclusivo o compartidas con el Gobierno de España. Todo ello, en fin, avala la necesidad de reformar el Senado en el sentido de convertirlo en una verdadera cámara autonómica en la que pueda abordarse correctamente la gestión del principio
de subsidiariedad, tema clave en un sistema de reparto de competencias de la
Unión no basado en un catálogo rígido y todavía más importante para estados
autonómicos como España, que añaden su propia distribución competencial,
directamente entroncada con la europea.
Es ésta una realidad que ningún Gobierno responsable puede permitirse ignorar, si queremos que nuestro Estado funcione y funcione bien.
Los socialistas proponemos, desde hace tiempo, mecanismos de participación
activa de las Comunidades Autónomas en la toma de decisiones comunitaria. Ni
más ni menos que los utilizados por otros estados miembros de la Unión que,
con estructuras políticas similares a la nuestra, han probado excelentes resultados en este ámbito.
Así, la perspectiva de profundizar en las relaciones entre las Comunidades
Autónomas, el Gobierno de España, y la Unión Europea debe asociarse a la
reforma del Senado, como Cámara de representación territorial y foro de integración de todas las voluntades. Es la forma en la que se articulan otros países
de la Unión, y sin duda el órgano constitucional más válido para garantizar el
principio de lealtad.
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
Pero hasta que la reforma no sea un hecho, seguiremos proponiendo mecanismos que hagan posible esta participación, tales como la inclusión en la delegación española ante el Consejo de Ministros de la Unión Europea, y en sus órganos auxiliares, de representantes del conjunto de las Comunidades Autónomas.
Resolución
del Consejo
Territorial
Es una propuesta de participación modulada según la distribución competencial
que determina la Constitución y los Estatutos de Autonomía, es respetuosa con
el criterio de que el Estado es el miembro de la Unión, y que la Unión lo es, por
tanto, de Estados y pueblos de Europa, y pretende un compromiso de corresponsabilidad en la conformación de la voluntad general.
En este contexto europeo hay, además, otro elemento que expresa elocuentemente la distancia recorrida desde 1978 hasta el momento actual. La
Constitución Española no hace ninguna referencia, no ya a la participación de
las CCAA en la construcción europea; es que no hace referencia alguna ni a la
Unión Europea, ni a la Comunidad Europea. Ni siquiera menciona la palabra
“Europa”. La explicación es simple: la redacción de nuestra Constitución es
anterior a la plasmación efectiva del compromiso de España en su voluntad
europeísta, y en estos 25 años sólo se ha producido una reforma muy parcial
para adaptar un artículo que hiciera posible el sufragio de ciudadanos europeos en las elecciones locales.
3. Conferencia de Presidentes
Desde hace más de siete años, el Gobierno del PP no convoca el debate sobre el
Estado de las Autonomías, algo a lo que le obliga legalmente el Reglamento del
Senado.
España no merece esto. Los pueblos de España no merecen ese desprecio. La
España plural necesita más diálogo institucional entre el Presidente del
Gobierno y los Presidentes de CCAA y de éstos entre sí. Los Presidentes de
Comunidades Autónomas gozan de la legitimidad democrática que les otorga
haber sido elegidos por los ciudadanos de su territorio. Son depositarios de la
voluntad popular y, por ello, merecen ser escuchados por las instituciones del
Estado a la hora de tomar decisiones que afectan de manera directa a las
Autonomías cuya representación ostentan.
En la España Autonómica del siglo XXI no es lógico que no exista un foro donde
se reúnan los Presidentes Autonómicos entre sí y con el Presidente del
Gobierno. Para suplir esta carencia, proponemos el establecimiento, en el seno
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
del Senado reformado, de una Conferencia de Presidentes, lugar de diálogo institucional entre el Presidente del Gobierno y los Presidentes Autonómicos y de
las Ciudades Autónomas, que se reunirá con una periodicidad anual y tratará los
problemas más importantes del país desde el punto de vista de las
Resolución
del Consejo
Territorial
Comunidades Autónomas.
4. Reformas de Estatutos de Autonomía
Los socialistas hemos promovido a lo largo de estos 25 años de democracia
constitucional los necesarios consensos desde los que han sido adoptadas reformas estatutarias cuando hemos entendido que las mismas eran necesarias y
oportunas para conseguir un gobierno más cercano a la gente, capaz de proporcionar más justicia social y más igualdad de derechos.
Los ciudadanos tienen derecho a saber que los Estatutos de Autonomía pueden
modificarse dentro del marco constitucional, y así ha ocurrido, de hecho, con la
gran mayoría de los mismos. Algunos de ellos, incluso, en más de una ocasión.
Las coordenadas desde las que el Partido Socialista ha sido parte activa en esas
modificaciones han sido claras, lo son ahora y continúan vigentes: 1) una impecable adecuación a la Constitución, a sus valores, y a la integridad política y territorial de España ninguna modificación puede alterar las reglas y los procedimientos constitucionalmente previstos en la que el voto de ningún español vale
más de lo que vale el voto de cualquier otro; 2) amplio consenso social y político, toda vez que el proceso de aprobación exige mayorías cualificadas tanto en
los Parlamentos autonómicos que representan a los distintos pueblos de España
como en las Cortes Generales que representan al conjunto del pueblo español;
y 3) congruencia con nuestro propio proyecto político y con nuestra visión del
papel que desempeñan en él las CCAA: ser instancias de autogobierno próximo
a los ciudadanos, prestadoras de servicios sociales de calidad y promotoras de
cambio, modernización y progreso.
Hoy nos disponemos de nuevo a abordar, bajo esas mismas coordenadas, conforme a la Constitución y a las reglas del juego democrático, y desde el imprescindible consenso, reformas estatutarias en aquellas Comunidades Autónomas
donde el marco jurídico merezca ser perfeccionado para alcanzar los objetivos
sociales a los que aspiramos y para conseguir un mayor y mejor desarrollo de
los servicios que presta la Comunidad Autónoma en el marco constitucional.
Nada de eso significa que defendamos una oleada global o indiscriminada de
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
reformas estatutarias. Sólo resulta prudente y aconsejable acometer una reforma estatutaria allí donde un alto grado de consenso democrático la considere
oportuna y conveniente para que la ciudadanía de dicha Comunidad Autónoma
y la del conjunto de España gocen de un mayor grado de bienestar y justicia.
Resolución
del Consejo
Territorial
5. Las CCAA como motor de cambio, modernización, innovación
y futuro
Hace 25 años teníamos claro que autonomía significaba más identidad, en el
sentido de refuerzo de los sentimientos propios de pertenencia a una comunidad propia, y más democracia, al aproximar las instancias de decisión a los
ciudadanos.
La experiencia, 25 años después, ha demostrado que las CCAA, además de todo
ello, han constituido un potente y efectivo motor de cambio y progreso económico y social para sus territorios. Las CCAA tienen responsabilidades cruciales
en la realización de derechos fundamentales de la ciudadanía tan vitales como
la educación y la sanidad, y no menor es su papel ante el desafío que supone el
fortalecimiento y universalización de los servicios sociales y atención domiciliaria a mayores, discapacitados y personas dependientes, procurando incrementar la solidaridad y la igualdad esencial en las prestaciones básicas. Los socialistas apostamos porque, después de 25 años, las CCAA sigan siendo motor de
progreso. Por ello, postulamos que las CCAA deben liderar la sociedad española hacia la innovación tecnológica y la sociedad del conocimiento. El Estado
Autonómico debe servir, de nuevo, para ganar el futuro para los ciudadanos.
6. España en red. Infraestructuras para el progreso social y económico de la España plural
El Partido Socialista Obrero Español propugna un modelo de infraestructuras
que permita al mismo tiempo la vertebración territorial de España, la potenciación de los grandes corredores económicos, la interconexión con Europa y
África dada nuestra situación geoestratégica así como la cooperación más
intensa con los países vecinos de Francia y Portugal , facilitando con todo ello
la comunicación entre las distintas Comunidades Autónomas españolas y la
formación de regiones económicas transfronterizas en línea con lo que propugna la Unión Europea. Este modelo coherente con la España plural de progreso social que defendemos implica compatibilizar las infraestructuras radiales con las nuevas infraestructuras transversales y longitudinales que permi-
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
tan la vertebración de una malla peninsular que posibilite la cohesión territorial en la que creemos. Sirva a modo de ejemplo nuestra apuesta por la potenciación de los corredores del Mediterráneo (de Algeciras a La Junquera) de
gran utilidad para toda la red portuaria española del Mediterráneo, el del Ebro
Resolución
del Consejo
Territorial
que unirá el corredor del Mediterráneo con la Cornisa Cantábrica que a su vez
aportará gran potencialidad a la plataforma logística de Zaragoza, el Eje del
Duero, el Corredor de la Plata, el Eje Atlántico y el de la Cornisa Cantábrica.
También la España extrapeninsular requiere de una atención singularizada en
función de las características diferenciadas de cada uno de tales territorios:
archipiélago balear y canario así como las ciudades autónomas de Ceuta y de
Melilla. La potenciación y modernización de sus infraestructuras portuarias y
aeroportuarias así como la definición de rutas de interés público en los modos
de transporte aéreo o marítimo cuando se justifique han de constituir actuaciones gubernamentales irrenunciables con el objeto de posibilitar la cohesión
territorial y social que demandamos.
Las redes de infraestructuras diseñadas por el Ministerio de Fomento se inspiran en una concepción preautonómica, o aún peor, antiautonómica del Estado
español en la que no se consideran las necesidades económicas del país ni el
proceso de vertebración europea mediante las redes transeuropeas.
El tradicional modelo radial de las infraestructuras del transporte en España se
corresponde con una estrategia territorial de conexión centro- periferia, que hoy
debe ser complementada con nuevas infraestructuras transversales y longitudinales a la luz de las tendencias de desarrollo territorial y económico imperantes
en Europa y desde luego, a partir de nuestra integración en la Unión Europea.
En la era global, propugnamos una visión integral de las infraestructuras como
arterias de comunicación indispensables para el desarrollo de la actividad económica y para la vertebración y el reequilibrio del territorio, y no como un negocio en sí mismo. Los socialistas consideramos que los servicios de transporte
son una herramienta de igualdad y solidaridad, de cohesión social y territorial.
Por ello, las infraestructuras y los servicios esenciales que resultan exigibles
para su correcta prestación permanecerán bajo titularidad pública, sin perjuicio
de que éstos se puedan prestar indirectamente a través de empresas privadas.
El plan de infraestructuras que propone el PSOE será instrumento de política
territorial encaminado a satisfacer de forma equilibrada la demanda de movilidad que responda a las necesidades de las distintas áreas y a potenciar el creci-
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�Partido
Socialista
Obrero
Español
miento económico de las zonas más desfavorecidas, desde la óptica de la
corrección de las diferencias de la calidad de vida y de mejora en el entorno
ambiental. Apoyaremos, a su vez, la cooperación transfronteriza en el desarrollo
del Derecho regional europeo.
Resolución
del Consejo
Territorial
7. Sentimiento constitucional: por la lealtad y el patriotismo de
las libertades y de la ciudadanía
En definitiva, nuestras ambiciones para España pasan por favorecer sentimientos, actitudes, en suma, una cultura política capaz de innovar y apostar por la
mejor España, y por lo que tiene que ser: un país plural, dinámico, cimentado en
identidades compatibles y no conflictivas entre sí, donde la idea de lo común
que funda nuestra convivencia no pueda ser arrogada patrimonio privativo de
nadie en particular.
Santillana del Mar, 30 de Agosto de 2003
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socialistas ahora
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04.02. Activitat política
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Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
Type
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Sèrie
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La España Plural: La España Constitucional, La España Unida,
La España en Positivo: consejo territorial 30 agosto 2003
Creator
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Partido Socialista Obrero Español
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Resolucions
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Textual
Language
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Castellà
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Partido Socialista Obrero Español
Congressos i conferències
Espanya plural
Socialisme
Federalisme
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Resolució del Consejo Territorial del PSOE, reunida a Santillana de Mar.
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Santillana de Mar
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Declaración de Santillana
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2003-08-30
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05.01. Programa Llegat Pasqual Maragall
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Subsèrie
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Documents sorgits de les activitats de difusió i recerca del programa de la Fundació Catalunya Europa, Llegat Pasqual Maragall.
Imatge en moviment
A series of visual representations imparting an impression of motion when shown in succession. Examples include animations, movies, television programs, videos, zoetropes, or visual output from a simulation.
Duration
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41:08 min
Producer
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Benecé Produccions
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Testimoni Llegat Pasqual Maragall: María Teresa Fernández de la Vega
Creator
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Muñoz, Josep M.
Fernández de la Vega, María Teresa
Type
The nature or genre of the resource
Entrevista
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Audiovisual
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Castellà
Subject
The topic of the resource
Maragall Mira, Pasqual, 1941-
Biografia
Territoris
Espanya plural
Rodríguez Zapatero, José Luis, 1960-
Estatut
Partido Socialista Obrero Español
Catalunya
Description
An account of the resource
Entrevista a María Teresa Fernández de la Vega (València 1949) advocada, jutgessa i política.
En 1974 ingressà al Cuerpo de Secretarios Jurídicos Laborales i des de 1990 és magistrada pel quart torn.
Vocal del Consell General del Poder Judicial per elecció del Senat (1994-1996).
Secretària d'Estat de Justícia, amb el ministre Belloch (1994-1996).
Diputada al Congrés dels Diputats (1996-2010).
Vicepresidenta primera, Ministra de la Presidència i Portaveu del Govern d'Espanya (2004-2010).
Presidenta de la Fundación Mujeres por África (2012- ).
Presidenta del Consell d'Estat (2018- ).
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<p><a href="https://vimeo.com/348373069">Testimoni Pasqual Maragall: María Teresa Fernández de la Vega</a> de <a href="https://vimeo.com/llegatpasqualmaragall">FCE - Llegat Pasqual Maragall</a> a <a href="https://vimeo.com">Vimeo</a>.</p>
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Consejo de Estado (Madrid)
Rights
Information about rights held in and over the resource
Entrevista a María Teresa Fernández de la Vega del <a data-cke-saved-href="https://www.catalunyaeuropa.net/ca/pasqual-maragall/objectius/" href="https://www.catalunyaeuropa.net/ca/pasqual-maragall/objectius/">Programa Llegat Pasqual Maragall</a> està subjecta a una llicència de <a data-cke-saved-href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/deed.ca" href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/deed.ca">Reconeixement-NoComercial 4.0 Internacional de Creative Commons</a>
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2018-11-21
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Level
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Entrevistes
Testimonis Pasqual Maragall
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/1759/20030908_Estatut_que_volem_Drassanes.pdf
4bf08a357df000c7bdbd888f538e9dcc
PDF Text
Text
L’ESTATUT QUE VOLEM : EL NOU FUTUR PELS CATALANS
Intervenció de Pasqual Maragall
Reials Drassanes de Barcelona
8 de setembre de 2003
1
�El canvi per Catalunya
Benvolgudes amigues i benvolguts amics, gràcies per la vostra
presència en aquest acte que ha esdevingut una tradició per iniciar el
curs polític. I que és sempre un èxit. Ens imiten i tot!
Avui, a poques setmanes, a dues llunes, de la cita decisiva amb les
urnes, la meva intervenció i la vostra presència tenen una significació
especial: són la proclamació de la nostra determinació, del
nostre compromís i de la nostra responsabilitat amb el canvi
per Catalunya.
Diexeu-me parlar, primer, de la nostra legitimitat. Mireu:
Ens sentim plenament legitimitats per encapçalar aquest canvi. Es pot
pensar que una prova evident de la nostra legitimitat per encapçalar
el canvi és la desmesurada reacció d’Aznar i del PP contra nosaltres.
Una reacció que complementa la campanya abassegadora de CiU per
vendre el seu candidat a l’opinió pública catalana.
Sembla ser que per a aquests senyors, en la relació CatalunyaEspanya, només l’afirmació de la incompatibilitat de cada projecte
amb l’altre es acceptable. Per a després pactar! Aquest és, deixeum’ho dir, un pacte letal per a Catalunya i molt arriscat per a Espanya.
Nosaltres creiem que la línia política que segueixen el
nacionalisme espanyol i el nacionalisme conservador català, i
el basc, porten al desastre, no al trencament que desitgen els
independentistes, no: al desastre, a l’empat de la mútua intolerància,
a un impasse estèril, en el qual la lenta decadència relativa de
2
�l’empenta catalana no trobarà altra consol que el ressentiment i la
impotència.
Per a nosaltres l’ofensiva anticatalana i antisocialista del govern
popular és una prova negativa de la nostra legitimitat.
Però són molt més importants les proves positives: la nostra
audàcia, la nostra convicció i la nostra tenacitat en la proposta
de l’Espanya plural; la nostra convicció en la capacitat de
Catalunya de ser capdavantera a Espanya i de jugar un paper
rellevant a Europa; el nostre indeclinable catalanisme.
Els socialistes catalans i els ciutadans pel canvi aspirem a liderar
aquest projecte col·lectiu, no a apropiar-nos-el. Hi posarem el millor
de nosaltres mateixos.
Amb dos grans actius que ens distingeixen:
Hem estat, som i serem la garantia més sòlida de la unitat civil del
poble català. Per molt que li pesi a la dreta catalana i que la dreta
espanyola, des de la distància i el comfort del poder vulgui trencar
aquesta unitat.
I Som els impulsors del nou compromís del socialisme espanyol
amb l’autogovern de Catalunya. I a ningú no se li escapa que
aquest és el millor camí –i potser l’únic- per obtenir la plenitud
política catalana en el marc de l’Espanya plural.
*
El que perseguim és un canvi real que vol dir més autogovern.
Volem millorar l’autogovern, sí. Però per què? Per pur caprici?
3
�Perquè toca? Perquè ho demanen els altres partits? No. Rotundament
no.
Parlem de la millora l’autogovern perquè volem una Catalunya
lliure, pròspera i ben cohesionada.
I perquè volem comprometre’ns amb l’Espanya plural en un
moment de gran transcendència per al conjunt de l’Estat. És el
moment d’avançar guiats de nou pels preceptes de la unió i la
llibertat dels pobles d’Espanya.
Més autogovern vol dir: un millor govern, un Estatut reformat i
l’Espanya plural.
Avui us parlaré sobretot de l’Estatut.
Volem reformar l’Estatut: per què?
En primer lloc, volem un Estatut per impulsar i garantir el progrés,
el benestar i la igualtat entre els ciutadans de Catalunya.
A la majoria dels ciutadans de Catalunya, no els apassiona la reforma
de l’Estatut si no suposa més progrés, més benestar i més igualtat.
Un millor Estatut és una peça necessària, però no suficient per a la
millora de l’autogovern.
Per a mi, l’important és entendre i aconseguir que l’Estatut reformat
esdevingui una eina suficient per donar resposta
a les
aspiracions dels catalans, en els camps que ara diré:
4
�- En la millora de la vida quotidiana de les persones, en la
millora dels serveis públics que ho han de fer possible.
- Per afrontar la inseguretat que preocupa a la gent. Per donar
resposta a la inseguretat quotidiana al carrer, als barris, a les
carreteres, a les escoles, a casa, en la violència de gènere i
l’homofòbia, a les falles de la
salut, la degradació dels serveis
públics...
- i per estar a l’alçada del repte que suposa
la immigració.
Davant d’un govern central que no ha fet altra cosa que grans
proclames buscant l’adhesió electoral, la Generalitat necessita els
recursos per afrontar els problemes concrets que es produeixen als
nostres barris i als nostres pobles. Sabem com fer-ho. Estem en
condicions de garantir-ho. Ho hem pogut demostrar al barri del
Raval, aquí a Ciutat Vella.
En segon lloc, l’Estatut que volem també ha de ser una renovació
del pacte de convivència entre tots els ciutadans i ciutadanes
de Catalunya.
L’Estatut és un compromís col·lectiu per a conviure de forma
pacífica i democràtica. Són les regles del joc que un poble, que una
nació és dona a sí mateixa per a resoldre de manera pacífica les
seves diferències.
Ja sabem el que han donat de si les normes de 1979. Han permès el
predomini d’un clima de tranquil·litat democràtica, lloat per uns amb
un
excés de
cofoïsme i criticat per altres amb un
excés de
rebentisme. Probablement, el balanç té clarobscurs dins d’una tònica
global positiva. Mai no havíem tingut 25 anys de democràcia i
d’autonomia.
5
�Però l’experiència ens demostra que les nostres regles de joc, les
nostres regles d’autogovern, les nostres institucions,
poden
millorar i han de millorar molt. Especialment, pel que fa a la
descentralització, l’aproximació de les institucions a la ciutadania, el
rendiment de comptes dels poders públics, l’administració de justícia.
Finalment, l’Estatut que volem ha de ser una renovació del pacte
amb tots els pobles d’Espanya, d’Europa i del món.
Per a nosaltres, l’Estatut és una opció lliurement assumida, és
un compromís clarament acceptat, de participar en la gran
família dels pobles, de les nacions d’Espanya, d’Europa i del
món, de les que parlava Anselmo Carretero. Ah! Quin personatge. Li
hem de fer –i li farem- un gran homenatge. La seva intervenció l’any
1979 al casal català de Mèxic D.F., on havia tingut tanta relació amb
Pere Bosch i Gimpera, fou memorable.
L’Estatut que volem no és, per tant, una dissimulada declaració
d’independència. Ni és una acceptació vergonyant de vassallatge.
L’Estatut que volem és –en tot cas- una lliure declaració
d’interdependència.
Interdependència, perquè som conscients que -avui més que maiciutats, nacions, continents sencers, el món, participen activament en
una mateixa història. Els catalans volem ser reconeguts com a
actors en aquesta història.
6
�Aquest és l’Estatut que volem:
1)
l’eina eficaç d’un govern progressista,
2)
el pacte renovat d’una ciutadania democràtica,
3)
el compromís de solidaritat del poble català amb la
resta de pobles d’Espanya i del món.
Coherents amb aquesta voluntat, els socialistes catalans i els
ciutadans pel canvi hem estat, molt especialment durant aquesta
darrera legislatura, uns impulsors convençuts i decidits de la
reforma de l’Estatut.
Nosaltres hem fet el que calia per assegurar que Catalunya
tindrà un aliat a Espanya per reformar l’Estatut i millorar
l’autogovern. Quina altra força política catalana pot presentar
avui una aliança com aquesta?
*
Atenció: La batalla de l’Estatut és el que ve. I serà afortunat que
sigui així,que la batalla incruenta de l’Estatut vagi marginant el
terrible drama del terrorisme, que vol publicitat, sobretot.
Ara als catalans ens toca resistir els atacs, convèncer i
arrossegar. És així. És un combat antipàtic i a l’hora apassionant. El
juguem amb una mà lligada a l’esquena, però el podem guanyar i el
guanyarem. Sabeu per què? Perquè tenim els millors amics a
Espanya i a fora d’Espanya, i perquè la unitat civil del poble
català, que no s’ha trencat -i això ho hem d’agrair també a totes les
forces polítiques catalanes- es convertirà en una basa formidable per
a nosaltres en el conjunt del pobles d’Espanya.
7
�I per una altra raó: perquè la dreta espanyola ha jugat ja totes les
seves armes i és pràcticament impossible que repeteixi la seva
majoria absoluta. Ens trobarem per tant a partir del març amb
un parlament espanyol i un equilibri de forces canviat. En el
que l’estèril empat dels dos nacionalismes donarà pas a una majoria
dels que volem canviar l’Estatut, atacar de forma diferent el problema
basc, i posar en el centre del debat l’avenç de l’Espanya plural.
En aquest escenari el debat sobre l’Estatut català serà decisiu.
I el guanyarem. Perquè la meitat més un dels vots en el
Congrés, fiqueu-vos-ho al cap, serà favorable al nostre Estatut,
sobretot si fugim de frases plaents i anem al gra del que compta,
que és l’autogovern, és a dir, la capacitat de muntar una
governança catalana innovadora, al límit, que dibuixi la societat
catalana d’alta qualitat que és perfectament possible i que han
frustrat el desgast i, diguem-ho tot, la manca d’interès i d’energia del
govern de CiU en els darrers vuit anys.
Parlaré dels continguts de l’Estatut
No tothom ha copsat que el nacionalisme conservador no només ha
frenat vuit anys la reforma de l’Estatut que ara diu voler fer amb
nosaltres, amb el catalanisme d’esquerres, sinó que ha incomplert i
desfigurat en la pràctica l’Estatut del 1979.
Ha incomplert la obligació estatutària de presentar al Parlament la
llei electoral proporcional i representativa dels territoris.
Ha incomplert la obligació de reconèixer el fet metropolità, també
establerta en l’Estatut, abolint l’Àrea Metropolitana de Barcelona.
8
�Ha negat la possibilitat de que els 7 territoris reals de Catalunya,
reconeguts fins i tot per la comissió Roca-Lluch, fos debatuda i votada
pel Parlament que va crear la comissió i
així ha deixat l’Ebre i el
Pirineu sense veu a Catalunya, amb les conseqüències que ja sabem.
El problema de l’Ebre no és només l’aigua: és la terra, és la gent.
Finalment, el nacionalisme conservador ha renunciat a plantejar la
reforma estatutària promesa pel president Pujol en relació amb el
traspàs de la titularitat estatal de la televisió i ràdio públiques
catalanes a la Generalitat.
És per tot això que guanya terreny entre nosaltres
la idea que
aquests temes han de ser inclosos en l’Estatut. S’ha demostrat
que l’existència i la literalitat de l’Estatut quan obliga i/o preveu
determinades lleis no es garantia de que les lleis es facin si la majoria
no vol. L’Estatut no pot ser en el futur buidat de fet de les seves
determinacions, com ha estat el cas del 79 fins ara.
Prou trampes. 25 anys són suficients. La dreta catalana, en aquest
quart de segle, ha estat incapaç d’honorar l’Estatut. La nova majoria
del Parlament el farà valer i el posarà al dia. El convertirem en una
eina viva i respectada, estudiada a l’escola i convertida, com volia el
president Rigol, en una definició operativa de les regles de la
convivència a Catalunya. No pot ser un text per a especialistes i a
sobre oblidat o negat. Convertir-lo en un text senzill i atractiu, que la
gent faci seu, serà la principal garantia de que no es tornarà a
vulnerar ni per acció ni per omissió.
L’Estatut també haurà de clarificar la confusa interpretació que el
govern ha fet tant de l’Estatut pròpiament dit com de l’Estatut
Interior.
9
�Sóc
un
decidit
partidari
d’una
Presidència,
perdoneu,
“presidencial”, d’un president que ho sigui de tots, de tots els
ciutadans –de tots els partits, si m’apureu-, però també d’un
president que vetllarà per que es respectin totes les administracions,
que no estarà a la defensiva davant els alcaldes, sinó que defensarà
els ajuntaments, que farà que se senti la veu dels territoris, també la
del Pirineu, de l’Ebre i de la Catalunya central, i la de les àrees
metropolitanes que s’hagin de crear, a Barcelona per descomptat,
però també a les altres tres capitals de província actuals si es creu
convenient.
Tot això vol dir que hi haurà d’haver un conseller primer de debò,
no un conseller primer candidat a res, ni els dos superconsellers
inventats l’any 97 per motivacions similars. Jo tinc memòria.
S’han
d’extremar
les
possibilitats,
dins
de
la
Constitució,
de
plantejar solucions a temes que han anat sorgint d’ençà del
1979, com la possibilitat d’incloure els joves de 16 a 18 anys i els
immigrants amb residència legal en els esquemes de consulta en
unitats administratives de tamany reduït, com ara els districtes de les
grans ciutats.
I hem d’afrontar amb l’Estatut la nova organització territorial de
Catalunya.
Vull precisar d’entrada que evitarem tota fugida d’estudi estrictament
verbal i sense efectes com la que s’ha alimentat entorn de la
província única i que ens ha fet perdre anys i panys, sota l’impuls
típicament
evasiu
i
estrictament
nominalista
del
nacionalisme
conservador. De què ha servit la ficció de la província única? On és la
10
�província única? Ha servit per a que de fet cada conselleria de la
Generalitat adoptés el seu mapa provincial de facto. Un garbuix.
Crearem en l’Estatut les set vegueries o demarcacions i associarem
més estretament els delegats del govern o veguers al funcionament
del Consell Executiu. De la mateixa manera el president de la
Generalitat haurà de vetllar per associar els presidents dels consells
territorials elegits pels alcaldes a la discussió de les polítiques
territorials.
Per acabar amb el bloqueig de la Carta Municipal de Barcelona primer a Barcelona (quatre anys, per “obra i gràcia del senyor Mas”) i
ara a Madrid- no descarto que les seves determinacions fonamentals
puguin ser incloses com a apartat especial en l’Estatut nou.
L’Estatut haurà de deixar ben clar que la ciutat de Barcelona,
capital de Catalunya, no és necessàriament la seu de totes les
conselleries i de tots els organismes d’abast català.
La representació ordinària de l’Estat que ostenta a Catalunya el
president de la Generalitat ha de ser més ben especificada en
l’Estatut.
En la línia que es comença a obrir pas en el document aprovat pels
socialistes a Santillana de Mar, la Generalitat i el seu president han
d’ostentar el comandament superior de les forces policials
uniformades
en
el
seu
territori,
un
cop
s’hagi
verificat
el
desplegament dels Mossos d’Esquadra en tots els nostres territoris.
Som partidaris d’integrar al màxim possible els contingents de
la policia nacional i guàrdia civil encara residents a Catalunya
en el cos policial autonòmic. La pèrdua progressiva de quadres
11
�qualificats
de
la
intel·ligència
policial
a
Catalunya
és
una
descapitalització important i de remei no gens senzill. I la marxa
forçada d’agents policials fora de Catalunya és un drama familiar per
a molts d’ells casats aquí i amb fills en escoles catalanes i genera la
pitjor de les ambaixades sobre Catalunya en la resta de les
comunitats autònomes espanyoles i un niu de ressentiment que va
contra els efectes positius dels missatges que aquestes comunitats
reben dels seus antics emigrants residents aquí.
La presència dels senadors catalans en el Senat renovat que algun
dia tindrem és un tema que s’ha de substanciar en el Parlament de
Catalunya en forma de proposta a debatre en el parlament espanyol.
És difícil que l’Estatut pugui entrar decisivament en aquesta matèria
crucial, però no tindria sentit que en el moment en què a Catalunya
es considera la norma fonamental de la nostra governació, Catalunya
no avancés en una definició unitària de quina ha de ser la seva
voluntat i com ha de ser la seva proposta d’articulació de la cambra
espanyola de les autonomies.
El mateix haig de dir de la presència de Catalunya i de les restants
comunitats autònomes en la Unió Europea, que ha d’estar vinculada
justament al Senat de les autonomies.
El Senat ha de ser format pels governs autonòmics i eventualment
per una representació dels parlaments autonòmics, seguint el model
federal alemany. I ha de tenir la representació de les autonomies en
la Unió, en funció de les seves competències exclusives.
La Conferència de Presidents aprovada en el document de
Santillana és una reunió anual de tots els presidents autonòmics amb
12
�el president del Govern espanyol i és lògicament previsible que tingui
lloc en un Senat en el que els presidents autonòmics tindran
presència destacada en condicions a determinar.
Els socialistes catalans hem estat insistents en proposar que sigui
aquest Senat qui estableixi les bases del federalisme fiscal. Aquest
Senat renovat i fidel a l’idea primigènia de la Constitució –que
tanmateix la Constitució no podia establir perquè en el moment de la
seva aprovació no existien les autonomies i si en canvi les províncies.
Quin cinisme –o quina ingenuïtat- el dels dirigents
del PP que han
vingut a Catalunya a proclamar que congelar la Constitució espanyola
és defensar-la!
El primer que cal fer, ja des d’ara, és establir en el Senat una oficina
de comptabilitat dels fluxes econòmics i financers de l’Espanya plural.
Sense transparència no hi ha debat possible i sí només volades de
coloms com la famosa reclamació de 500.000 milions de ptes/any per
part
de Catalunya,
que el sistema Montoro/Homs de finançament
aprovat l’any passat va deixar de moment en 50.000.
El dany que ha fet tot això (les demandes exagerades i els pactes
miserables) a la credibilitat de la Generalitat de Catalunya en matèria
econòmico-financera en el món de les comunitats autònomes, és molt
considerable. Ens haurem de posar ben aviat a restablir el
nostre
crèdit
en
aquest
camp,
en
el
qual
certament
els
economistes catalans ja gaudeixen d’un respecte merescut.
Permeteu-me una menció lateral molt breu als temes econòmics:
Les pegues que el Govern espanyol està posant a les opa’s sorgides
d’empreses catalanes, com ha estat el cas de les efectuades sobre
Iberdrola i NH (i podria acabar essent el de Retevisión, esperem que
13
�no), testimonien de la inexistència palesa de transparència i joc net
en la governació econòmica espanyola i en els reguladors concernits.
En aquest sentit la ubicació a Catalunya i altres comunitats
autònomes d’alguns d’aquests reguladors compta ja amb l’acord de
José Luis Rodríguez Zapatero i el seu equip. És una garantia més que
estem en condicions d’oferir i que mostrarà tot el seu sentit a partir
del proper mes de març per les raons de configuració del Parlament
espanyol que esgrimeixo en una altra part d’aquesta exposició.
Encara haig d’afegir un comentari relacionat amb la governança
econòmica i les compravendes d’empreses. L’Estatut nou no pot
conviure amb un entorn fàctic de biaixos considerables en
aquests camps. No serviria de res. Igual com no ha servit l’Estatut
vell en coses fonamentals, que he citat i que són interiors a
Catalunya, per les desviacions considerables en la seva interpretació
per part del govern que hem tingut fins ara.
En matèria judicial l’Estatut –amb la reforma de l’actual article 20ha d’establir el dret dels catalans (que és el dels pobles d’Espanya en
general) a ser jutjats a Catalunya fins al nivell de la cassació de
sentències i establir, com fa l’Estatut d’Andalusia, el rang de
president del TSJC.
Hi ha una sola excepció, lògica, i que permet
resoldre per via excepcional, com dic, el que ara es regla i regla
onerosa, perquè obliga a enviar tots els papers a Madrid en tots els
casos.
La salvetat es refereix al recurs d’unificació de doctrina. Si un ciutadà
català és sentenciat, amb sentència havent superat la cassació, en
termes menys favorables dels obtinguts, per exemple, per un ciutadà
gallec per part del seu Tribunal superior, aleshores el català podria
recórrer al Tribunal Suprem en unificació de doctrina, i aquest
14
�tribunal, que certament no té perquè estar a Madrid haurà de dirimir
entre les doctrines dels dos tribunals autonòmics, unificant de
passada la doctrina.
En l’àmbit cultural i lingüístic, els socialistes catalans considerem que
la Constitució obliga si més no moralment el Govern espanyol a
protegir el català i les altres llengües co-oficials.
No ho fa. No només no ho fa sinó que el Ministeri de Cultura financia
els estudis que han de donat com a resultat la teoria àmpliament
documentada, de que el català no va ser “perseguit pel ferro” sinó
“condemnat per l’or”. Recordareu que la ministra va haver de donar
moltes explicacions sobre aquesta matèria amb motiu d’un fals pas
que li van fer donar al rei, justament parlant del catalá.
La tesi dels estudiosos del ministeri era que els catalans, per interès
econòmic, havien estat els factors clau en la decadència del català en
els segles XVIII i XIX, més que no pas els decrets reials o les
polítiques de l’estat. La tesi té exemples abundants per a ser
sostinguda davant un públic més o menys ignorant, però és d’una
perversitat fora de dubte, tenebrosa.
No n’hi ha prou que l’Estatut proclami la oficialitat del català. És la
Constitució la que és clau aquí. O el català es defensat, finançat i
promogut per l’Estat que l’ha reconegut o tot ho gastaren en batalles
defensives. El català ha de poder estar present en documents
d’identitat, passaports, internet, matrícules i documents oficials i
privats, i naturalment en els estudis hispànics fora de Catalunya, a
Espanya i a l’estranger.
15
�És l’Estat qui ho ha de fer. El català o bé és una riquesa d’Espanya
que Espanya defensa, o es converteix en una bandera i decau. les
banderes son massa llamineres en sí mateixes per a que allò que
representen avanci amb el seu flamejar.
Espanya ha de defensar el català i nosaltres en l’Estatut hem
de proclamar la gran veritat de que sense el castellà seríem
infinitament més pobres. Però no ho podem fer ara com ara. Quan
canviïn les condicions, aleshores ho farem. Per això l’Estatut ho ha de
preveure.
I, finalment, el nou Estatut ha de ser –com he dit abans- una eina
útil per satisfer les demandes dels ciutadans de Catalunya, en
unes condicions econòmiques i socials molt diferents a les de fa 25
anys.
Nous fenòmens generen situacions conflictives que no havíem
previst:
-
Baixa natalitat i envelliment accelerat de la població.
-
Precarietat de les relacions laborals.
-
Necessitat apressant de que la nostra població es familiaritzi
amb les noves tecnologies –que ja no són tan noves. Ahir mateix a
la Mare de Déu del Mont vaig comprovar que a Beuda i Albanyà
no tenen cobertura en telefonia mòbil i dificultats en Internet. El
metge mateix. I vaig pensar: Però si són els qui més ho
necessiten! Segueixo.
-
Immigracions massives i diverses que hem de acollir –per
interès i per obligació- però que hem d’acollir adequadament.
16
�-
Urbanització descontrolada.
-
Pressió sobre els recursos naturals –l’aigua, l’aire, el paisatge,
el mar, el bosc- amb la progressiva degradació del medi.
Podria seguir l’enumeració de grans assumptes d’interès col·lectiu
que eren poc previsibles quan es va fer l’Estatut del 79. I que, per
tant, no es comptaven entre les obligacions del nostre autogovern.
Avui, no podem ignorar-les. I el nostre sistema d’autogovern, el
nostre Estatut ha de tenir-les en compte.
Ningú no pot pensar que la Generalitat pugui quedar al marge
d’aquests objectius col·lectius de la nostra societat,
d’una colla de
preocupacions bàsiques dels nostres conciutadans:
-
Per assolir una educació més adaptada al món laboral i a
l’univers cultural i cívic d’avui.
-
Per fer compatible vida familiar i vida laboral.
-
Per aconseguir una sistema de salut més adequat a la nostra
piràmide demogràfica.
-
Per a facilitar l’accés a l’habitatge digne als qui el necessiten
per desplegar el seu projecte personal de vida.
-
I per a frenar la destrucció de recursos naturals que no
podrem restaurar.
17
�FINAL
Amigues i amics, vull anar acabant reflexionant un moment sobre
les dues vies que s’obren davant nostre, davant els ciutadans de
Catalunya.
Però m’agradaria fer-ho amb 10 punts per argumentar la Millora
de l’autogovern que proposem. S’han de clavar durant aquesta precampanya en el nostre cor.
Els arguments, en síntesi, són:
1. L’Ambició nacional per Catalunya. Catalunya és una nació,
i manifesta la seva ferma voluntat a decidir autònomament
sobre el seu govern.
L’Estatut és i serà de tots, no pas de cap partit.
2. L’Ambició federal de Catalunya. Catalunya vol resoldre la
seva relació amb Espanya.
Catalunya vol aprofundir en el caràcter federal i
plural de l’Estat.
3. L’Ambició europea de Catalunya. Una Catalunya inserida a
Europa,
amb
personalitat
pròpia
en
allò
que
tenim
competències per decidir.
I amb un rol potent en l’euroregió mediterrània. Ah, quin
terror provoca als centralistes (no vull pas dir a Madrid) el
mapa, el dibuix de l’Espanya plural que proposem. Més que el
mapa d’Espanya és el dibuix.
18
�4. L’Ambició social per Catalunya: una societat més justa,
més pròspera i més cohesionada.
Un nou Estatut i un millor govern per guanyar en
eficàcia i per augmentar el benestar i no pas per apujar
el volum de la retòrica patriòtica.
5. Un nou estil de govern. Un President que sàpiga escoltar
i un govern que governi.
I que això sigui norma, no pas excepció.
6. Una
nova
relació
amb
el
govern
local:
Lleialtat,
subsidiarietat, estratègies compartides.
Recuperació de la confiança de la ciutadania en el
compromís de la política.
7. Un nou compromís amb la transparència, començant per
la fiscal. Una aposta per una democràcia de més qualitat
i amb més control social de les institucions púbiques.
8. Un nou compromís amb la ciutadania: preponderància
dels valors cívics; participació de la societat civil en els
grans projectes de país.
9. Un nou compromís amb les llengües i la cultura de
Catalunya.
No participarem d’una política cultural estatal
que no promogui el català. Fóra –és, de fet- anticonstitucional.
I defensarem el castellà com una riquesa que tenim. Una
dobre riquesa que cal respectar i fer respectar, a Catalunya, a
Espanya i a Europa.
10. I finalment el projecte d’una Catalunya gran,
de futur,
en clau
amb ambició i confiança. Un mapa de
19
�complicitats amb les comunitats veïnes; amb respecte
mutu i sobretot apostant per un salt de qualitat i
quantitat en els dissenys complementaris.
*
Bé amigues i amics,
Fins aquí el que penso i proposo. El que els socialistes i els
Ciutadans pel Canvi volem proposar als ciutadans i ciutadanes de
Catalunya en aquest moment decisiu.
Aquesta és la nostra via.
Que
té
definida
Una via real i realista. Una bona via.
l’estratègia
i
compta
amb
els
suports
necessaris, un cop tingui l’aval del Parlament de Catalunya.
N’hi ha cap altra, de via?. Sí.
Bé, de fet, només n’hi ha una altra. La via del foc d’encenalls
sobiranista.
Però ho dic clarament: és una via morta. Abans de començar.
Per què? Doncs perquè o bé no hi ha voluntat d’impulsar-la i
els darrers quatre anys en són prova suficient,
O no
hi ha estratègia factible. Per molt que la retòrica
sobiranista sigui brillant i enlluernadora. Ara diuen alguns (els
més ardits i els més sofisticats): votarem al Maragall perquè
s’estavelli i, aleshores sí, els pobles d’Espanya s’alcin per donar-nos
la raó. Doncs que vagin somiant! Però mentrestant que votin pel
20
�canvi segur, per l’avenç real i tangible. L’avenç... vell mot socialista,
de nou atractiu i apassionant!
Jo vull un Estatut per als catalans i les catalanes del segle XXI.
Un Estatut per al futur Catalunya.
No allagarem innecessàriament el memorial de greuges de
Catalunya amb Espanya per a poder dormir tranquils, dientnos, com Galileu “Eppur si muove”, “no avancem però la raó la
tenim”. La raó la tenim, per l’hem de guanyar dia a dia. Aquest
és el quid.
No ens adormirem, ni amb aquesta ni amb altres cançons.
Ara bé, dels nostres arguments n’hem de convèncer els
ciutadans i ciutadanes de Catalunya. Ens hem d’explicar. I ens
hem d’explicar bé.
Hem d’explicar bé les nostres raons als catalans nacionalistes.
No ens hem de justificar.
No hem de demanar perdó ni permís per voler liderar el camí
de Catalunya cap a la millora del seu autogovern.
S’ha acabat això. Ara és a nosaltres que ens toca plantar cara.
Als nacionalistes, els hem de preguntar, mirant-los als ulls, si
realment pensen que socialistes i populars ofereixen les mateixes
garanties i possibilitats per fer avançar l’autogovern. Fa riure haverho de dir...
21
�Els hem de preguntar si creuen que el PP, que ha bloquejat ,
amb la connivència de molts dirigents de CiU, qualsevol proposta
de reforma o millora de l’Estatut, pot ser mai el millor aliat de
Catalunya.
Això és el que heu de preguntar a Artur Mas i al seu amic Josep
Piqué, que negaran tres cops –i els que calgui- haver-se conegut. Es
coneixen. I tant si es coneixen. Eren directors generals de la
Generalitat tots dos junts, ja fa molts anys.
I també hem d’explicar bé les nostres raons als qui s’hi
oposen, a la reforma de l’Estatut.
Hem de deixar clar que
el millor reconeixement al valor de
l’Estatut (i de la Constitució) és saber-lo adaptar a les
condicions socials i polítiques del nostre temps.
Hem de deixar clar que no volem obrir la caixa dels trons per cap
frivolitat. Que la frivolitat fóra accentuar la retòrica sobiranista sense
suport social. I que és una frivolitat vendre un estatut nou i seguir
pactant amb el PP.
I un crim condemnar a la Constitució a seguir
sense Senat, condemnar la constitució a la congelació.
Us demano que feu d’altaveu de la meva proposta de millora
de l’autogovern. I que m’ajudeu a
desmuntar l’engany dels
que tant criden en campanya i després callen per quatre vots.
Que vagin cridant (uns i altres) nosaltres avancem. I Catalunya
també. Sense mirar enrera. Sense parar orella als insults i a les pors.
Mirant l’objectiu, fit a tit.
22
�Si n’esteu convençuts sereu convincents. I si sou convincents,
la societat catalana entendrà, com ha començat a entendre,
que hi ha una via bona i certa, la via del consens que nosaltres
impulsem
i
proposem.
La
via
de
l’avenç
tranquil
però
imparable.
Moltes gràcies.
23
�
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04.02. Activitat política
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Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
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L’Estatut que volem : el nou futur pels catalans
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Estatut
Catalunya
Eleccions
Parlament de Catalunya
Model social
Territoris
Acció política
Canvi
Espanya plural
Campanyes
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Maragall, Pasqual, 1941-
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Català
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Discursos i conferències
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CONFERENCIA DE PASQUAL MARAGALL EN EL CLUB SIGLO XXI
Madrid, 24 de marzo de 2003
1. Hacer política en tiempos de crisis
He de confesarles que contemplo con asombro la atención hiperbólica con que
algunos sectores siguen mis actuaciones y mis opiniones políticas.
Con un afán desmesurado - a mi juicio- enfatizan en mi trayectoria lo que creen
salidas de tono, peligrosas derivas, etc.
Más allá del empeño partidista - que existe - creo advertir en esta actitud un reproche
de fondo que no es otro que el de no seguir el guión de lo políticamente correcto.
Un guión que pretende achicar sensiblemente el terreno de juego de nuestra vida
política, en el que unos pocos asuntos son de recibo y todo lo que se salga de ellos
resulta una impertinencia.
Quiero aclararles antes de empezar que soy de los que no acepto estas reglas de
juego.
No se trata de una actitud irresponsable.
Bien al contrario, mi actitud responde a un sentido de la responsabilidad:
estoy
convencido de que faltaría a mi deber si, por causa del problema terrorista y de los
ineludibles deberes de prudencia y lealtad que comporta, renunciara a plantear un
proyecto de futuro para Cataluña y para España.
Es más: creo que sin este esfuerzo no encontraremos la salida definitiva al desafío
que nos plantea el terror.
Las situaciones de crisis no se resuelven con el silencio de la política. Determinadas
situaciones, no todas, requieren más política, más palabra razonada, más diálogo,
más propuestas ... y con todo ello más confrontación y más vigor democrático.
1
�Así interpreto mi responsabilidad de político y a ella procuro ajustar mis intervenciones
públicas.
******
Lo primero que quiero decirles hoy:
2. Superar la indiferencia entre Cataluña y España
Uno de los propósitos de mi intervención de esta tarde es manifestarles con toda
claridad que en Cataluña se va a producir un cambio político y que este cambio no tan
sólo se va a notar en Cataluña, sino que tendrá consecuencias muy serias para
España. Y mi pretensión es que tales consecuencias sean positivas. Y les puedo
asegurar que pondré todo mi empeño en ello.
Debemos prepararnos para una situación nueva, para manejarla con determinación,
conscientes de lo que se va exigir de nosotros, tanto en el sentido de la sensatez y la
moderación, como en el de la fidelidad al objetivo de una Catalunya potente y una
España plural y efectivamente reconciliada con esa pluralidad, que es substantiva y
constitucional.
Pienso que la relación entre Cataluña y España no está en su mejor momento. Me
explicaré.
Desde hace un tiempo en Cataluña crece la sensación de retroceso en el proceso
histórico de reconocimiento de la España plural que se inició con la Transición y que
tiene en la Constitución de 1978 su referencia liminar. Los últimos tres años, regidos
por la colaboración del nacionalismo catalán con el nacionalismo español, han sido
perjudiciales en este sentido. (Seria paradójico que ahora el nacionalismo catalán
quisiera descubrir esta realidad evidente).
No se trata de un sentimiento o de una creciente decepción, exclusivas de una
determinada opción política. Al contrario, es un sentimiento compartido por amplios
sectores políticos y sociales catalanes que tienen en común el referente del
catalanismo político, entendido más como la cultura cívica que ha modelado la
Cataluña del siglo XX que como un proyecto partidista.
2
�Constituyen expresiones de este sentimiento pronunciamientos políticos de todos los
partidos del arco parlamentario (con la excepción del Partido Popular), manifiestos
emanados de instituciones económicas, empresariales, sindicales y opiniones de
destacados intelectuales catalanes.
Todas ellas reflejan una cierta perplejidad por la indiferencia,
cuando no por la
hostilidad, con que es tratada Cataluña por el poder político y por una parte influyente
de los medios de comunicación.
Compartir dicha perplejidad no quiere decir que se comparta en Cataluña el
diagnóstico sobre las causas de tal regresión.
No son admisibles las explicaciones basadas obsesivamente en el agravio histórico y
en su presunta o real renovación. Somos muchos los catalanes que reconocemos que
las causas de este distanciamiento son complejas y que algunas tienen su origen en
determinadas actitudes adoptadas desde Cataluña que interactúan con otras actitudes
que podríamos identificar como separadoras.
Asimismo tampoco existe una orientación unánime sobre cuál es la actitud que debe
tomarse desde Cataluña para no desandar el camino hacia la España plural, pero
empiezan a haber expectativas claras.
Mi posición personal y la del espacio político que represento ha sido, es y será
inequívoca al respecto. Se trata de la posición defendida y practicada por los
socialistas y por buena parte del progresismo catalán que quiere afirmar el compromiso
de Cataluña con la España plural.
Es la tradición del catalanismo progresista que representa a la Cataluña que no quiere
vivir del problema de su relación con España. Somos parte de la Cataluña que quiere
resolver el problema.
Reconozco que esta actitud provoca rechazos e incompresiones en sectores del
nacionalismo catalán que consideran que interesarse por España supone desinterés
por Cataluña.
3
�También provoca escepticismo entre gentes amigas, como el que expresaba Xavier
Rubert de Ventós en un artículo publicado en El País, y en el que decía no compartir
mi fe en la España plural, aunque siga compartiendo mi esperanza.
Y, como es obvio, también desde el nacionalismo español se percibe el rechazo
amargo y el desdén de aquellos a quienes
no les cabe en la cabeza otra manera de
entender España que la suya.
Ambos nacionalismos –el nacionalismo español y el nacionalismo catalán (y también
el nacionalismo vasco)- insisten en una concepción nacional-estatista del mundo que
ya no se corresponde con los nuevos tiempos. Creo que estas actitudes ensimismadas
comprometen seriamente el futuro de España como proyecto compartido.
Ante este peligro hay que reaccionar. Sobre todo hay que reaccionar ante el peligro de
la indiferencia, del hastío, de la antipatía, de la desconfianza.
Lo ha explicado muy bien el escritor catalán Antoni Puigverd en un artículo publicado
por la Revista de Occidente, donde dice:
“Dos líneas paralelas se han dibujado a lo largo de estos 25 años. De seguir así nunca
van encontrarse. Cuanto más avanzan, menos coinciden. Y sin embargo tampoco
pueden distanciarse: ni el nacionalismo catalán está en condiciones de impulsar una
decidida vía independentista; ni el españolismo ceñudo, militante (o vergonzante) está
en condiciones de impulsar una energía de fusión. Son dos visiones, dos lógicas, dos
inercias políticas e ideológicas condenadas al empate de la mutua antipatía”
Hasta aquí la cita de Puigverd.
La propuesta del socialismo catalán es una llamada a recuperar el clima moral,
intelectual y político que haga posible pensar otra vez España con la generosidad con
que la pensaron hace 25 años los artífices de la Constitución del 78.
No sé si desde fuera de Cataluña se tiene plena conciencia de la entidad –y de las
consecuencias futuras- de otras actitudes catalanas que no apuestan por este
compromiso con la España plural.
4
�Así, en Cataluña se dibujan otras actitudes sobre la relación con España, sobre cómo
gestionar la interdependencia. Actitudes que van de la renuncia a la desesperanza,
pasando por la conllevancia malhumorada.
Una primera actitud sería la de renuncia al catalanismo por entender que ha alcanzado
sus objetivos básicos.
Sería la rendición del catalanismo a la nueva España moderna y desacomplejada. Es
la propuesta regionalista del Partido Popular y de algunos sectores
del mundo
empresarial catalán. Una propuesta que implica aceptar la congelación del
autogobierno y, por consiguiente, adaptarse a las decisiones centrales sobre las que se
aspiraría a tener capacidad de influencia. Hoy por hoy no es una opción mayoritaria,
pero su viabilidad podría aumentar si la Convergència i Unió de después de Pujol
sucumbiera a los cantos de sirena de un “encaje bávaro”.
La segunda actitud sería la de otra renuncia: la renuncia a España.
Sería la respuesta independentista basada en la convicción de la irreformabilidad de
España, de su mentalidad colectiva y de sus instituciones. Sería la renuncia a
gestionar la pluralidad por la insuficiencia de los actuales instrumentos y, sobre todo
por la percepción de que no es posible tender puentes si en una de las orillas no hay
nadie dispuesto a avanzar el trecho que le corresponde.
Es una propuesta fácil y contundente, pero que se va desarrollando con creciente
sofisticación. Se trata de una posición minoritaria pero cuyo atractivo puede crecer en
un contexto de hostilidad.
Y una tercera actitud sería la de la conllevancia entre Cataluña y España.
Sería el pacto coyuntural del catalanismo con España, la firma del empate permanente.
Es la posición accidentalista practicada por CiU, en la que los progresos en el
autogobierno dependen de la coyuntura política. Cataluña obtiene ventajas si el
Gobierno central depende de los votos de CiU. Cataluña ve peligrar los avances
conseguidos si el Gobierno central dispone de mayoría absoluta. No se consolidan los
avances del autogobierno, ni del Estado autonómico y, mientras tanto, el foso afectivo
se va ensanchando y la desconfianza va impidiendo pensar en un futuro común.
5
�Frente a estas actitudes, reafirmo la esperanza y la posibilidad de la España plural. Es
más: reafirmo que a pesar de los problemas a los que me he referido, los últimos 25
años han sido sin duda los mejores de la historia política de Catalunya desde hace
siglos (siglos, no años).
Proponemos pues el pacto permanente del catalanismo con la España democrática. El
pacto federal que proporcionará un horizonte estable a los autogobiernos. Viable si en
Cataluña se renueva el pacto catalanista y éste se expresa de forma unitaria. Viable si
se recupera y renueva una idea plural de España. Con Euskadi al fondo, constituida
(contra el deseo de sus ciudadanos, estoy seguro) en obstáculo para avanzar, pero a
la vez necesitada de caminos de salida a su conflicto interminable.
La esperanza de la España plural hay que alimentarla con gestos, con pequeños
pasos, con reciprocidad, con lealtades compartidas.
En un artículo reciente de uno de nuestros más conspicuos federalistas –el profesor
Antoni Castells- se traza con inusual sinceridad esta situación:
“El catalanismo ha de jugar una vez más la carta de la implicación en la política
española. De formular propuestas pensando no sólo en Cataluña, sino en el conjunto
del Estado. Debe hacerlo por sentido de la responsabilidad, por solidaridad con los
demás pueblos de España, y también por interés propio.
El catalanismo tiene que ser generoso. Cuando lo ha sido, se ha ganado el respeto y la
admiración del resto de España y ha gozado de gran autoridad política. Ésta es, pues,
la vía a seguir.
Pero el catalanismo –prosigue Castells- necesita saber que sus planteamientos
básicos son comprendidos y compartidos también fuera de Cataluña. Y en este punto,
no todos los interlocutores son iguales. No lo han sido en el pasado ni lo son ahora. Por
esto, ante el proyecto nacionalista de la derecha española, se han de erigir unas
fuerzas políticas de signo progresista que respondan a la generosidad con
generosidad, a la implicación de Cataluña en España con el compromiso activo de
España en las aspiraciones al autogobierno del pueblo de Cataluña, y con el respeto a
su identidad, a su lengua y a su cultura”
6
�Hasta aquí la cita. Añado más: Euskadi tiene y tendrá un régimen de excepción.
Catalunya es demasiado grande para pretenderlo. Está obligada a modificar el sistema
político general para mejorar. Lo que no excluye por supuesto que el sistema general
sea diferencial y reconozca la existencia de nacionalidades históricas con lengua y
cultura propias y singulares.
Estoy convencido de la respuesta positiva del socialismo español al reto que le plantea
el catalanismo progresista. Una respuesta que, más allá de la coherencia doctrinal, es
congruente con el enraizamiento del autogobierno en todas las comunidades
autónomas sin distinción. Es precisamente el balance positivo del Estado de las
Autonomías para todas las Comunidades lo que permite pensar en su evolución
plenamente federal y no uniformista.
3. Interés de España en que desde Cataluña se hagan aportaciones a la España
plural, la España común, a la España federal.
Ante nosotros se abre un segundo ciclo político democrático, una vez culminado el
ciclo que abrimos con la Transición Democrática y que ha durado un cuarto de siglo.
Un segundo ciclo que deberá perfeccionar, en primer lugar, nuestra democracia, sus
reglas y sus instituciones, con el afán de mejorar su calidad y su transparencia.
También deberá perfeccionar nuestro Estado del Bienestar, con nuevos enfoques y
con especial atención a problemas y colectivos hasta ahora desatendidos. Con una
vigorosa política de apoyo a las familias en primer término. (Me alegra constatar que
nuestras propuestas de políticas públicas para la infancia, para la vivienda de alquiler y
para la atención a domicilio, hayan sido acogidas favorablemente por la opinión y por
los gobiernos). (Falta que ocurra lo mismo con nuestras propuestas para los barrios de
la inmigración y para la seguridad de las ciudades).
Y como no, este segundo ciclo político al que me refiero, deberá culminar con el pleno
reconocimiento de la España plural.
7
�Entiendo que el reconocimiento de la España plural y del papel que en ella han de
jugar nacionalidades como Cataluña no es un producto ideológico de laboratorio, sino
una necesidad real de la España futura.
Por ello, pienso que se comete un atentado a la convivencia entre las gentes y los
pueblos de España cuando se utilizan exclusivamente los sentimientos identitarios
para obtener rentas de poder y para bloquear desarrollos de futuro.
Para evitar el bloqueo del futuro hay que superar la lógica de los tres nacionalismos
que nos gobiernan y afirmar lo siguiente: Catalunya no quiere romper los lazos
territoriales (...) Catalunya no quiere romper las filiaciones históricas (...) Pero cuatro o
cinco años más de Aznar - de lenguaje Aznar - y España estalla. Considero que Aznar
ha prestado un servicio formidable a la gobernación de España: Ha metido a toda la
derecha española en la Constitución, pero si el precio a pagar es primero la
congelación y luego la muerte lenta de la Constitución, no sólo no se lo podremos
agradecer sino que habrá que denunciar que Aznar es para España un peligro muy
superior al imaginado.
4. Perder el miedo a los tabúes: del buen uso de los textos constitucional y
estatutario
No pasa nada por reconocer la fatiga de los materiales constitucionales y estatutarios.
En 25 años han acaecido cambios sustanciales que aconsejan repensar, revisar y
reformular los textos constitucional y estatutario.
Con la adaptación al camino que ha recorrido Europa, en primer término ... Con la
necesidad de sacar conclusiones constitucionales de la experiencia autonómica ... Con
el reconocimiento de tareas pendientes y, sobre todo, de nuevas realidades sociales
que reclaman su encaje en nuestras normas básicas.
Dicho de otro modo:
Quiero prevenir contra el mal uso de la Constitución, contra su sacralización y su
momificación ... En su momento saludé el importante esfuerzo hecho por José Maria
Aznar para integrar a toda la derecha española en la Constitución ... Hoy he de
8
�lamentar que dicho esfuerzo se haya hecho a costa de momificar el texto constitucional
...
Es contradictorio aceptar que necesitamos adaptarnos permanentemente en los
ámbitos tecnológico, laboral, educativo, cultural, familiar … y, en cambio, negarse en
redondo a plantearse la conveniencia de adaptar nuestras normas jurídico-políticas a
las nuevas realidades y necesidades surgidas de la evolución social.
Estoy por una Constitución y unos Estatutos vivos, capaces de resolver problemas
políticos y no de esconderlos ...
La obsesión por la permanencia y la estabilidad llevada al límite acaba por situar a las
personas y a los pueblos fuera de la historia, fuera de la vida.
5. Qué reformas institucionales propongo: la reforma del Estatuto de Autonomía
de Cataluña
Mañana presentaré en el Parlament de Cataluña las bases para un nuevo Estatuto de
Cataluña que proponemos los socialistas catalanes. Lo haré en el Parlament de
Catalunya, que es donde debe hacerse, no mediante octavillas o mediante
informaciones filtradas a algunos medios.
¿Por qué ahora la reforma del Estatuto de Cataluña?
¿Con qué intención?
Para dar un salto adelante en el autogobierno de Cataluña ... que contribuya también a
la plena afirmación de la España plural.
Vengo diciendo en los últimos tiempos que los primeros veintitrés años de
autogobierno estatutario en Cataluña constituyen tan sólo el prólogo de lo que puede y
debe ser el autogobierno pleno de Cataluña (... Unos veintitrés años en los que la
afirmación identitaria ha sido prioritaria y se ha dejado de lado la preocupación por una
estrategia de futuro).
9
�Pero hay momentos en la vida de un país en que hay que decidir la dirección y el
sentido de su rumbo … Y no es lo mismo hacerlo con una omnipresente obsesión por
el pasado, por afirmar la identidad y por reforzar el vínculo nacional … que hacerlo con
la determinación de mirar hacia el futuro, de construir un proyecto atractivo para sus
hijos …
En hermosas palabras de un socialista catalán de los años treinta del siglo pasado,
Rafael Campalans,: “Cataluña no es la historia que nos han contado, sino la historia
que nosotros queremos escribir. No es el culto a los muertos, sino el culto a los hijos
que aún han de venir”...
No voy a explicarles ahora el contenido de la reforma estatutaria, pero si que puedo
adelantarles –tal como he venido haciendo en otros foros- las líneas maestras que la
inspiran.
- La intención afirmativa y prepositiva, de proclamación y no de reclamación, del nuevo
texto estatutario, esto es lo decisivo.
-
El propósito de renovar el pacto del autogobierno nacional de Cataluña,
actualizando la voluntad de participar activamente en la construcción de una
España plural y una Europa respetuosa con sus pueblos.
-
La determinación de introducir nuevos mecanismos de representación política más
democráticos y renovadores, dibujando los criterios de la que tendrá que ser la –
aún hoy inexistente!- Ley Electoral de Cataluña o estableciendo la limitación de
mandatos para el presidente de la Generalitat.
- La fijación de las bases de la organización territorial de Cataluña en
vegueries, dando voz a los distintos territorios y la posibilidad de ser los
protagonistas de su propia estrategia de futuro, a la vez que facultando
ampliamente a los municipios para gestionar las políticas de proximidad y
transfiriéndoles un 6% más del gasto público total, hasta llegar al 30%
del mismo.
-
La ampliación de las competencias del autogobierno de Cataluña, abriendo las
puertas a la colaboración con los territorios de la antigua Corona de Aragón, en el
marco de la euroregión del arco norccidental mediterráneo.
10
�-
La atribución a la Generalitat de la autoridad suficiente para asumir la dirección
ordenada de los procesos administrativos.
¿Y cómo se desarrollará el proceso de reforma?
Partimos de la base de que la mejora del autogobierno ha de ser el fruto de la voluntad
política de Cataluña y trabajaremos para conseguir el consenso máximo de todas las
fuerzas políticas presentes en el Parlament de Cataluña.
De este modo el texto definitivo de Estatuto, que tendrá que refrendar en su momento
el pueblo de Cataluña, no será el resultado de una negociación desigual entre los
partidos gobernantes en Cataluña y en España, sino el fruto del reconocimiento por las
Cortes Generales de la voluntad política unitaria de Cataluña, momento solemne en
que Cataluña renovará su pacto de autogobierno y su compromiso con la España
plural.
En mi opinión, es perfectamente posible que este proceso pueda finalizar con el
preceptivo referéndum en el primer trimestre de 2005 si todo va bien en España.
Siempre
se nos amenaza a los socialistas con fomentar las diferencias entre
españoles y conducir a España hacia la ingobernabilidad.
Bien: no quiero ni imaginarme la ingobernabilidad a que puede conducir el
empecinamiento del actual gobierno español al negar la pluralidad de España y el
tranquilo reconocimiento de su diversidad, lo que yo llamo diversidad y el gobierno
asimetría.
Baste constatar la pirotecnia verbal soberanista en que se está metiendo el gobierno
de CiU, tras tres años y medio de actitudes que la prensa madrileña califica de
sensatas y moderadas, en cuanto se han acercado las elecciones. Vamos a ver como
torea el Partido Popular ahora sus obligaciones de soporte al gobierno Pujol-Mas hasta
el día mismo de las elecciones autonómicas. Quedan todavía siete meses. Siete
meses apasionantes que nosotros vamos a administrar con calma, sin variar un ápice
lo que ha sido nuestro discurso en los últimos tres años y medio. Pero prepárense para
emociones fuertes.
11
�¿Y qué consecuencias puede tener la reforma del Estatuto de Cataluña para el
conjunto de España?
Entiendo que han de ser unas consecuencias positivas. He edificado mi trayectoria
política con la convicción de que lo que es bueno para Cataluña es bueno para
España.
Creo que este principio ha sido verificado por la historia. Lo fue durante la Transición
con el compromiso de la Cataluña autonomista con la España democrática. Lo fue con
los Juegos Olímpicos de Barcelona cuando se nos hizo confianza para representar a la
España moderna y democrática ante el mundo.
¿Por qué no puedo serlo en el futuro? ¿Por qué no se concede a Cataluña la confianza
para co-liderar el proceso de reconocimiento pleno de la España plural? Mejor que se
haga, porque si no se hace no habrá tal.
Con la reforma del Estatuto podemos dar el primer paso hacia este reconocimiento. Un
paso que puede abrir nuevas perspectivas para problemas que hoy parecen
irresolubles y que tiñen de pesimismo nuestras posibilidades de convivir más allá de la
conllevancia.
Quiero resaltar una consecuencia muy importante: la mejora del autogobierno de
Cataluña que proponemos quiere demostrar que no son excluyentes los propósitos de
preservar identidades y de compartir proyectos.
Estoy convencido que es deseable y posible que ambos propósitos convivan en la
dinámica de una sociedad. Y esto es deseable y válido tanto para Cataluña como para
el País Vasco ... y por supuesto para el conjunto de España.
Estoy persuadido que la mejor contribución a la solución del problema vasco que
podemos hacer desde Cataluña es progresar en nuestro modelo de autogobierno en el
sentido de superar la etapa de afirmación identitaria, a la vez que promovemos la idea
y el proyecto del reconocimiento de la España plural.
Si el tema vasco parece encallar el tema catalán, no es menos cierto lo contrario:
mientras Catalunya no explique su futuro, el Estado irá atado de manos al diálogo
sobre la solución vasca, porque es lógico que se pregunte por los efectos que esa
12
�solución puede tener sobre las aspiraciones de Catalunya, tema éste, como he dicho,
de mayor envergadura desde muchos puntos de vista, si bien exento del dramatismo
sangriento de la situación en Euskadi, en parte, también hay que decirlo, por el
comportamiento sensato, en lo fundamental, del nacionalismo catalán hasta hoy.
6. La reforma de la Constitución: el Senado, símbolo de la España plural. I una
determinada manera de concebir y estar en Europa.
La reforma del Senado como oportunidad.(Acabo de hablar con el presidente del
Senado). El Senado debe ser una Cámara de primera lectura. Y yo añado:
representativo de las Comunidades Autónomas, no de las provincias.
Los cuatro federalismos:
- El político (reforma del Senado)
- El fiscal (pagar por renta y recibir por población, con una salvedad)
- El judicial. Tribunal de Casación.
- El cultural. Historia Común de los Pueblos de España. Respeto mutuo de las lenguas.
Tengo la convicción de que en 20 ó 25 años la evolución política europea irá igualando
los derechos de los pequeños estados con los de las grandes regiones, perspectiva
que irá tranquilizando el debate aunque inicialmente puede enconarlo.
Del mismo modo que aspiramos a una España confortable, donde todos tengan su
lugar, hay que pensar en una Europa que facilite la acomodación de su diversidad. Y
ello puede querer decir renunciar a las grandes construcciones jurídico-formales y
potenciar redes diversas basadas en el interés común y que sobrepasan el marco de
los Estados-nación, de manera que el reconocimiento de todas estas redes diversas
acabe por ser lo que entendamos por Europa.
7. Un apunte final sobre la guerra
Catalunya está masivamente contra la guerra, como lo está Madrid. Quizás con la
ventaja de que allí los incidentes entre policía y manifestantes han sido inferiores, en
13
�parte porque - imagino - la tensión y los nervios que las fuerzas policiales perciben en
sus responsables políticos y administrativos, deben ser menores.
Sólo debo añadir que el gran interrogante que se ha abierto en Catalunya ha sido el de
la posición, no tanto del partido del Gobierno catalán, como del propio Gobierno de la
Generalitat.
Este interrogante inquieta por dos razones: parece amagar una vuelta a la indiferencia
catalana en materia de política internacional - muy típica de la primera guerra mundial y
visible incluso en el referéndum sobre la NATO- y porque no se sabe si obedece a
motivos coyunturales de política local, lo que la haría profundamente inmoral, o si,
según como más grave, significa un desplazamiento del nacionalismo catalán
conservador desde su tradicional europeísmo hasta un atlantismo que la mejor Europa
está tratando no de negar, pero si de revisar a fondo.
Los socialistas catalanes insistimos en que la política internacional del gobierno Aznar
está poniendo seriamente en peligro la credibilidad de España en el norte de Africa y
en todo el Mediterráneo. Creemos también que está dañando nuestros lazos con los
países de América Latina, que han soportado con dificultades pero con cierta gallardía
la presión belicista.
Y proponemos de nuevo que España le confíe a Catalunya misiones de nivel en el
relanzamiento del desgraciado Proceso Barcelona de 1995, el momento sin duda más
alto, junto a la posterior Conferencia de Madrid sobre Oriente Medio, también olvidada
hoy, de la presencia española en nuestro entorno natural.
Muchas gracias.
14
�
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Conferència de Pasqual Maragall al Club Siglo XXI
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Maragall, Pasqual, 1941-
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Espanya plural
Catalunya
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Federalisme
Territoris
Acció política
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2003-03-24
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-
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71d7a809feea237e5e5b1e2476a4ab7d
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8
aDn
Política
Martes 25 de septiembre de 2007
Política
9
Xpresate «No debería ser necesaria la quema
de banderas, ni debería tampoco penarse.»
politica@adn.es
Relator. EN ADN.ES
ENTREVISTAPASQUALMARAGALL,EXPRESIDENTEDELAGENERALITAT
MARAGALL
“Hay gente contra la Monarquía”
Elsocialista llegaalaredaccióndeADNcontiempo de la entrevista. El ex presidente de la Generalitat
por delante y un artículo de opinión en el bolsillo, tiene la cabeza en Europa y, como siempre, no se
cuyarelevancianosobligaareproducirloalmargen muerde la lengua en ningún tema de actualidad.
Cristina Fallarás
Barcelona
-Bueno, pues a ver quién se la
queda.
ras dejar la presidencia de la Generalitat,
Pasqual Maragall anda con el interés dividido entre Cataluña y Europa,
entre la defensa del federalismo en España y la posibilidad
de un Partido Demócrata Europeo. Ahora tiene tiempo y libertad para inventar esas fórmulas que tanto asustan a sus
correligionarios.
-¿Qué es hoy el socialismo?
-Parte del mundo global. El
mundo global tiende a dividirse en dos bloques, uno conservador y otro progresista.
El socialismo es una parte del
segundo.
-¿Cuál es su mayor preocupación ahora?
-Europa.
-¿Cuál es el mayor problema de Zapatero?
-Ninguno.
-¿Y de Europa?
-Que sea por fin algo. Nuestra
nueva patria grande.
-¿Por qué?
-Porque no le ponen enfrente
candidatos de relieve.
-¿Nicolas Sarkozy acierta?
-Sí. Él y Angela Merkel aciertan redactando una constitución reducida y creando la
Unión Mediterránea.
-¿Cuál sería de relieve?
-Alberto Ruiz Gallardón o Rodrigo Rato.
T
-¿Cuántos años le faltan a
Europa para cuajar?
-Está avanzando. Lo que me
temo es que la izquierda no se
ha puesto en marcha.
-¿Por qué?
-Porque no ha sabido encontrar ni los temas ni las soluciones a los temas. Y la derecha, sí. Lo ha hecho mejor que
la izquierda, que está dudando mucho. Pero confío en los
italianos.
-¿Qué cuestión debería ser
la bandera de la izquierda
en Europa?
-La de siempre, la libertad y el
progreso.
-Podría ser también la bandera de la derecha.
-¿Y el Partido Demócrata
Europeo?
-Por el momento, sólo un partido italiano.
Pasqual Maragall visitó la redacción de ADN y se mostró muy interesado por el desarrollo de nuestra web ADN.ES. G. VALLE
“Barcelona debe endeudarse e invertir”
-¿En Barcelona parece que
nada funciona?
-Yo creo que en estas cosas
siempre hay un ciclo de opinión, y de humor.
-Sobre todo entre los barceloneses. Por eso Barcelona és
bona,porquelosbarceloneses
no perdonan. Yo no veo que
esté mal.
-Cercanías, el AVE o el aeropuerto no son opiniones.
-Barcelona sigue siendo la
ciudad más popular de Europa. Por algo será.
-FíjeseenlostrenesdeCercanías,enelaeropuerto,en
el AVE.
-Cuidado, eso no es Barcelona. Barcelona es víctima de
que Cataluña y España no
han acabado de resolver sus
problemas. Que van muy len-
-La imagen de la ciudad en
este momento no es buena.
tos. Hay una coincidencia general en que hay que acelerar
y creo que eso es bueno. Lo
importante es hacer las cosas
y luego pagarlas, no al contrario. Es lo que se hizo en
Barcelona hace 20 años. Se
invirtieron 300.000 millones.
Y ahora se han acabado de
pagar.
-¿Vuelta a empezar?
-Barcelona es una ciudad hecha para exposiciones y Jue-
gosOlímpicos,1888,1929,ylos
Juegos de 1936 que luego no
se hicieron y se convirtieron
en Juegos Populares y en la
excusa para que Franco declarara la guerra... Cada exposiciónhizoalgo,peronopara que durara. Todo se caía, y
hubo que poner los cimientos
bajo las cosas que había. Eso
costó todo el dinero que he dicho. Y ahora ya está pagado,
o sea, que hay que volverse a
endeudar y volver a invertir.
-¿Resultaría bueno para la
política española?
-Sí, pero el PP ha decidido autoinmolarse. En realidad, ya
está bien así para los unos y
los otros. A unos les gusta
mandar sin mandar, y a los
otros perder sin perder del todo. En el fondo ambos están
muy de acuerdo.
-¿Quién sale perdiendo?
-Nosotros.
-¿Ustedes?
-La gente, Cataluña, Europa.
-¿Contrapone España a Cataluña y Europa?
-No lo contrapongo. Soy como
mi abuelo, de la España plural.
-¿Por qué alguien quema
una foto del Rey?
-Porque hay gente que está
contra la Monarquía y contra
España. Hay ciudadanos que
son partidarios de la independencia.
-¿Cuál fue su relación con
España siendo presidente?
-Mejor que la de mi abuelo. Él
dijo, al final de la Oda a Espanya: “Escolta, Espanya, la
veu d’un fill que et parla en
llengua no castellana” y termina “Adéu, Espanya”. En
1907 Cataluña ya se da cuenta de lo que es, porque tiene
los medios culturales, económicos, políticos... Hace 100
años, vieron que había que
recomponer la diversidad
hispánica, y eran casi todos
europeístas.
-¿Es un camino?
-No. No es que no sea posible,
es que la independencia no
tiene contenido, significación
ni posibilidad importante. Es
jugar en un tablero donde no
está jugando nadie. Es un problema que tiene otras soluciones.
-¿Cuáles?
-El federalismo. Y Europa.
-¿Y no ha cambiado nada?
-Toda la historia de los últimos 100 años de España gira
en torno a esos temas de
identidad y pluralidad. Ahora estamos en condiciones de
resolverlo, y no sería bueno
que no aprovecháramos para efectivamente, hacerlo.
-¿Por qué no está usted en
Europa?
-Ya he estado. He sido el presidente del comité de las regiones. Pero una cosa es Europa, que me interesa mucho, y otra Bruselas que no
me interesa nada. Si Madrid
es complicado, Bruselas, ni te
cuento.
-¿“Efectivamente” quiere
decir un Estado federal?
-“Efectivamente” quiere decir que Cataluña sea reconocida como nación, no fuera de
España, sino dentro. Dentro
del Estado español y dentro
de la UE.
-¿Qué le queda por hacer?
-Casi nada. Mis memorias.
Un diario, una web, desarrollar una empresa de capital
riesgo...
-Habla de comunicación.
¿Fue uno de sus fallos en la
época de president?
-No, probablemente hubo demasiada comunicación.
-¿Cuáles?
-El Estatut, por ejemplo.
Maragall posa en la redacción tras la entrevista. GUILLEM VALLE
-¿Cuáles son los mejores recuerdos de su etapa política
hasta el momento?
-Los Juegos Olímpicos y el referéndum de l’Estatut.
-¿La presidencia de la Generalitat le hizo más ilusión?
-Bueno, a mí siempre me han
ido llevando. Yo no quería, no
quería... figura que no quería.
Ni ser alcalde ni presidente.
Yo estaba en Baltimore tranquilamente cuando me llamaron para ser candidato a
la alcaldía, y dije que no. Insistieron, porque yo ya había
trabajado en el Ayuntamiento, y les dije que pusieran a alguien que quisiera ser alcalde, y yo ya trabajaría de número dos. Y fue Serra. Esto
fue en el 79. Fui alcalde porque él se marchó.
-¿Y en la Generalitat?
-Pasó un poco igual. Estaba en
Vascos y catalanes
Por Pasqual Maragall
elipe González, según nos recuerda
Patxo Unzueta, dijo
hace años que respetaría el Estatuto que los
vascos hubiesen aprobado
con la sola condición de respetar la Constitución. En
nuestro caso no fue así: Zapatero, inquieto por la magnitud de la propuesta estatutaria catalana, pactó su
recorte con los nacionalistas catalanes y con el presidente de la Generalitat.
Pero añadió una condición:
el presidente de la Genera-
F
pedir, no imponer. Los nacionalistas vascos no imponen, sino que pactan en
Euskadi un texto con las
otras fuerzas, a condición
de que esas fuerzas renuncien a hacer la puñeta luego
en Madrid.
¿Qué ha pasado? Que el
PNVhatomadolapropuesta
Imaz por bandera, ha aceptado su dimisión, y se dispone a defenderla en Madrid.
Estamos expectantes. Si
la tocan, ¿qué pasará? Aquí
la tocaron en las Cortes,
pactamos soluciones y se
-¿Euskadi y Galicia?
-Si quieren (y creo que quieren), sí. Pero resulta que a
Imaz lo tienen que echar por
haber dicho lo que dijo.
-Pero no hubo sensación de
cambio.
-Niego la mayor. Hubo demasiados cambios.
-Que ahora le parece un lío,
según ha afirmado.
-Habríamos tenido que cambiar la Constitución.
LaOpinión
Presidencia
«Hayquiendiceque
hubodemasiados
cambios»
Responsabilidad
«Yo no quería ser
alcalde ni
presidente»
Estatut
«Habríamostenido
quecambiarla
Constitución»
Madrid
«Esimportante,pero
noloestodo.Madrid
noesEspaña»
Italia y me llamaron: vuelva,
vuelva.
-Se refiere a que aquello no
cambió, ¿no? Porque eso está
ahí para quedarse. Los temas
de identidad cada uno los vive de una manera distinta, según si se es hijo de tal o cual.
Pero el resumen, la media, da
que Cataluña tiene personalidad nacional. Cataluña es una
nación formada por gente de
procedencia muy diversa que
en su mayor parte saben que
tienen una personalidad propia nacional. Y eso provoca
problemas. Algunos, no muchos, dentro de Cataluña, y
bastantes fuera, sobre todo en
España y un poco en Europa.
-Existe la sensación de que
su experiencia como president decepcionó a cierta
gente, porque no sucedió lo
que ellos esperaban.
-¿Y qué esperaban?
-Un cambio global, a todos
los niveles.
-Hay quien dice que, precisamente, hubo demasiados
cambios.
-Había gente harta del nacionalismo chato de Pujol.
-¿Qué dijo?
-“No impedir, no imponer”.
Quiere decir que, vista la experiencia catalana y el Estatut, no van a imponer, sino que
van a pactar, pero allí, en
Euskadi, y con los socialistas
de allí. Y luego, ya cuando hayan pactado, lo que hayan
pactado no se toca al llegar a
Madrid, que no les pase “lo
que a Maragall”.
-Usted les dio mucho miedo
en España.
-Bueno, porque era el primero. De hecho, Ibarretxe lo
intentó, pero no lo consiguió.
Nosotros lo hicimos un poquitín mejor e Imaz todavía
más. Pero a él ya se lo han
cargado.
-¿Cuál es el problema?
-Madrid, más que España, es
tan potente, y no me parece
mal que lo sea, que digiere
mal la diversidad. Y eso sí
que me preocupa. Madrid está encantado de haberse conocido, y de repente no ve nada más. En eso se equivoca,
porque Madrid es importante, pero no es todo. Madrid no
es España.
La entrevista íntegra
y más fotos en adn.es
“Pero [Zapatero] añadió una
condición: el presidente de
la Generalitat, después de
aprobado el Estatuto, tenía
que dimitir”
litat, después de aprobado
el Estatuto, tenía que dimitir. Esta condición no se la
puso a Josu Jon Imaz en circunstancias parecidas. Pero Josu dimite. ¿Qué será
que siempre se termina así?
Imaz había hecho una
propuesta a la canadiense:
Quebec sería independiente sólo si una mayoría clara
lo reclamaba en referéndum. Allí se hizo y los independentistas perdieron.
Asunto zanjado. En Flandes, igual. Imaz proponía,
no exactamente lo mismo,
pero sí algo parecido: no im-
aprobó en referéndum. Veremos los vascos.
Pero ahora resulta que el
TC puede impugnar artículos del Estatuto catalán, lo
que nos pondría a los pies de
los caballos frente al pueblo
que refrendó lo que le propusimos que ratificara. Supongo que, por eso, los vascos se quieren asegurar de
que no habrá retoques, creen que así no ha lugar a recurso. Pero ¿no puede, por
ejemplo, recurrir el Defensor del Pueblo? ¿Cómo acabará todo esto?
Estamos expectantes.
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13. Expresident de la Generalitat de Catalunya
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Vascos y catalanes
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Castellà
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The topic of the resource
Estatut
Espanya plural
Catalunya
País Basc
Territoris
Acció política
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1283
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Maragall, Pasqual, 1941-
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2007-09-25
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12.01. Activitat de representació (com a President)
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Más y mejor autogobierno
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Expansión
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Castellà
Subject
The topic of the resource
Estatut
Espanya plural
Autogovern
Finançament
Territoris
Acció política
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1383
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An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Abstract
A summary of the resource.
Suplement Especial
Date
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2004-05-27
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2921606672fbcca0412fed2d3d7d7869
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(COLOR) - Pub: PERIODICO ND CATALAN Doc: 01995M Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por:
Dia: 14/10/2004 - Hora: 23:25
DIVENDRES
15 D’OCTUBRE DEL 2004
Política
el Periódico 19
Homenatge al president màrtir 3 L’anàlisi
Pàgines 18 a 20 888
EL RECORD DE COMPANYS,
LLAVOR DE FUTUR
És possible acabar amb les desconfiances entre Catalunya i Espanya
ARXIU / RUBÉN MORENO
PASQUAL MARAGALL
PRESIDENT
DE LA GENERALITAT
DE CATALUNYA
Aquest 15 d’octubre de 2004, en
complir-se els 64 anys de l’afusellament del president Lluís Companys, té per al Govern de Catalunya i el seu president una significació força emotiva. El catalanisme
d’esquerres –hereu de Macià,
Companys i Tarradellas– ha tornat
al Govern 65 anys després de la
derrota de Catalunya i de l’Espanya republicana. Enllaçar amb la
història estroncada suposa una satisfacció íntima i una vibració continguda. Per fidelitat a aquest llegat reividinquem el president Lluís
Companys i el seu exemple. Però
la commemoració d’avui no pot
ser exclusiva de les esquerres, ha
de ser i vol ser la celebració de tot
el poble de Catalunya.
És per això que el Govern de la
Generalitat dóna a aquesta commemoració tota la solemnitat que
li escau i una normalitat pròpia
d’un país reconciliat amb la seva
història. Res no justifica, avui, ni
l’oblit, ni el silenci. Res no justificaria, d’altra banda, la mitificació
acrítica del president màrtir.
Amb el record del president
Companys, rememorem les esperances d’autogovern, de justícia, de
democràcia i de llibertat d’aquella
Catalunya republicana dels anys
30. També recordem l’assalt franquista a aquelles esperances i la
tragèdia de la guerra incivil. Una
tragèdia col.lectiva composta de
centenars de milers de tragèdies
personals. El Fossar de la Pedrera
de Montjuïc vol ser un testimoni
digne d’aquestes tragèdies, entre
les quals sobresurt la del president
33 Ofrena floral a la tomba de Companys, l’any passat.
Companys pel seu simbolisme.
Però de ben poc ens serviria rememorar aquells fets si no n’aprenguéssim les lliçons permanents que
ens donen. Antoni Rovira i Virgili ho
formulava de forma punyent en el
seu jurament de l’exiliat: «De la
màxima dissort, sortirà el definitiu
redreçament de la història, si els catalans sabem aprofitar les duríssimes lliçons que hem rebut».
Estic convençut que els catalans
no oblidarem les lliçons de la
història. De fet, les vam tenir ben
presents fa vint-i-cinc anys en la recuperació de la democràcia i de
l’autogovern. La Catalunya d’avui ja
no és aquella Catalunya convulsa i
mancada d’una civilitat compartida.
Estem molt lluny d’aquella Catalunya vençuda. Tenim una Catalunya
renascuda que ha superat l’esperit
de guerra civil, que ha tornat a confiar en ella mateixa, que ha recupe-
rat el seu autogovern, que s’ha vist
reconeguda per l’Espanya democràtica, que ha pogut exercitar la seva vocació europea i que està en condicions d’anar més lluny si sabem
combinar ambició de futur i memòria històrica.
El sacrifici del president Lluís
Companys constitueix una fita essencial d’aquesta memòria per dues
La seva generosa actitud
davant la mort va indicar el
camí de la reconciliació
raons paradoxalment contraposades. En primer lloc perquè significa
el moment més negre de la nostra
història contemporània. El moment
en què la pretesa legalitat de l’Espanya rebel va assassinar el president
legítim de la Generalitat de Catalunya únicament i exclusivament pel
fet de ser-ho. Aquesta agressió màxima ha justificat actituds d’agror,
de retret i de desconfiança de Catalunya envers Espanya. Si ens haguéssim quedat en el plany i en el
rancor de la Catalunya vençuda no
seríem on som ara, ni podríem aspirar a anar més lluny. Per això,
cal tenir ben present l’altra cara
del sacrifici de Companys, la que
constitueix la llavor del renaixement de Catalunya i que no és cap
altra que la generositat amb què va
afrontar el seu destí fatal. Una generositat expressada serenament
en el seu testament i en les paraules que va pronunciar en el consell
de guerra que el va condemnar:
«Sabré morir serè i amb dignitat,
pels meus ideals de sempre i per
Catalunya [...] i sense cap ombra de
rancor».
D’aquesta manera, el president
Companys ens assenyalà el camí
per superar l’esperit de la guerra
civil, per preparar el camí de la reconciliació i per tenir la força de
tornar a començar. La seva actitud
davant de la mort es va convertir
en testimoni vivent del commovedor clam de «paz, piedad y perdón»
del president Manuel Azaña al saló
del Consell de Cent de l’Ajuntament de Barcelona el 18 de juliol
de 1938.
Aquesta associació del record
del president de la Generalitat i del
president de la República em permet expressar el reconeixement al
Govern de l’Espanya democràtica
per la seva voluntat de restituir
públicament i legalment l’honorabilitat del president Lluís Companys. És un gest de justícia
històrica, però sobretot és un gest
per a l’esperança en un futur en
què no resti cap ombra d’agror, de
retret i de desconfiança entre la Catalunya plenament autogovernada
i l’Espanya democràtica i plural. H
33 El cartell de la polèmica.
Pujol retreu al
PSC l’«apropiació
escandalosa»
de la figura del
líder republicà
EL PERIÓDICO
BARCELONA
Jordi Pujol es va mostrar ahir «indignat» amb el PSC pel que considera
una «escandalosa apropiació» de la
figura de Lluís Companys. «És d’un
oportunisme poc ètic», va dir l’expresident en referència al cartell editat pels socialistes per commemorar
el 64è aniversari de l’afusellament
de Companys en què aquest apareix
amb el logotip del PSC.
Mitjançant un comunicat, Pujol
va recordar que Companys va ser
afusellat per ser president de Catalunya, no per ser membre de cap
partit i, en aquest sentit, va assegurar que, encara que tampoc «estaria
bé», «es podria entendre» que ERC en
tragués profit, perquè Companys
era d’aquest partit.
El portaveu adjunt del grup del
PSC, Joan Ferran, va replicar a Pujol
que CiU, en els seus 23 anys de mandat, «mai va fer un homenatge digne» a Companys. «És comprensible
perquè CiU no s’ha sentit mai identificada amb la figura de Companys,
un president d’esquerres, preocupat
pels treballadors i advocat laboralista», va afegir. H
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12.01. Activitat de representació (com a President)
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2003-2006
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El record de Lluís Companys, llavor de futur
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El Periódico de Catalunya
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Català
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1343
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Maragall, Pasqual, 1941-
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Companys, Lluís, 1882-1940
Espanya plural
Catalunya
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2004-10-15
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26NACIONAL
EL ADELANTADO DE SEGOVIA SÁBADO 29 DE ABRIL DE 2006
PASCUAL MARAGALL I MIRA
PRESIDENTE DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA
«EL ESTATUTO ESTÁ HECHO
CON SENTIDO DE ESPAÑA»
EL PRESIDENTE DE CATALUÑA ABOGA POR LA “NACIÓN DE NACIONES” QUE DEFENDÍA EL SEGOVIANO ANSELMO CARRETERO
MIENTRAS QUE RECONOCE QUE EL PACTO ENTRE ZAPATERO Y CIU “HA PUESTO EN PELIGRO LA UNANIMIDAD ESTATUTARIA”
AURELIO MARTÍN
ENVIADO ESPECIAL BARCELONA
S
i hay algún presidente autonómico que centre en estos momentos la actualidad
política es sin duda el de Cataluña,
Pasqual Maragall, que intervendrá
en el Senado, la próxima semana,
donde se debate la reforma del Estatut, un asunto polémico que acapara la atención de los españoles.
Por si fuera poco, acaba de resolver una crisis de Gobierno, mientras se defiende de algunos de los
suyos, que no le quieren como
próximo candidato.
¿Qué es España para usted?
España es una nación de naciones, como decía el segoviano
Anselmo Carretero, íntimo amigo
de mi madre. Se casó con Ofelia
Gordón. Yo siempre pensé que ella
era inglesa, hasta que un día me
dijo José Luis Rodríguez Zapatero
que Gordón [la Pola de Gordón] es
un pueblo leonés.
Con apenas 27 años recién
cumplidos, ¿es necesario reformar la Constitución?
Va a ser un poco difícil reformarla porque requiere una mayoría cualificada y no veo al PP de
hoy en disposición, todavía se
aprecia la sombra alargada de Aznar. Confío en que eso sea posible,
en un periodo no excesivamente
largo, en un gran acuerdo de Estado, para poner la Constitución al
día.
¿Qué cambiaría?
Creo que los cuatro puntos
planteados por el Gobierno al
Consejo de Estado son perfectamente asumibles por todos.
¿Estatutos como el catalán
chocan contra el principio de solidaridad entre todos los españoles?
Eso es absolutamente erróneo.
Lo que hace el Estatuto de Cataluña es todo lo contrario, establece el principio de solidaridad, le
da concreción. Porque si yo le pregunto a usted o a cualquier español ¿en qué consiste la solidaridad en la España de hoy?, tendríamos tanto usted como yo una
cierta dificultad para explicarla. El
Estatut es un paso en el buen sentido de explicitar el principio de
solidaridad.
En estos momentos estamos
ante una inmigración desde fuera, de otros países, pero desde los
cincuenta hubo una interior que
trajo a Cataluña a miles de andaluces o castellanos, ¿qué aportación han hecho esos inmigrantes
a esta Comunidad?
La Cataluña de hoy no se entiende sin la aportación del medio
millón de ciudadanos que llega-
ron en los años cincuenta y otro
millón que lo hicieron en los sesenta, hasta principios de los setenta. El gran crecimiento económico predemocrático de Cataluña
y España va unido a ese gran desplazamiento interior.
¿Cataluña les ha sabido responder?
Creo que sí. Se ha creado una
simbiosis muy positiva.
¿Después de toda la polémica
durante la tramitación del Esta-
tut, cree que otros se van a fijar o
se están fijando ya en este modelo cuando les toque reformar sus
estatutos de autonomía?
Sin duda. Abre la puerta a una
serie de modificaciones estatutarias, lo que podríamos llamar la
segunda etapa del Estado de las
Autonomías.
Aunque la vida política se
tensó especialmente coincidiendo con el inicio de la guerra de
Irak, la discusión del Estatut ha
ahondado más las diferencias entre los ciudadanos. ¿Piensa que
vuelve la imagen machadiana de
las dos españas?
Precisamente me referí a estos
versos de Machado el otro día en
un mitin con José Luis Rodríguez
Zapatero: "Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios, una de
las dos españas va a helarte el corazón". Eso pasó, fue profético, pero creo que podemos decir que España ha superado la prueba, a día
JORDI BEDMAR PASCUAL
de hoy, y en este momento es capaz de mirarse al espejo en toda
su diversidad.
¿Se podría recuperar el espíritu de consenso que protagonizó
la transición?
Sí, pero hay que renovarlo, no
recuperarlo tal cual, porque aquel
venía muy dictado por unas circunstancias políticas y sociales
muy concretas.
¿Está satisfecho de cómo ha
quedado el proyecto de reforma
del Estatut, que ahora se discute
en el Senado?.
El Estatut que se aprobará definitivamente es muy bueno para
Cataluña y creo que abre la etapa
de esos segundos 25 ó 30 años de
la España plural. Respecto al método, digamos, ha sido una peripecia con cierto alarmismo inicial
por parte de algunos, con cierta
euforia y sorpresa, luego. Ha tenido de todo.
¿Cómo marchan sus relaciones con el Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero? ¿Ha habido
desgaste?.
El camino que hemos andado
tiene trascendencia histórica y una
gran complejidad, pero bien está
lo que bien acaba. Incluso hubo
un efecto sorpresa…
¿Se refiere al acuerdo entre el
PSOE y CiU?
Sí. Fue una cierta sorpresa que
afectó de manera distinta a los diversos sujetos políticos, a Esquerra Republicana de forma muy clara, quizá porqué interpretaron que
no se apreciaba el apoyo parlamentario que estaban dando al
Gobierno socialista. Eso cayó mal.
Pero fue una astucia política muy
productiva de Rodríguez Zapatero, que en todo este proceso ha demostrado un gran coraje político.
¿Este pacto pueda dañar a su
Ejecutivo?
No, pero ha puesto en peligro
la unanimidad estatutaria.
¿Y en Madrid, puede haber
pacto de gobernabilidad?
La verdad es que, cuando se
produce una sorpresa, se pueden
producir dos, en el mismo sentido
o en el contrario.
¿Y con su Gobierno, entre el
PSC y CiU?
Yo estoy muy contento con el
Gobierno que tenemos que, por
otra parte, hemos potenciado significativamente y, por tanto, con la
configuración actual, se nos abre
casi medio mandato en clave muy
positiva. Con algunos costes, que
todos los cambios tienen un coste.
¿Su relación con el presidente
Rodríguez Zapatero es buena,
ahora?
Siempre ha sido buena, diría
�NACIONAL27
SÁBADO 29 DE ABRIL DE 2006 EL ADELANTADO DE SEGOVIA
conversaciones sobre ESPAÑA
4 DESCENTRALIZACIÓN
4 CASTELLANO
«LA DEVOLUCIÓN DE COMPETENCIAS A
LA BASE DEL SISTEMA ELIMINA COSTES»
«EN CATALUÑA DEBERÍAMOS
ENSEÑAR CUATRO IDIOMAS»
¿Cree que la descentralización estatal ha dado paso a una centralización autonómica, más burocracia?
La descentralización elimina distancias, que son elementos de burocracia. La devolución de competencias a la base del sistema elimina distancias y costes.
Por ejemplo, ¿no cree complicado que existan 17 modelos diferentes para un servicio universal como es la sanidad?.
Insisto en que la proximidad es mejor, como principio, lo que ocurre es que hay cuestiones de economías de escala o coherencia, que no deben de olvidarse. En la Europa de
hoy la movilidad es un derecho y, por tanto, todo lo que la impida o la haga más costosa,
es un defecto. Ahora bien, la proximidad sigue siendo una virtud.
¿Son necesarias televisiones autonómicas, pese a que acumulen grandes pérdidas?
Bueno, de pérdidas las hay en las autonómicas y en las otras, las estatales, y no sé
hasta qué punto en las privadas. Creo que estas cadenas son muy bien recibidas en
todos los lados. En Cataluña, por supuesto, ha tenido y tiene un papel fundamental en
la recuperación y normalización del catalán.
que desde antes de su elección como secretario general del PSOE.
Pero le da muchos disgustos,
creo que sus últimas declaraciones hablando de la soberanía de
Cataluña no sentaron muy bien
en La Moncloa.
Yo diría que nos sorprendemos
mutuamente. La idea del estatuto
como pacto entre el Parlament y
las Cortes Generales es asumible
por todos. Esto no afecta al concepto constitucional de la soberanía española.
¿Cómo ve la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero en
los dos años que llevamos de legislatura?
Es lo que España estaba esperando. Los grandes temas, como
el terrorismo, los nuevos estatutos, la diversidad entre comunidades autónomas, Europa, van evolucionando positivamente. Creo
que todos se están enfocando
bien. Económicamente no hay duda.
¿Ha tenido que ver Cataluña
en la crisis del Gobierno central,
teniendo en cuenta la postura del
ex ministro de Defensa, José Bono, contra algunos argumentos
del proyecto de reforma del Estatut?
Creo que no, aunque es cierto
que Bono fue muy extremo en la
expresión de sus opiniones, que
eran francamente discordantes
con lo que el Gobierno estaba promoviendo.
El 3 de mayo próximo abre el
debate de presidentes en el Senado, que examina el texto de la reforma aprobado el 30 de marzo
en el Congreso ¿Cuál será su
mensaje a la Cámara?
Será un mensaje pedagógico,
es bueno explicarse y el Senado
está para eso. Voy a insistir en mi
mensaje del debate del Estado de
las Autonomias: este estatuto está
hecho con sentido de España.
¿Qué espera de Ezquerra en el
Senado, cree que terminará votando en blanco?
Hay que esperar y ver.
¿Y qué me dice del acuerdo de
la dirección de ERC de aconsejar
el voto nulo en el referéndum?
Es una decisión extraña y que
los ciudadanos quizá no van a entender del todo. Contra los adversarios de la España plural, que son
los del no, la única respuesta clara
es el sí.
El informe del letrado de la
Comisión de las Comunidades
Autónomas del Senado aprecia
que hay once artículos del Estatut de difícil encaje constitucional, ¿comparte esa idea?
No, porque el Consell Consultivo de Cataluña dictaminó hasta
19 puntos de posible colisión
constitucional y fueron modificados.
¿Cual es su valoración del papel del PP, que ha presentado cuatro millones de firmas para pedir
un referéndum, y del anuncio de
que van a recurrir el Estatut al
Constitucional?
Es el canto del cisne de la visión
de las dos españas, mientras que
yo creo que el Estatut es el punto
de partida de la España plural.
¿Y en el referéndum sobre el
Estatut del 18 de junio, qué
[ ]
”
No veo al PP de
hoy dispuesto a
reformar la
Constitución, se
aprecia la sombra
alargada de Aznar
saldrá? Hay encuestas que hablan
de que el sí superará el 50% de los
votantes.
Más..., lo que me satisface.
Los obispos van a recomendar
que se vote no
No me consta, me sorprendería.
En el futuro, ¿se ve como candidato a presidente de la Generalitat, de nuevo?
Por el momento no veo razones para no hacerlo.
Dicen que no va a ser candidato y que el PSC se va a inclinar por
el ministro Montilla, ¿tiene noticias?
No, no tengo esas noticias.
¿Cuales han sido las claves de
la crisis de Gobierno de Cataluña?
Ha sido una remodelación relativamente amplia de seis carteras,
importantes, en el sentido de tratar
de mejorar la adecuación de los perfiles personales de un Gobierno de
coalición que nació sin precedentes
autonómicos en Cataluña aunque
sí municipales, porque yo he sido
alcalde de la ciudad de Barcelona
¿Es verdad que en Cataluña se margina al castellano, como idioma?
No. Las dos lenguas son oficiales y como tales son respetadas. Yo soy
muy partidario de los idiomas y creo que en Cataluña deberíamos enseñar cuatro: catalán, castellano,inglés y francés.
¿Qué papel debe jugar España en la Europa de los 25?
España tiene en Europa un rol que no había tenido nunca. Hubo un
primer buen momento, que es el de la entrada, en 1986, y el buen entendimiento entre González, Kohl y Miterrand. Ahora estamos en el
segundo gran momento.
¿Deben tener las autonomías más protagonismo en las relaciones internacionales?
Sin duda. Para Cataluña es muy importante porque, como he
dicho, está a caballo de una región europea a los dos lados de la
frontera, con muchas cosas en común. La dimensión real de
nuestros problemas y de nuestras soluciones casi siempre es
europea.
durante muchísimos años y con esta misma fórmula de tripartito. En
las nacionalidades históricas sí existen este tipo de coaliciones.
En el caso de Cataluña tiene,
una particularidad es que uno de
los partidos es independentista o
soberanista. Lo que ocurre es que
yo creo que la propia participación
en un Gobierno como este va modelando actitudes más moderadas
o más cercanas entre unos y otros.
Todos estamos influidos por la coalición.
También le han dicho que
nombrar a Xavier Vendrell es una
provocación, aparte de una imposición de Esquerra.
No, el nombramiento venía
precedido de un incidente [envío
de cartas a personal de la Administración para apoyar económicamente al partido], que ha llamado mucho la atención.
Sin embargo, el secretario general del PSC y ministro Montilla
no avala este nombramiento.
El ministro José Montilla, sobre
este particular, no tiene intención
de expresar más que una opinión
personal.
¿El tripartito goza de buena
salud?
Sí. Después de un nacimiento
bastante accidentado tuvimos un
primer año difícil.
Se ha ido asentando como Gobierno, ha quedado muy oscurecida su labor por el Estatut y ahora
es cuando se comienzan a ver los
frutos de la gobernación. Es una
coalición con voluntad de futuro.
La oposición de CiU no lo
comparte, dice que no van a du-
rar un año.
A la oposición la pagan para eso.
¿Qué opina de la tregua de
ETA, cree que el Gobierno de
Rodríguez Zapatero está administrando bien esta oportunidad de paz?.
Es un momento, no para
exaltarse todavía, pero enormemente esperanzador. El
otro día estuve hablando con
José Ramón Rekalde [víctima
de un atentado de ETA en el
año 2000 que aboga por el reagrupamiento de los presos], le
pillé con un pie en el tren para
irse a Higueldo, porque prácticamente está viviendo aquí. Lo
que sucede es enormemente
positivo y esperanzador.
¿Y de los casos de corrupción en Marbella, qué puede
decir como municipalista, hay
muchas marbellas en otros
puntos de la geografía, aunque a menor escala o no tan
vistosos?.
No creo que pueda haber
muchos casos como éste. Es
cierto que el dinero fácil corrompe, ningún país democrático se ha visto libre de estos
achaques, el crecimiento excesivo es un caldo de cultivo de
la corrupción.
Pero se ha reaccionado, eso
es lo positivo. Es mejor que haya pasado y que se sepa pero
que no vuelva a ocurrir, puede
ser una buena advertencia.
�28NACIONAL
De cerca
EL ADELANTADO DE SEGOVIA SÁBADO 29 DE ABRIL DE 2006
conversaciones sobre ESPAÑA
>Despacho. El presidente Maragall ocupa un discreto despacho dentro del
impresionante inmueble del Palau de la Generalitat, uno de los edificios de origen medieval en Europa que se mantienen como
sede de un Gobierno. Su mesa limpia, nada
más el ordenador y el teléfono. Sobre una
estantería detrás, una foto de sus padres,
otra del Ejecutivo que preside una más con
su esposa y otra de sus hijos. En una de las
paredes, un cuadro pintado por el artista
Jordi Maragall, su hermano mayor.
JORDI BEDMAR
SIN FECHA PARA DEJAR LA POLÍTICA
“MI CORAZÓN NO DEBE SER INTERESANTE PARA LOS ‘PAPARAZZI’. NO SOY MANITAS EN LA COCINA PERO PUEDO HACER UN ARROZ”
A.M./BARCELONA
P
ascual Maragall solo tuvo
que cruzar la plaza de San
Jaume para tomar posesión
de su cargo. De alcalde de la Ciudad Condal a presidente de la Generalitat. También presidente del
Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), nació en Barcelona el 13 de enero de 1941. Nieto
del poeta Joan Maragall e hijo del
senador Jordi Maragall, se licenció en Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad de Barcelona (entre 1957 y 1964).
Edad.
65 años
Lugar de nacimiento.
Barcelona
Estado Civil.
Casado con Diana Garrigosa,
desde 1965
Número de hijos.
Tres, dos hijas y un hijo
¿Ha llevado algún día a clase,
o a la guardería a sus dos nietos,
este curso?
Sí.
¿Cómo desconecta cuando
llega a casa y se quita la corbata?
Tratando de poner distancia.
Si puedo ir al teatro, como ayer
noche [por el martes] para ver
una obra muy impresionante y
dura, argentina, el Túnel, de Ernesto Sábato, con Héctor Alterio,
un actor extraordinario. El cine,
el teatro son necesarios para evadirse.
Su lugar preferido para perderse sin salir de España (que no
sea dentro de su comunidad).
San Sebastián, por supuesto;
en Monóvar (Alicante), donde nacieron mis abuelos maternos, y
Andalucía.
Su equipo de fútbol (aparte
del Barça)
El Junior, que era donde jugaba yo cuando era pequeño
De no ser político, sería...
Posiblemente profesor de
Economía Urbana. Hubiera podido ser…
Escritor de cabecera
En el sentido de tenerlo cerca
de la almohada, Shakespeare.
Ahora estoy leyendo a José Manuel Caballero Bonald, es espléndido, estuvimos con él la otra noche.
Plato preferido.
La paella, pero el colesterol
acecha
¿Es manitas en la cocina?
No, pero le puedo hacer un
arroz.
¿Ha arreglado últimamente
algún enchufe en casa?
Alguna vez, pero poco
¿Con qué presidente autonómico hace mejores migas cuando se juntan en Madrid?
Con la presidenta Esperanza
Aguirre, y aunque no sea presidente, con el alcalde Alberto Ruiz
Gallardón, con Marcelino Iglesias.
Y no le cuento cómo nos lo pasamos con Revilla… En general, los
presidentes nos llevamos bien.
¿Cómo son sus mañanas de
los domingos?
Depende. Hay domingos laborables, si no pues descanso, pa-
Pasqual Maragall durante la entrevista con el enviado especial de El
Adelantado de Segovia, Aurelio Martín. /FOTOS: JORDI BEDMAR PASCUAL
seos, familia…
¿Se ha tenido que morder
muchas veces la lengua en su
Parlamento autonómico?
Sí, hay que ir con cuidado, se
entera todo el mundo
¿Y en alguna comparecencia
ante la prensa?
También, menos, porque uno
siempre espera de la bondad del
periodista, que sepa entender lo
esencial.
¿Por qué se hizo político, influyó su familia?
No, la Universidad era un hervidero antifranquista y me metió
en política José Ignacio Urenda,
que fue el iniciador de un grupo
que se llamaba Frente Obrero de
Cataluña (FOC)
¿Cuándo dejará la política?
Tengo previsto dejarlo en
algún momento, pero no tiene fe-
cha.
¿Qué hará cuando la deje?
Seguro que leer y escribir,
aparte de otras cosas
¿Les ha metido el gusanillo
de la política a sus hijos?
No. Una es arquitecta, la otra
periodista y el otro está trabajando en turismo, en hostelería.
¿Por qué los políticos no llevan corbata en los actos públicos de fin de semana?
Parece que es más adecuado,
aunque los hay que no la llevan
nunca, como Bargalló.
¿Quién es Aida?
¿La de la ópera?. No sé.
¿Cómo se llama la nueva pareja de Fran Rivera?.
Ni remota idea
¿Ha ojeado alguna revista del
corazón?
No, no
¿Le ha seguido algún "paparazzi"?
Estos del "Caiga quien caiga"… Otros, no, no debo de tener
un corazón interesante para ellos.
¿Cómo se lleva con los periodistas de Cataluña ?
Bien, normalmente
¿Y con los que hablan de usted desde los medios nacionales?
En Madrid suelo tener encuentros muy agradables con periodistas
¿Qué manifestación encabezaría en estos momentos?
Todas las que aboguen por la
igualdad
¿Cuánto cuesta un kilo de patatas?
No sé
¿Paga rondas en los bares
cuando entra a pedir el voto en
campaña electoral?
Si tengo dinero en el bolsillo,
no me cuesta hacerlo
¿Le han puesto alguna multa
de tráfico?
Siendo alcalde me pusieron
una por ir en bicicleta por el paseo central de la Rambla de Cataluña
¿Mantiene los amigos de la
juventud, o la política les ha separado?
Los mantengo, aunque no todos.
¿Va a ver los partidos de España en el Mundial?
De momento, vamos a ver qué
pasa con la final de París contra
el Arsenal, pero sí los veré.
�
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12.01. Activitat de representació (com a President)
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2003-2006
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Aplega els expedients i documents emanats de l'activitat protocol·lària i de projecció pública com a President de la Generalitat.
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El Estatuto está hecho con sentido de España
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El Adelantado de Segovia
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Castellà
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Maragall, Pasqual, 1941-
Martín, Aurelio
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Textual
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The nature or genre of the resource
Entrevista
Subject
The topic of the resource
Espanya plural
Constitució
Estatut
Catalunya
Acció política
Territoris
Date
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2006-04-29
EAD Archive
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Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Entrevistes