1
10
8
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/655/BoletinAnalisisUrbano_1975_n1_PreciosSuelo_PM.pdf
53038f1144a1c7d6f1bf392081467dab
PDF Text
Text
�����������
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1637
Title
A name given to the resource
Los precios del suelo y el tamaño de las ciudades en el área regional de Barcelona.
Description
An account of the resource
n.1 Verano 75, p. 27-31
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín de análisis urbano
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Subject
The topic of the resource
Economia
Urbanisme
Barcelona
Language
A language of the resource
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Giménez Yuste, Mario
Maragall, Pasqual, 1941-
Abstract
A summary of the resource.
Article publicat conjuntament amb el seu company Mario Giménez, al butlletí del "Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona".
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1975-06-15
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/661/BoletinDeptProgramacion_1972_n26_NYPoblacionDistribucionRenta_PM.pdf
32f1bc8955468974ddb8cc5ede0d2e16
PDF Text
Text
p
It_ _
•
BOLETIN
DEL
DEPARTAMENTO
DE
PROGRAMACION
Nº 26 • febrero 1972
�SUMARIO
Págs.
Presentaci6n .
1
La programaci6n municipal. - De algunas ideas
metodo16gicas de la programaci6n municipal
(la. parte). Por Armando Saez Bu~sa
2
El Programa de Actuaci6n Municipal 1971-1974
del Municipio de Cornellá. Por Fernando Ferrer
Viana
12
Programaci6n sectorial. - Notas sobre el trans
porte de superficie en Barcelona. Por Francis
co Alamán Sales
19
Extranjero. - New York. Poblaci6n, distribuci6n
de la renta, m e r cado de trabajo. Por PascualMaragall Mira
29
El "At e Ií.e r Parisien d t Uz-ba.n ís rne " y sus traba
jos (Banco de Datos ). Por Jose Ma. Canals
Cabir6
41
Financiaci6n. - La financiaci6n de la inversi6n.
Autofinanciaci6n. - Traducci6n por Gr-a z ie l la- Co~
ta Paretas
47
Bibliografía:
b
Recensiones
55
Biblioteca del Depa rt amento de Programaci6n
58
�EXTRANJERO
New York. Poblaci6n, distribuci6n de la renta,
mercado de traba jo.
El prop6sito de esta nota es dar una idea general de la
ciudad de Nueva York, en sus aspectos econ6micos básicos, especial
mente población, distribución de la renta y empleo. También haré r~
ferencia a algunos de los problemas 'c o r r i e n t e s más notorios que está tratando el sector público, sin entrar en un análisis detallado de este último, cosa que dejo para más adelante. El estudio del sistemade asistencia pública, (Welfare),
una de las características clave de
la relaci6n entre el sector- público y los ciudadanos en Nueva York,
queda también pendiente.
Poblaci6n.
La Tabla 1 muestra la pob1aci6n de Nueva York por di~
tritos, o Boroughs, cada uno de los cuales, exceptuando Staten Island(Richmond) tiene_ un número de habitantes no muy alejado del de Ba r c e-'
lona. La ciudad de Nueva York se consolid6 en 1898, pasando a engl~
bar, además de Manhattan y el Bronx, los condados de Queens, Kings (Brooklyn), la Long Island y Richmond ( Staten Is1and). Hasta ahora la
delimitaci6n no ha cambiado.
El "New York Metropolitan Region Study. de 1959, de sa r r o
llado por la Universidad de Harva r d, defini6 un Area Metropolitana de22 condados: 12 en el estado de Nueva York, 9 en el de New Jersey y
1 en el de Corinecticut. Dentro de la misma hay ciudades tan irnpor-ta.n
tes como Newark, c on un millón de habitantes (condado de Essex, New
Jersey).
En tota l, en 1956, el Area Metropolitana reunía 15 millones de habitantes y seis millones y medio de empleos. Pero tal Area Me
tropolitana no tien~ efectos más que en el campo estadístico y en el del
planeamiento.
Las Tablas .1 y 2 responden al tipo de ejercicio favorito
de los estadísticos acerca de Nueva York. Se trata de observar (1) si es cierto que la población desciende en el área central (2) Si es cierto que el área central, y la ciudad, están pasarido a ser . predominante mente "riag r a s ".
29
�De hecho la población de la ciudad no ha cambiado, en
el total, en los últimos 15 ó 20 años . Está estabilizada. Pero mien
tras Manhattan va perdiendo población -yeso ocurre desde 1910 :Qu e e n s y Ri chrno nd, suburbios residenciales de clase media y alta, van ganando. Brooklyn y el Bronx están prácticamente estabilizados desde 1956.
Ahora bien, los cambios de ubicación no han sido tan drásticos como se esperaba en el estudio metropolitano de 1959.
Manhattan, durante los años 60, ha recibido un influjo de negros y
de "hispanos" (Spanish- speaking people ", especialmente portorriqueños y dominicanos) muy superior a lo previsto. Al mismo tiempo los
distritos de Long Island (Brooklyn y Queens) están alcanzando un techo de densidad, lo mismo que el Bronx, el único distrito continental.
~taten Island, por su parte, no ha empezado el "despegue"
dernog rá
ca esperado por los planificadores de 1959.
ñ
--El porcentaje
de habitantes de raza negra ha aument~
do del 14 al 21 entre los censos de 1960 y 1970. Uno de cada cinco
habitantes de New York Cí ty es negro. En Manhattan, el Bronx y
Brooklyn la proporción es 1:4. En Queens -escenario actualmente de
tensionés fuertes entorno a la inserción de viviendas protegidas
en
barrios ricos- la proporción es menor y la "resistencia" blanca
más fuerte.
Cualquiera que pueda ser la imagen que uno se haga a
partir de estas cifras, lo cierto es que, en relación con otras gra~
des ciudades norteamericanas, la proporci6n de negros es aún baja,
muy baja incluso. Véase la tabla 2 : sólo Los Angeles muestra
pr~
porciones inferiores a las de New York entre las l O grandes ciudades escogidas.
S in embargo hay que hacer aquí varias cualificaciones.
En primer lugar, el Censo, parece ser, no controla a buena parte de
los negros que viven en el ghetto (! problema conocido entre nosotros!) .
En segundo lugar, como indica el hecho de que cada vez sea más ex
tendida la tabulación en tres o cuatro columnas: blancos, negros,
Spanish- speaking, y otros, e;t todo lo que se refiere a la composici6n
racial el "p r ob Ierna " no se limita a la proporción de negros, sino
también y crecientemente, a la presencia ,d e "hispanos " a los
quese considera racialmente distintos, y que en todo caso son distintos socialmente , pues ocupan los lugares inferiores en las clases de in
greso y viven en general en condiciones semejantes a las de los ne gros. Esta proporción es importante en New York, pero también en
Los Angeles, Sto Louis y otras grandes ciudades (en New York espe
cialmente portorriqueños, en Los Angeles mejicanos o "chicanos").
30
�En New York viven aproximadamente 1,7 millones de
negros y medio millón de hispanos. La concentraci6n de negros e hispanos en ~anhattan es superior al promedio de la ciudad, pero Brooklyn y el Bronx no andan muy lejos en este sentido. Estas
son
las zonas, e s pe c i a lrne nt e Manhattan, donde la mezcla de razas y
culturas ( incluyendo el idioma español, presente en diarios, cines,comercios, en una palabra: en la calle) es más acusada. La población blanca de clase rn ed ia y alta relaciona fácilmente este hecho con el también mayor porcentaje de crímenes y de drogadictos.
(Este es un tema que merecería un tratado, y no lo vaya de sarro llar en este momento. Basta con decir que una ojeada a las cifras
d e distribuci6n de la renta es más útil para explicar tal situaci6n que las "teorías" raciales que tanto van proliferando por, aquí).
Ingresos
--
¿ Que ocurre con la renta? New York es una ciudadenormemente rica. La renta del suelo urbano es comparativamente
más alta, me atrevería a decir, que la de cualquier ciudad de lmun
do.
El conjunto de activos inmobiliarios e infraestructurales es p~
siblemente inigualado. Sin embargo el funcionamiento de esta suma
de riqueza está basado en buena parte, en estos momentos, en la ,existencia de grandes zonas centrales donde habitan masas de pob la
ción miserable. La riqueza urbana en estas zonas se ha degradado
extraordinariamente. Y la delimitación geográfica entré misería
y
riqueza no es tan neta como muchos desearían.
Las cifras de la tabla 3 son elocuentes . En 1968, ce!,
ca del 30 por 100 de las familias negras y portorriqueñas percibían
ingresos inferiores a la "poverty line " '( '3 . 5 0 0 )5).' Otro 30 por 100
está en el intervalo 3.000-6.000 $ , de "bajos i ng r e so s!' O sea que
más de la mitad de esta poblaci6n vive en condiciones malas o m.uy
malas.
~
El 30 por 100 de abajo puede optar ' a la asistencia pú
blica, por diversos c onc e pt o s i . los más importantes son el AFDC
"Ayuda a Familias con hijos dependientes", para madres con hijos pequeños , generalmente con e,l padre ausente) y el Home Relief para familias cuyos ingresos no alcartzan la línea de pobreza. Casiun mi1l6n de pers ona s (b lancos y n e g r o s ) reciben pagos por Asistencia Púb li c a en e s t o s momentos; pe r o esta cifra s610 representa algo
más de la mitad d el n úmero d e p ersonas que podrían recibir asis tencia pública s i la reclamaran. (E l Estado de Nueva York ofrece pagos por asistencia pública más altos que cualquier otro Estado: -
31
�60. ~ al mes por término medio a los beneficiarios del programa
AFDC ( 1968), contra 44 en Illinois o California. Ello hace que el
número de " eligibles" o legitimadqs para recibir tales pagos seaproporcionalmente superior.)
La tabla 4, más antigua, muestra la distribuci6n de
los niveles de renta en el espacio metropolitano, dividido en tres
zonas . El nivel asciende del centro a la periferia inmediata, para desc ender luego en el cintur6n exterior. Es bien sabido que las ci~
dades americanas se configuran de esta forma, con un amplio cin turon de subu rb o s de clas e rn edi a y alta, entorno a la ciudad central. Este fen6meno se acentúa (si es que no es causado exclusi
vamente) por motivos raciales. El suburbio se protege con zonificaciones y ordenanzas de edificaci6n muy estrictas (superficie mínima de los solares muy e xtensa, relaci6n techo /suelo 6 m3/m2.
muy baja).
í
Los suburbios de Ne w York responden a este esquema. De ellos---puede decirse que son el "campo urbanizado". No
hay prácticamente aglomeraciones, pueblos, ni plazas centrales; a
lo sumo una "calle mayor" c orn.er c i a l. El resto son enormes exten
siones de casas individuales, solares de grandes dimensiones en las zonas más ricas , perfectamente cuidados y servidos por una red de carreteras asombrosamente densa. Los nuevos centros se
organizan en realidad! junto a esas a ütopistas, entorno a un grupo de grandes almacenes comerciales y enormes aparcamientos . .
Alg u nos problemas.
Tras de esto queda e l famoso divorcio "necesidades sociales-recursos públicos" . La base fiscal ha hufd.o al suburbio en tanto que las necesidades se acumulan insatisfechas en la ciu
dad central.
No trataré " en detalle ahora d e esta cuestión ( 10 que
significaría entrar de lleno en el análisis del gobierno local). Pero
hay un a spe cto que c o n v i e n e mencionar aquí. La concentración pr~
gresiva de un prolet ariado, may or itariamente negro e hispano, enla ciudad central, en el ghetto de H a r l'ern, en e l East Harlem port~
rriq~eño ( tambié n llamado IIEI Bar rio'" en ~edford-Stuyvesant, en
Lower East Side.
preocupa ~normemente al gobierno local.
En este s entido hay un dato muy expresivo . De 1960
a 1970 el número de f a m ili a s blancas en N e w York ha descendido ,en valores absolutos. Es decir qu e la estabil ización de la pobla
ción, corno he dicho ant e s ,' sólo cubre la realidad de una sustitu
ci6n masiva de blancos por negros e hispanos.
32
�No puedo evitar aquí una entrada furtiva en el campo de
la política del gobierno local. Parece que esta po ít i ca , basada duran
te los años s.esenta en la asistencia pública, va a actuar ahora sobr;
la base demográfica más que sobre el nivel de renta. Este último
enfoque, el de la "guerra contra la pobreza" de Kennedy y Johnson, _
el del Welfare generalizado , está siendo combatido por la Administra
ci6n Nixon. La nueva política, junto con un incremento sensible de los medios movilizados para combatir a los grupos negros e hispa nos más radicales, se encamina hacia la descentralizaci6n del ghetto"
Los proyectos de inserción de vivienda pública en suburbios de cla se media ( o alta, corno en Forest Hills, Queens) van en esta direc
·ción. Pero la resistencia que opone la clase media de los suburbios
es muy seria.
í
Las c a u s a s del golpe de tim6n son muy generales, y es
tán relacionadas con la crisis que at r av i e s a este país en muchos
frentes. No e xisten recursos públicos suf icientes para llevar adelante los programáS iniciados en los añ?S sesenta. Dos razones más
concretas podrían ser : (1) las rep ercus iones políticas y electorales de esta progresiva concentración racial y social en el centro urbano, y
(2) las repercuiones económicas, o los "costes d~ oportunidad" de tal
fenómeno: las rentas de situaci6n enterradas bajo escombros eri .
Ha r lern son fabulosas . No por haberse deteriorado el equipo inmobi liario y los servic ios públicos deja de estar esta zona a menos de
cinco millas de la mayor concent ración mundial de bancos, bolsa, sedes centrales de empresas, univers idades y servicios de todo tipo .
Mercado de Trabajo
Volviendo al terna central, uno puede preguntarse ¿quien
emplea en New York mano de obra tan mal pagada como para que
existan aquí masas de población miserable? Una respuesta correcta.a esta cuestión podría completar la imagen de la ciudad, hasta
aquí
en términos de espacio, población y renta.
En primer lugar, buena parte de esa poblaci6n pobre no está empleada, simplemente. En la actualidad la economía de los
Estados Unidos funciona con un paro del 6 por 100 de la población activa; y e ste porcentaje, que es un promedio nacional, asciende al lO
por I Of) en el caso de los ghettos urbanos a los que me estoy r e fi r-i e n
do. Desconozco las proporciones del paro en New York concretamente
( y va a ser cada vez más difícil conocerlas, puesto ' qu~ el Bureau of
Labor Statistics ha recibido la indicación de no publicar en adelante el
% de paro entre la población no blanca, corno dato separado).
33
�Pero este hecho requiere una explicación del mismo
orden que la que estábamos buscándole al fen6meno de la miseria
urbana. Es un sub-producto, o si se quiere, un pr'oducto más del
mi srn o fenómeno.
En la década recién transcurrida ha estado muy en
boga en los medios académicos relacionar la miseria urbana con
el grado de cualificación de la mano de obra y con el nivel general
educativo (de acuerdo con la teoría de la productividad marginalcomo elemento determinante del salario). La admisión-de inmi
grantes negros del Sur, desplazados por la fabulosa transforma c i óri de la agricultura, transformaci6n que no ha encontrado toda vía u~ techo, así como la llegada p'e nuevos contingentes de pob la
c i ón del Caribe, sería la causa de todo, teniendo en cuenta el gr~
do de cualificación y el nivel educativo de los recien llegados.
Pero estudios recientes (como el de Vietorisz y
Harrison s ob re Harlem y otros diez ghettos raciales) demuestranque (1) las expectativas de ingreso de los negros e hispanos no aumentan considerablemente con el progreso en el nivel educativo,hasta los últimos grados (2) Los programas de formación profe sional destinados a re-clasificar hacia arriba a habitantes del
ghetto no han tenido éxito, y no por la calidad del trabajo desarrollado tras el programa, sino por la tensión insostenible que supone para los "re-clasificados" el nuevo empleo y la residencia entre blancos de clase media, y (3), no hay una correlación significativa entre los negros e hispanos que han salido del ghetto y el
nivel educativo o la cualificación, sino más bien, en todo caso, eE.
tre esa "huida hacia arriba " y el tamaño de la familia. Es decir
que sólo la acumulación de miembros activos en un mismo hogarpermite alcanzar el nivel de ingresos preciso para optar a una vida más holgada.
Si la explicación tradicional no se tiene en pie ¿ qué
hay que pensar entonces? Los economistas mencionados están
desarrollando una línea de explicaci6n basada en el "dualismo" de
las ciudades amer icanas y del capitalismo americano en general. De sarrollo y sub -de sarrollo coexistirian en el capitalismo am e r íca
no de un modo único y pe cu Iia r , alimentándose mutuamente. Dosmercados de trabajo separados se fo r m a r Ian enTa s grandes ciu dades. En el mercado de trabajo p r irria r i o ; producto histórico del
crecimiento americano , con abundancia de tierra y escasez de
trabajo, el nivel de salarios fue muy pronto más alto que en Eur~
pa , forzando al capitalismo a una sustituci6n acelerada de trabajo
por capital y a ofrecer una ..educación' general suficientemente ele
vada corno para manipular este capital físico, cada v ez más com
34
�p Ie jo , La alta relación capital/trabajo y el nivel de salarios e Ieva-.
do se "reí orzarían mutuamente (en parte a través del nivel de habili
dad r e qu e r i.do por el capital, y en esa medida el esquema de la pr~
ductividad marginal, parece implicarse, sería válido si el análisisse rnant iene dentro de los límites del mercado de trabajo primario;
pero el énfasis, ciertamente, está puesto en la relaci6n capital-productividad).
En cuanto "se cerró" la frontera, y el trabajo en el campo dejó de ser crecientemente pagado, las sucesivas oleadas de
inmigrantes (negros hasta la 2 a. guerra mundial, negros e hispanos
a partir de entonces), fueron más duramente recibidas por la in dustria. No se integraron ya en el mercado de trabajo existente sino que pasaron a constituir un mercado de trabajo secundario. Lacaracterística de este mercado es el bajísimo nivel de salarios, la
extensi6n del empleo de mujeres, la ausencia de sindicaci6n y el estancarn.iento tecno16gico. Se trata de industrias parasitarias (co~
fecci6n, serviCios comerciales) que siguen existiendo en New York,
y en otras grandes ciudades gracias a la formación de una oferta de mano de obra barata y desorganizada.
Este es el mercado de
rriqueños. El sistema de asistencia
que subvencionar a estas industrias,
que media entre el nivel de salarios
nivel de subsistencia.
trabajo de los negros y port~
pública no haría otra cosa
poniendo parches en el hueco
pagados por las mismas y . el
Presente y futuro.
La crisis de los últimos años, o meses, estriba, a
mi entender, en que este sistema funciona s610 en períodos de auge
relativo. En cuanto el paro se "e x t i e n d e seriamente, también,' al
mercado de trabajo primario y los salarios flaquean al .m i am o tiem
po en el mismo, en tanto que los precios siguen subiendo, el.obre-=
ro blanco y la" clase media se resisten a pagar los impuestos precisos para 's o st erie r el s i st e rna de asistencia pública. (Son obvias
implicaciones de est a. situación en el terreno de la psicología social
-racismo exacerbado, exp Io s ion e s de chauvinismo, etc..
. -)
La línea de pensamiento que he ido r e surni.endo.a.c e r
ca de la economía urbana y la crisis actual de New York y otras _
grandes ciudades americanas, postula entonces, como vía de solución, una elevación drástica del salario mínimo y la simultánea i.m
posición, durante un período más o menos largo, de tarifas prote~
toras contra la competencia e xtranjera basada en los .b a j o s sala _
35
�rios (muy sensible en el caso de los textiles japoneses, los zapatos
españole s e italianos e infinidad de manufacturas importadas de
Japón, Formosa, Hong Kong, etc. - ) . Este sería el modo de recrear,
a r t ifi.c i.a lrne.nt 'e, a través de l Estado, la presión renovadora que supuso la escasez de trabajo hasta los años 20. Las industrias par~
sitarias se verían forzadas a mecanizar la producci6n y los servi cios de tecnología atrasada tenqrran que transformarse radicalmente.
De momento, sin ernba r go, los cambios previsibles no son éstos. Más bien se apunta la tendencia hacia una disminu ci6n de los servicios de asistencia públi ca; una mayor exigencia al
'o t o r g a r los mismos, obligando a los receptores a un trabajo míni I
mo ( o no tan mínimo); una contención del nivel de salarios; la d e s c on
gestión -como he dicho- dé Io s ghettos, creando "ghettos de bolsi110", en teoría más fáciles de absorber, en los suburbios; y, eso sí,
la protección de las industrias parasitarias en el campo internacio nal, mediante a ra.nc e le s altos, devaluación y presiones de todo tiposobre los gobiernos de los países competidores. Si estas 'tenden cias se confirman, la situación no va a cambiar mucho en los pr6 ximos años.
P.M.M.
36
�TABLA 1
Pobl a ci ó'n d e Nueva York, por distritos.
1960
D is tri t o s
Población
total
1970
%
Negros
Población
total
Negros
%
Manhattan
1.698.281
23,4
1.539.233
24,9
Bronx
1.424.815
11,5
1.471.701
24,3
Brooklyn .
2.
7. 319
14,1
2,602.012
25,2
Queens
1, 30j. 578
8, 1
1.987.174
13, 1
27..1 .738
4,4
295.443
5,3
Richmond
TOTAL .
Fuente: Oficina
ó ·~
7 .7 81, ? 31
el e ;.
14,
7.895.563
21,
C e nso . E xtraído de "New York", 11 octubre 1971.
37
�T ABLA 2
Porcentaje de población negra en diez grandes ciudades (U. S.)
1960
Washington D. C.
54
Newark
34
1970
71
54
I
Baltirnor e
35
46
Detroit
29
44
Sto Louis
29
41
Cleveland
29
38
Philadelphia
26
34
Chicago
23
33
New York
14
21
Los Angeles
14
18
Fuente : Oficina del Censo. Extraído de "New York", 11 octubre 1971 '
38
�TABLA 3.
Distribución de las familias de New York
por clas.es de ingreso, según origen étnico
(enero 1968)
0/0
Clase de ingreso
Familias pobres(0-3.500
f/ l a ño ,
Familias de bajos ingresos
( 3.500-6 .000)
Familias de /ingresos
tos" (6.000-9.400)
l1
%
%
de Familias de F. blancas de F. negras y
port or r igueña s
10
. ,7
3, 7
28,4
18, 6
13, 6
31, 1
27,9
29,6
23,3
2 3,4
27,5
13, .0
19,4
25, 6
4, 2
100,0
100,0
100,0
Ino d e s _
F'arn i l.ia s de ingresos "rnode rados " (9.400-14.500)
F'a rrr í l ia s ricas (más de
14. 500 )
TOTAL.
,
,
F'u e nt'e : David Gordon "Lnc orrie and Welfare in N e w York City " en The Public
intere st n~ 16 , 1.969.
Los datos de ingresos s on para famil ias de cuatro personas. o e l ingreso
equivalente para fa m l ia s d e otras d irn en s ione s .
í
39
�TABLA 4.
Población (1956), Renta personal por habitante (1956)
ocupaciones (1950) en el Area Metropolitana (A. M.).
Población
(en miles)
15.375
Renta p. h.
(en $)
'A. M.
Total
Y
Ocupaciones principales
2 . 592
8. 236
Area Central
2.539
Profesionales, Oficinistas,
Comercio
4. 573
Cinturón interior
2.884
Profesionales, Directivos,
Comercio
Cinturón exterior
2.231
Obreros cualificados yespecialistas.
2.566
Fuente: E . M. Hoover y R. Vermon, Anatomy oí a Metropolis
pp: 6. y 157 (1962 ),( New York Met r opolitari Region Study)
40
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1825
Title
A name given to the resource
New York. Población, distribución de la renta, mercado de trabajo.
Description
An account of the resource
nº26, febrero 1972, p. 29
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín del Gabinete Técnico de Programación
Extent
The size or duration of the resource.
11 p.
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1972
Subject
The topic of the resource
Urbanisme
Població
Economia
Nova York
Barcelona
Language
A language of the resource
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 793 i UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/935/0000001606.pdf
1a1f566eb4d9559716010d3eaca2bd92
PDF Text
Text
BOLETIN
DEL GABINETE
TECNICO
DE
PROGRAMACION
Nº 3 2 - Octubre ,1974
�SUMARIO
Pág s.
Introducción . .
. . . .
.. .
. .
1
t
l-~
Aspectos económicos de una consolidaci6n administrativa en la Comarca de Barcelona Por Mario Gimenez, Pascual Maragall y Gabriel Lucena . . . . . . . . . . . . . .
Sistema Informativo Integrado para la Gestión
y la Planificación en el Ayuntamiento de Barcelona. - Un caso concreto. el tratamiento dela población. Por J. M. Canals, M. Forn
\j
2
23
La . compensaci6n entre precios del suelo y
presión fiscal en el área urbana de Barcelona.
Un esquema simple. Por Pascual Maragall
48
Las Propuestas Laboristas respecto al suelo
urbano. Por J. García-Durán . . • . . . .
61
El proceso de programación en el Ayuntamien
to de Nueva York. Por Pascual Maragall .
66
Vida Local de Londres. Por J. García Durán
73
ERRATAS OBSERVADAS
En la pág. 15 Tabla 2, donde dice "Mieria" debe
decir "Minería"
Por error se salt6 la numeraci6n de la pág. 21 a
la pág. 23. No falta ninguna página.
�EL PROCESO DE PROGRAMACION EN EL AYUNTAMIENTO DE
NUEVA YORK
Presentamos aqu{ un documento relativo al proceso de
programaci6n municipal en Nueva York.x La principal de las diferencias con nuestra práctica es la participaci6n decisiva del equivalente al Departamento de Programaci6n ( City Planning
Dept. o City Planning Commission) en la preparaci6n del presupuesto anual de capital. Este último sigue un proceso de elaboraci6n y aprobaci6n distinto del presupuesto ordinario. Por otra paE_
te liga al nivel de los proyectos la visi6n prospectiva típica de los departamentos de planificaci6n con la materializaci6n anual de las inversiones -lo que permite, en principio, un control de
costes y plazos mucho más sencillo y efectivo que el nuestro.
No debe suponerse que el proceso de programaci6n en Nueva York uti,lice técnicas econ6micas muy refinadas. El énfasis está puesto en la circulaci6n de informaci6n entre los
distintos servicios y el centro planificador, y en el acceso de
los ciudadanos a las distintas fases del proceso ( n6tese, po~ ejemplo el carácter público de las sesiones conjuntas entre el Departamento de Planificaci6n y los servicios, para considerary discutir las demandas de estas últimas relativas a inclusi6n de proyectos en el presupuesto anual de inversiones).
En el caso de Nueva York el flujo de informaci6n es
preceptivo, pues en caso contrario los proyectos no ser{an in clu{dos en el presupuesto de capital propuesto por el Departa
mento de Planificaci6n ni en el programa quinquenal indicativo
que prepara el mismo centro.
En el presente ejercicio se intenta que la informa
ci6n esté normalizada con el fin de procesarla mediante ordenador.
No se da aqur indicaci6n alguna acerca del criterio de selecci6n de proyectos interno al Departamento de Planificaci6n, que se enfrenta con peticiones tres veces superiores a
los recursos disponibles, aproximadamente.
No se explicita
una funci6n o funciones de utilidad social.
En cambio está muy claro c6mo, sobre la base de la informaCi6n· requerida, puede montarse un control de eficien
x Una gura al proceso del presupuesto de capital. City Planning
Department. New York. 1973
66
�cia de los serv1c1os
-dejando de lado la cuesti6n de que progr~
mas ~on preferibles para determinadas funciones u objetivos.
Posiblemente este nivel de control es el que deberra intentarseconseguir aqur como meta intermedia en el proceso de integra ci6n plan-programa-presupuesto.
Técnicamente no presenta difi_
cultades mayores, ni un volumen cl,e in.formaci6n muy superior al que existe en los servicios y circula entre éstos y el Gabinete técnico, en el caso de Barcelona.
Claro está que en nuestro
caso falta el poderoso incentivo a la circulaci6n de datos que sig_
nifica la preparaci6n del presupuesto anual de inversi6n ( desde
el centro planificador ).
Nosotros estamos en buena situaci6n, relativamente,en lo que se refiere a la formulaci6n de objetivos ( muy simples,
es verdad ) para cada sector de actuaci6n y a su integraci6n en
una funci6n agregada de bienestar urbano -reparto de la inversi6n en proporci6n a las necesidades acumuladas en cada sector.
Pero la '. virtualidad de este ejercicio es te6rica, menos que in dicativa, y aposterior{stica.
Y el escal6n ''objetivos-programas''
u "objetivos-grupo de proyectos" falta ig,ualmente, con lo que de
algún modo estamos reuniendo lo peor de los dos mundos, el · agregado y el departamental o sectorial.
UNA GUIA AL PROCESO DEL PRESUPUESTO DE CAPITAL
¿ Qué es el presupuesto de capital?
El Presupuesto de Capital del Ayuntamiento es una
lista anual de las mejoras y proyectos que se necesitan y que
alcanzan desde hospitales y vagones de metro hasta jaulas del zoo.
Con1o muchos proyectos dignos de tener en cuenta compiten
por fondos limitados, el presupuesto debe reflejar las
prioridades locales y del Municipio en conjunto.
La mayor parte de los proyectos _incluidos en el presupuesto tiene una partidaque identifica el prop6sito general de la mejora y la asignaci6nque se hace.
Sin embargo, las pequeñas mejoras se acumulan a
menudo en una sola partida, tal como alumbrado de calles o reparaci6n de calzadas.
Vehículos y equipo, adquisici6n de terrenos, planeamiento preliminar y estudios generales son también financiados a menudo con cargo a un fondo general del presu
puesto.
Esto :proporciona a los 6rganos operativos la necesaria
flexibilidad y pueden financiar de este fondo general las mejoras
especrficas a medida que se requieran.
67
�El Presupuesto de Capital, que básicamente sufraga las mejoras de las instalaciones del Municipio, es diferente del Presupuesto Ordinario Municipal, que costea día a día los gastos
de funcionamiento del gobierno municipal.
Aunque diferentes,
existe una relaci6n directa entre los dos.
Por ejemplo, construir
un nuevo hospital con fondos de capital implica gastar dinero encontratar el personal necesario para dirigir el hospital.
En muchos casos, el Municipio debe decidir el coste relativo de roan tener una instalaci6n vieja o construir una nueva.
Existe otra importante relaci6n entre los dos presu
puestos.
El Ayuntamiento costea la mayoría de proyectos del pr~
supuesto de capital vendiendo obligaciones.
Los costes del ser vicio de la deuda, cubriendo intereses y amortizaci6n, se carganal presupuesto ordinario.
Los costes del servicio de la deuda han sido en añosrecientes aproximadamente de un 1 O por 100 del Presupuesto Ordinario.
Tanto el Presupuesto de Capital .c omo el PresupuestoOrdinario cubren un solo año fiscal que empieza el l de julio
y
termina el 30 de ·junio.
¿De d6nde procede el dinero?
Existen básicamente tres fuentes de recursos en el
Presupuesto de Capital.
Hay fondos dentro del límide de la deuda, otros exentos del límite de la deuda y fondos procedentes de
. otras fuentes, principalmente de aportaciones Federales y del Es
tado y de aportaciones particulares.
Para asegurar que el Municipio no gaste más de lo
que puede sin riesgo, existe un límite legal en la cantidad que el
Ayuntamiento puede destinar para proyectos de capital en un s6lo
año. Este límite legal se llama límite de la deuda.
La cantidad de fondos del límite de deuda disponible para un solo años se determina mediante una f6rmula establecida
por la Constituci6n del Estado: lO por l 00 del valor total imponible de la propiedad inmobiliaria de la Ciudad, calculado como
promedio de los últimos cinco años.
68
�El Interventor (Comptroller) x computa anualmente el import.e total de la fórmula y recomienda al Alcalde qué parte deesa cantidad debe ser usada para el Presupuesto de Capital y qué
parte debe reservarse como fondo de imprevistos.
Basado en las
recomendaciones del Interventor, el Alcalde certifica la cantidad de fondos disponibles dentro del l{mite de la deuda para el Presupuesto de Capital de aquel año, y la cantidad que - debe retenerse como reserva.
La cantidad de fondos del Hmite de la deuda certificada
por el Alcalde es el l{mite legal de deuda en que puede incurrirse
para financiar la mayor parte de los proyectos de capital.
Estosproyectos -tales como escuelas, coches de bomberos, cuartelillos
y hospitales- rivalizan todos por una tajada del mismo pastel.
Demasiado a menudo incluir un proyecto significa excluir otro.
Debe efectuarse una difrcil selección.
Ciertos proyectos, sin embargo, están exentos de la li
mitación y no son competiti V'OS con proyectos que deben ser financiados dentro del l{mite de deuda.
Existen básicamente dos clases de proyectos exentos:
aquellos que producen ingresos y los exentos por legislación especial.
Proyectos tales como mer c ados, mueUes y garajes están
exentos porque producen ingresos; las instalaciones de control
de
polución del agua y los proyectos de abastecimiento de agua están
exentos por legislación especial.
Además, la legislación ha ere~
do agencias que pueden emitir sus propias obligaciones para construir ciertas instalaciones tales como "The State Dormitory Authority11.
También pueden financiarse ciertos servicios total o par
cialmente mediante emisión de obligaciones especiales, tales como
el programa de extensión del transporte colectivo.
Confeccionando el presupuesto
El proceso del Presupuesto de Capital empieza en ve rano cuando el Departamento de Planuficación Municipal pide a las
agencias que envíen sus peticiones para el Presupuesto de capitaldel año fiscal venidero.
La Junt1a. de Educación celebra audiencias
x El Interventor es elegido por voto popular al tiempo que el Al calde.
69
�públicas con juntas escolares locales antes de efectuar su envío.Los Servicios Municipales envian sus solicitudes en septiembre¡ cara c.terísticamente, las peticiones para proyectos que deben serfinanciados con fondos del límite de deuda totalizan más del tri ple de la cantidad dis p onible.
En octubre, la Comisi6n de Planificaci6n Municipal (x)
fija una serie de meetings con varios departamentos para revisar
las necesidades del presupuesto.
Se invita al público a asistir al
meeting, pero no a testificar.
A primeros de noviembre, cuando el Alcalde certificael importe total de fondos del límite de la deuda de que se dispo_!!'
drá, anuncia también las prioridades globales de la Ciudad para el
presupuesto de capital.
A finales de noviembre o a primeros de diciembre, la
Comisi6n de Planificaci6n publica la primera versi6n ( o borrador)
del Presupuesto de Capital.
Se somete a audiencia pública durante tres días a mediados de diciembre.
Después de revisar el testimonio público y los documen
tos que hacen al caso la Comisi6n modifica su presupuesto y lo en
vía al Alcalde a primeros de año.
Basándose en las recomendaciones de la Propuesta de Presupuesto de la Comisi6n de Planificaci6n, el Alcalde publica su
Presupuesto de Capital Ejecutivo el 1 de febrero, el cual es envía
do al Comite de Evaluaci6n (xx) y al Consejo Pleno Municipal. El -:
Presupuesto Ejecutivo del Alcalde es revisado por el Interventor y
.la Comisi6n de Planificaci6n que pueden enviar informes relativosa dicho presupuesto, al Comité de Evaluaci6n y al Consejo Pleno Municipal el 1 O de febrero.
(x) Equivale al Departamento de Planificaci6n.
(xx) En este Comité de Evaluaci6n además del Alcalde -Y del Presidente del Consejo Pleno están presentes los representantes
electos de los cinco super-distritos municipales.
70
�A continuaci6n, el Comité y el Consejo Pleno Municipal
celebra:n audiencias públicas y envran las modificaciones del presupue-sto al Alcalde.
El Alcalde puede poner el veto a esas modifi caciones; en ese caso, el Comité y el Consejo pueden anular el ve
to del Alcalde por una mayorra de dos tercios.
La versi6n final del Presupuesto de Capital se imprime
en el Boletrn Municipal a mediados de abril y entra en vigor en julio.
Una Bartida del Presupu esto
Un proyecto aparecerá generalmente en varios Presu
puestos de Capital sucesivos en el curso de su transformaci6n departida presupuestaria en realidad tangible.
Cuando aparece por primera vez, el proyecto general mente requiere solamente una pequeña cantidad de fondos de estu dio y planeamiento.
Si requiere suelo, será objeto de un estudiode emplazamiento y recibirá dinero para adquirirlo.
Después puede recibir nuevos fondos para diseño y planificaci6n, o su créditoinicial de construcci6n.
El saldo restante de dinero para edifica ci6n, mobiliario y equipo lo recibirá en presupuestos subsiguien tes.
Un proyecto no puede seguir adelante hasta que tenga un
lugar para poderlo implantar.
Este es el trabajo del Comité de Selecci6n de Emplazamientos.
Una vez que el proyecto tiene unapartida en el Presupuesto, el Comité revisa las recomendaciones de la agencia o servicio, estudia las alternativas y celebra audiel_!_
cías públicas.
Una vez se aprueba un emplazamiento por el Co~·
te, el Alcalde debe aprobarlo también y ordenar a la Asesorra Jur{dica que inicie los trámites de adquisici6n.
La duraci6n del pr~
ceso de tramitaci6n es de 6 meses a un año, pero puede paraliza!.
se por controversia de la comunidad o a causa de la extrema dificultad en encontrar emplazamientos adecuados -particularmente
para grandes mejoras en partes de la Ciudad super edificadas-.
El tiempo de duraci6n desde la partida del presupuesto
hasta su completa confecci6n varra, pero el patr6n seguido es si milar.
El calendario trpico para una escula de enseñanza general
básica sirve de ejemplo de los factores implicados.
El tiempo
que se tarda en encontrar un 'emplazamiento es aproximadamente de un año, de un año y medio para la planificaci6n preliminar y diseño, y de otro año para su construcci6n.
Tiempo total, si no
hay demoras imprevistas, tres años y medio.
71
�El proceso puede ser retrasado durante muchos años.El presupuesto sin embargo, no es generalmente la causa del retraso.
El presupuesto, más que determinar, refleja el estado de
progreso de cualquier proyecto concreto.
Dado que el presupuesto es un documento de asigna
ci6n de recursos, el dinero que se le asigna a cualquier proyecto
espec!fico puede gastarse únicamente en ese proyecto y no en otro.
Por tanto no s6lo es inútil incluir dineropara un proyecto que
no
estará preparado para gastarlo, sino que resultará inecon6nnico. Por ejemplo, asignar fondos de construcci6n para un proyecto que
no tiene ni planos ni emplazamiento congelarra efectivamente esos
fondos durante un año.
Otro proyecto que pod{a haber utilizado el
dinero podr{a tener que diferirse por esa mala asignaci6n de losfondos.
La nnayorra de proyectos nuevos requieren una asignaci6n inicial relativamente modesta.
A menudo parece seductora mente simple satisfacer demandas añadiendo una partida al presupuesto.
Sin embargo, estos nuevos proyectos requerirán últiii_la mente más mano de obra, fondos y energ!a para ser llevados a cabo.
La adici6n imprudente de nuevas partidas al presupuesto puede tergiversar prioridades, obturar los canales de asignaci6n y
retrasar mejoras necesarias.
Unicannente un número limitado de
proyectos merecen su inclusi6n cada año.
Planificaci6n del Presupuesto a largo plazo
Además de preparar la Propuesta de Presupuesto de Capital, la Connisi6n de Planificaci6n prepara también el Plan
Quinquenal de Inversi6n,
El Plan Quinquenal no es vinculante,
sino más bien es un cuadro general de los planes municipales e intenciones respecto al gasto de capital futuro.
El Plan bosqueja los gastos necesarios para completar
los proyectos del presupuesto actual.
Corno tal es un cálculo valioso de las necesidades de financiaci6n futuras y una medida de la direcci6n y del ritmo del programa de inversi6n de capital del
Municipio.
72
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
El proceso de programación en el ayuntamiento de Nueva York
Subject
The topic of the resource
Nova York
Urbanisme
Economia
Administració local
Pressupost
Description
An account of the resource
n. 32, octubre 1974, p. 66
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín del Gabinete Técnico de Programación
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1974-10-17
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/944/BoletinGabineteTecnico_1974_n32_Compensacion_PM.pdf
e618aa32acb030f54f6f5d32d7a6fc97
PDF Text
Text
BOLETIN
DEL GABINETE
TECNICO
DE
PROGRAMACION
Nº 3 2 - Octubre , 1974
�SUMARIO
Págs .
Introducción . • . . . .
1
1
t~
Aspectos e~onómicos de una consolidación
administrativa en la Comarca de Barcelona Por Mario Gimenez, Pascual Maragall y Gabriel Lucena . • . . . • . . . . . . • .
2
Sistema Informativo Integrado para la Gestión
y la Planificación en el Ayuntamiento de Barcelona. - Un caso concreto. el tratamiento dela población. Por J. M. Canals, M. Forn
23
La . compensación entre precios del suelo y
presión fiscal en el área urbana de Barcelona.
Un esquema simple. Por Pascual Maragall
48
Las Propuestas Laboristas respecto al suelo
urbano. Por J. García-Durán . . • . • . .
61
El proceso de programación en el Ayuntamie!!
to de Nueva York. Por Pascual Maragall .
66
Vida Local de Londres. Por J. García Durán
73
\ .•
ERRATAS OBSERVADAS
En la pág. 15 Tabla 2, donde dice "Mieria" debe
decir "Minería"
21 a
Por error se salt6 la numeraci6n de la pá
la pág. 23. No falta ninguna página.
g.
�LA COMPENSACION ENTRE PRECIOS DEL
SUELO Y PRES!ON FISCAL ; EN EL AREA
URBANA DE BARCELONA.
UN ESQUEMA
SIMPLE.
Consideramos una· serie de preguntas posibles
sobre el funcionamiento de nuestra área: ¿porque crece
al
ritmo presente? ¿va a continuar ese crecimiento? Estas se
rían cuestiones relativas a la aglomeraciÓn en conjunto, com;
subespacio de un espacio más amplio, nacional o internado nal.
Por otra parte: ¿ quién se beneficia de este crecimiento ?¿porqué empresas y viviendas se localizan en determinados
emplazamientos? ¿porqué unos municipios ofrecen más serví cios e infraestructuras que otros?¿ puede mejorar se el funcion~
miento del área de forma inequivoca (sin incurrir en compensaciones dificiles de calibrar ) ? Estas son cuestiones distributi vas ( de las ventajas aglomerativas entre grupos sociales
o
espacialmente ), pero que pueden incidir en las primeras
cuestiones o cuestiones relativas al crecimiento del área.
Un modelo o esquema relativamente simple p~
ra afrontar estos temas deberia incluir las siguientes varia ble s, como minimo:
- Economias y Diseconomias de aglomeraciÓn
E, D
- Precios del Suelo P
- Decisiones de localizaciÓn L
- Estrategia fiscal de las AdministraciÓnes lo
cales F '
Más adelante, para hacer más inclusivo el e~
quema en cuanto a cuestiones de localizaciÓn intra-metropolitana y en cuanto a la relaciÓn con el espacio exterior, habrá
que incluir otras variables, tales como la distancia al centro
metropolitano · (d) y la presiÓn fiscal estatal relativa al gasto
p~blico estatal en el área (í).
La ecuaciÓn fundamental de toda aglomeraciÓn
·
a na"¡·1s1s,
·
debe poder expresar se en te,/''r
ur bana, e n un pr1me:r.
minos parecidos a los siguientes:
L
cuando
E
48
)
O
D
>P
(~)
�Es decir, decisiones de localizaciÓn posÚiv.as
(inmigraciÓn neta de residentes y actividades ) requieren vent~
jas netas ( economias menos diseconomias ofrecidas por la
aglomeraciÓn ) superiores al precio que hay que pagar
por
ubicarse en la misma.
Hasta aquí' el sector pÚblico no aparece para nada.
Tanto economias y diseconomias como pr~
cios del suelo ( E, D, P) deben expresarse en relaciÓn con
los puntos de partida de la ''inmigraciÓn" ( de residentes
y
empresas o actividades ) o puntos alternativos de destino de
la misma, es decir, como salarios diferenciales, tipos
de
beneficio diferenciales o precios relativos del suelo.
En el limite, cuando los precios del suelo en el
área captan todas las ventajas de localizarse en la misma,
la aglomeraciÓn dejaria de crecer ( E-D=P L=o ). Esta e'ddencia no es inÚtil recordarla en el caso de Barcelona, cuya
Zona Franca ofrece suelo industrial a precios de los más al
tos en Europa y dÓnde las empresas se plantean su deseen-:
tralizaciÓn intra-metropolitana con pocas alternativas ( dada
la red de comunicaciones existentes y la rentabilidad del su~
lo en usos no productivos ) frente a la posibilidad de una
descentralizaciÓn extra-metropolitana ( Zaragoza, Valencia ,
Tarragona ) menos costosa en términos de suelo.
Se trata ahora de ver de qué dependen las
tres o cuatro variables básicas manejadas hasta aquí', lo
cual nos llevaria a introducir la variable adicional menciona
da al principio (F).
En efecto, si las economias de la aglomerapueden considerar se funciÓn del tamaño demográfico de la
misma (N), en una versiÓn muy simple del tema, en cambio
las diseconomias dependen, no solo de este mismo tamaño (y quizás de la densidad: N ) , sino también de la habilidad
del Gobierno local para
B internalizar los costes de la co~
gestiÓn, densificaciisn, incremento de desplazamientos etc. ,r~
sultantes del aumento de tamaño, es decir, su capacidad de
financiaciÓn de las infraestructuras y servicios precisos para paliar aquellos inconvenientes.
Que esta financiaciÓn se
base en una imposiciÓn sobre las nuevas unidades instaladas
aquí' ( "tarifa de entrada", enfoque marginalista ) o bien en
captar los beneficios que tales incrementos proporcionan a
sectores residentes ( impos:tciÓn sobre "rentas urbanas", enfoque clásico ) no es una cuestiÓn irrelevante, como vere
mo S máS adela.nte.
49
�As{ pues
E = E (N)
D = D ~N, F)
donde
~D
dE .o
'1N
dN
>o
.D
lF
<. o
Si se intentara estimar un modelo que contuv~
se esas relaciones, sin embargo, es posible que hubiera que añadir una ecuaciÓn de comportamiento que relacionase en forma posi~;iva la presiÓn fiscal con las diseconomias:
aquella aumen "" a 1 aparecer estas,
"
"
tarta
o a 1 superar estas
una cota d etermt. .nada.
De este modo las observaciones de distintas aglomeraciones ctiiP presentarian tamaños crecientes positivamente co rrelacionados con presiones fiscales mientras que las diseco~
mí'as se mantendrian a un nivel estable a pesar del aumento
de tamaño. Aunque precisamente tal modelo predeceria para
nuestra área, podemos suponer, una presiÓn fiscal mayor y un
nivel de diseconomias menor que el observado .
La ecuaciÓn
de comportamiento de las administraciones locales no seria
lida entonces para nuestra área . Hemos comprobado en otra
parte ( 11 Aspectos econÓmicos de una consolidaciÓn administrativa en la Comarca de Barcelona 11 MG-PM-GL , Nov. 73 ) que
la correlaciÓn de rangos de los municipios comarcales clasificados por poblaciÓn (N) y gasto ordinario por habitante es muy
baja.
·
vi
A, Sáez ha llegado a suponer una correlaciÓn
negativa entre renta por habitante y presiÓn fiscal, intra-co
marcalmente ( en 11 La Economia PÚblica local en la Comarca
de Barcelona'' ). Los 11 grandes 11 municipios del entorno de Bar
celona-centro ( Hospitalet, Badalona, Santa Coloma, Cornellá),
a pesar de frustrar la hipÓtesis de correlaciÓn de rangos pos_!
tiva entre tam,afio y gasto municipal por habitante ( dada lamo
destia relativa de sus gastos ) presentarí'an una renta por habi
tante tan baja que la presiÓn fiscal local resultaria elevada r~
lati vamente.
As{ pues, la ecuaciÓn de comportamiento de la
administraciÓn local F=F (J?), donde .~~o, puede no ser vá-·
lida para el área en conjunto ( en relaciÓn con otras ) y serlo
en cambio . en .comparaciones municipales intra-área, si por F
interpretamos presiÓn fiscal local y no gastos por habitante.
50
�~D
Pero aqur
F < o no valdrra, pues el aumento de F no se tra
""'
d
d"
.
. , d e- economtas
""'
.
.
d uc1r1a en una ?-Smtnucton
ext ernas, stno
que seria una mera resultante de la proletarizaciÓn ( rentas ba jas ) de las ciudades de mayor tamaño ( exc. la capital ). Ha
brá que decidirse pues, en las comparaciones intra-área, po-;:
llamar F a los gastos municipales por habitante e introducir
la variable renta por habitante (R.) designando por \
la presiÓn fiscal local.
En todo caso es obvio que entonces la formalizaciÓn inicial se queda corta: ya no es L )o si E-D >P,
sino más bien
(z.)
L>o
si E - D
>P + F
Es decir, las ventajas netas de aglomeraciÓn
deben compararse con el precio pagado tanto al adquirir suelo ( o pagar alquileres ) como al enfrentarse con una presi~n:':;
fiscal relativamente alta.
De aqu{ partir{a la compensaciÓn 11 precios del
suelo-impuestos locales•• que constituye el nÚcleo del esque ma.
Si se trata de mantener P
F a niveles bajos, hay dos
caminos a seguir: mantener la presiÓn fiscal baja o actuar so
bre los precios del suelo.
Pero los efectos de las dos v{a-;
de actuaciÓn sobre la desigualdad (2) no son equivalentes. El
aumento de la presiÓn fiscal puede basar un incremento
del
gasto por habitante (F) que disminuya D ( pues dD< o ). Parrece coherente por tanto propugnar:
7
-+
(1) mayor energ{a en contener P para mantener la inecuaciÓn (2)
(2) aumentar la presiÓn fiscal reduciendo D de
modo que como m{nimo se mantenga (2), es decir
dD
.1
dF
(3) hacerlo sin que los efectos inducidos so
bre P se coman la diferencia obtenida, es decir, sin que
. , la
propiedad .del suelo traslade todos los aumentos de presten
fiscal:
51
�dP<- dD
dF
dF
La tercera recomendaciÓn pone de
no podemos avanzar sin una especificaciÓn de los
tes del precio, hasta aquí' exÓgenos en el modelo.
es preciso explicitar cuanto antes la forma de las
E = E(N) y D = D (N, F).
relieve que
determinanTambién relaciones
Una primera aproximaciÓn a la formaciÓn
precio del suelo seria
de S
=
añ.adir
P = P (N, E-d) o bien
superficie del área.
~.
P
= P(N,
E-D) don-
S
En el análisis intra-metropolítano habrá
la distancia al centro, de modo que
P = P
del
que
(N, E - D, d)
S
En cambio en el análisis ínter-aglomeraciones
la primera de las tres expresiones bastarí'a. ¿ Son más altos
los precios en el CBD de áreas densas que en el de áreas
del mismo tamaño demográfico pero mayor extensiÓn?. Es P2
sible; pero también lo es que entonces la oferta intra-marginal de suelo urbano pese más en el segundo caso, encarecieE
do los precios medios (P). Todo esto depende de una explicitaciÓn más detallada del sub-modelo de precios. Un esquema
ricardiano seria ÚtH aquí' quizás, para explicar la formaciÓn
.d e los precios del suelo dentro del área.
El limite de la
misma se fijar{a donde E-D igualase los precios del suelo
,
agr1cola.
El auténtico problema es el de las relaciones
entre el precio del suelo y las ventajas de la aglomeraciÓn,
por un lado, y la pr~si6n fiscal por otro.
Si estas relacio nes explican totalmente los precios del suelo, el modelo se
cierra y su estimaciÓn es impensable ( no hay variables propiamente exÓgenas ).
En otras palabras, si los precios
del
suelo pueden predecirse como capitalizaciÓn de las economí'as
de la aglomeraciÓn y descuento de la presiÓn fiscal relativa
el modelo carece de valor· explicativo de cualquier serie
de
observaci~nes cifradas.
52
�El sistema de relaciones resultante ser1a:
"'
L = L (E-D, P) o bien L = L (E-D,P,F)
E = E (N)
D = (N, F)
F = F (D)
p = (N, E-D) o bien P = p (N, E-D, d)
con la adiciÓn de las restricciones expresadas por el signo de
las derivadas respectivas y el conocimiento de que L>o si
E-D )P+F.
No hay variables exÓgenas en el modelo, excepto N (el tamaño demográfico), y aún habrÍa que considerar que
N es una funciÓn positiva de L.
En esta situaciÓn, la simplificaciÓn más co
rriente consiste en introduci r ,f ( la relaciÓn entre ingresos
y gastos estatales en el área ) como variable exógena e lave.
Siendo f
1, el debilitamiento de las ventajas ofrecidas por la
aglomeraciÓn barcelonesa se interpretaría, en términos de la
inecuaciÓn fundamental, diciendo que E-D tiende a ser <P+F'
donde F' incluirÍa el efecto f.
En otras palabras, la presiÓn
fiscal real (F'/R) es ya suficientemente alta ( en términos
siempre relati'vós ) pero no se transforma en gasto en el área,
con lo cual las diseconomÍas no son paliadas en modo alguno :
d D1 l&o en vez d~< o)
C) F
CIF
.
>
Esto apunta a un mecanismo totalmente real ,
pero incompleto a mi modo de ver.
::I:l .t>arti-pri s, en nues t.ro caso, es el de que incluso F' es insuficiente, y que lo es
por la competencia de P en la captaciÓn de ventajas netas de
la aglomeraciÓn.
En otros términos, la presiÓn fiscal local
no puede aumentar, tanto por razones institucionales ligadas
al tamaño de los municipios, como por factores estrictamente
mercantiles. Veamos esto.
Una interesante complicaciÓn del esquema
Es muy plausible pensar -en mi opiniÓnque
el crecimiento ( extensivo e intensivo, es decir, en superficie
y en renta ) de la aglomeraciÓn barcelonesa se ha producido
a un ritmo y con unas caracterÍsticas tales que la propiedad
del suelo ~a P.o dido elevar sus precios relativos por encima de lo que el binomio economÍas netas-presiÓn fiscal pueda ex-
53
�Una de estas caracteristicas ser( a la tasa de infla plicar.
ciÓn (i), otra, la amplitud del área con expectativas de urba.
.,
n1zac10n ( S Ó también dMAX).
As(, P= (N,E-D) se convierte en P=(N,E-D,i,d).
La inflaciÓn que estamos viviendo agudamente ahora, pero que
ha sido una caracteristica del pr:oceso de crecimiento desde los primeros cincuenta, suscitaria una demanda de suelo sup~
rior a la que podria explicarse en términos reales ( necesida-des productivas y residenciales, ventaja comparativa respecto
de otras áreas ), al combinarse con un crecimiento (~r muy
rápido, es decir, con una expansiÓn continua de los
cascos
urbanos y una distancia máxima admitida ( al centro metropo_!i
tano ) relativamente alta dada la existencia de centros urba
nos secundarios importantes (x)
)
Un razonamiento del tipo 11 preferencia por la liquidez . podria aplicar se aquí' a la demanda de suelo.
Junto
a las necesidades productivas y residenciales del suelo (lo que
podriamos llamar 11 motivo implantaciÓn o localizaciÓn 11 ) existe
un 11 motivo especulaciÓn 11 para retener suelo, que se deriva
del hecho de que sus precios han estado creciendo -y se espe
ra que continuen haciéndolo- a un ritmo vivo, de modo que las ganancias de capital obtenibles mediante la simple posesiÓn
supera el rendimiento que pueda ofrecer cualquier colocaciÓn
alternativa de los fondos equivalentes a su valor de mercado en el momento,
11
Esto ha significado una prima sobre la propiedad de suelo en los inicios del proceso de urbanizaciÓn acelerada, y una ventaja similar para los compradores de suelo ( ~
mobiliarias, particulares ) en fases sucesivas de este proceso,
Naturalmente las expectativas sobre los precios del suelo en el área se basan (1) en la existencia de una reserva de mano
de obra agricola subempleada en las zonas atrasadas del pais,
(2) en la confianza de que E-D, las ventajas netas de ubicar se aquí', siguen siendo suficientemente elevadas en relaciÓn a
(x) Contra lo que estamos acostumbrados a repetir, la densidad de la aglomeraciÓn barcelonesa no es muy alta (aparte de los
resultados que produzca la delimitaciÓn administrativa para
Barcelona-municipio o aÚn más para Hospitalet ) ; la aglomera
ciÓn madrileña, sin ir más lejos, debe ser más concentradaen el espacio.
.
.
54
�(~J 7""
,~
<
'1
·14
r
V? 1,
·
1
7
1..,1')
,. /
•
.
'1Y
Y'l/
r
(
.?., ......_, ""'
...,.....,.,. ...... .,...."" )
A~--· .,.,_.,,1!
~)'
-A ,~ .t¡r. J., L
- -'"""""...2~, r,.
,.........,..,., 1~""
~~.Ll j'-""Y\ •
- _-1--v¡
'<)
t
('
><.
n--r
1:>'-'>!
. ,. . , ~:_77 'f"'f'l·1
'J ""'-{·
"Y'.")::;¡-
(,
1 )(1.,+
7
'-•.z.• '.2 ....._
VV.1.vvvY1
wy>
lo")
v''1"V'é;fY)'/
't
(.'
'fl._-l'L.I'
•1'1J1l·, mf)'J,;l) ¡ ,r·Mf¡>' '
1"1 -¡-<>/( ., . .,r,""'-~"1 .i{l U.}J
t A ~}. •·""f"\'\<' ~\.,,,.,.,1~~-__-.....;-; · ~:rr~·
~1;>-v'·.,_~~'Y\v .
t1"'Y) ~""ll
v-1
~-::
, ~-a··'l').\~:{('1~
'?f""t"'"'''J ~•
..1
r
-vry
..
W\'V>'VIf'A
11.
-·
G'7 ...,• •
_~¡- J
•y·'L
c,--......_.IYVJ'1""""l ....
"'\
?">-~ """'·?/}-.....(r~/ ,., ;;
•-Y-',......rv-Tp
'11
0-')J'"l("\ 1
h¿; ) ''l,.'·f51',....-
)1J
('J r.~.. .c:"""I'V'Yl
rJrn
lf :J :
,~
"'Y\ )v¡l
,
1'\ · 11.-
)?i'~
¿ ·~ ~.: "'· 'T"''
q)1
•
t'
"'1~h,
"''1/
-~ "-q-'1'
'/1""1'17."'rN>l'l17
')
.,....,¡ ¡....
1
""")'~ '· ~1-""1" ' f l
'l.
r-"YlU
__ J-
'>]"\.,<? 1 , .1'1 ' -r~ 1., <¡¡~" ..... ,7Wl
r.-p
~ yv-vv-'"'7
~tf"·t'
-""""
""'~v ""'" T<Tv/ -.')') .;pv
-...:->7 m
"""'"'?"•
) "f") )
l)"o'!'\
(J"Y\. 1 '""11'1'\
~L. .
J> "? '1 '-! , :l'?
V)'
1
)..
a :::
¿ '?""'?VYI1fl ? Q7 (_r¡r.v/_r/ ~~ 'YJ'11?
~ll
J
AV,( f
o
.
t ''"'~11· '1·,111 --,Jy.(J)'
·r
<.f.)/' ..., .
'7"7"
w ' •YJfl'7ly7
/'1'. •
.
~ "'-v¡ J\"'~ ' 1~ 1,~ ~
<:q""'H
n..,L,v\ j Vl-~o{ ~'1 ~p t-Yf«¿{ ;n ~
((<f. ¡.,_->1......
<
~-"'-NÍ 11
!.,,...,_.""
?v'!
~
"7V'(), , •
'-(
~
'P-'"1"''.'{"':
:--"'11)1"'-rvvvv>'lJ
.,.,?. . . .t. h~-'1..r ,,.....-1..
)7
"'"\!•1'-'r =)
.,.,--,'V'.J
-..,._:rvv¡.• '1"
,~.,
'-'1:
u.
.. ., ."4 ·tvl '1-:'-~.,
( -~'l-"1/
;r~ ~ ..r-1..,.,......., ~ ~ryVJytl "JJ ~ )
,.,J --:F'-..-,r--•rv.n-J
'?' .,.._--]_'-'~ ......'fVI,.-y 'l"Y''1."' -ry 1<[·
'"¡'17 """'"'""~
)' .,..,_"1 "'1'?
~1"' ""r-,-·
"-'~ ~~~
JY'
,.,,
1 "'"'~
""" r7.
, ........ ]'1 '\. ..
~e
~
"' ( ~•7•"1·~· 11-jc
" ''"" 7)"" 'Y] 1
n..- , _,_?""""...~" ~
-·r' r.-r--/
q
" ')
~
J
":"""1
y~.~ :'l" "·~) "':) 1 ~
'"P'.....,-y; "P
~~ '1/ .'v
-. .,..., .,.,'"1-, ..... ?}? ,!-'V "rt?
--:-,) ?'J1
L-J-'11
~w .~ fl
&
A--7V''Wif""M 1--,1 h"'7'r'l"' 1
'Yl-'/~ ~flp '1J
':> ,__,""
. .
''?="'•'•'"'?¡) '7J "-""''')') )
1
... .
!)
i~".:t
ú<I
/
/;. " 1 .., ., , -, j''f
( { . .,., •. .~ '·"l
'
'ss
'>.JVV>'Y)
_.._:~
)
.,._,
)'tj
'!l('•
a. _
"j
([
!7
l. f~ 'd
no
~~'7''1 \J
}1,1 •..,-yvj \ J
1":-l"lll-•
'"1 ':f) 1'~
" ')'"lJ
("Y •h T -~..,-v/ '}
~~- - ,~ ·f~¡1~~
.-,-
'· 'J
~ --<t
y"'N'.r~~ LJ
1')
\
...
,...1
"
. .. \
·•\
..¡
�los costes inherentes a , tal decisiÓn, tanto para los capitalis tas o empresas como para los trabajadores.
En: estas condiciones la configuraciÓn de la de
manda de suelo conlleva una elevada rigidez con respecto
al
precio y, en consecuencia, cualquier aumento de presiÓn fis cal sobre el suelo es fácilmente -repercutible sobre el compra
dor o usuario bin que la cantidad demandada varie sustancial=
mente.] En otras palabras, la administraciÓn local se ve in capacitada de elevar la presiÓn fiscal real sobre el suelo. La
cuota de suelo metropolitano que las administraciones locales
pueden entonces obtener, dado el tipo de fiscalidad existente y
esa configuraciÓn de la demanda, es siempre una cuota lirni!_a
da.
En contraste, la disponibilidad de suelo poseido por ha bitante o empresa es relativamente elevada (x).
Si esto es as( conviene extraer una conclusiÓn
lÓgica y plantearse nuevas preguntas.
La conclusiÓn· es que la falta de infraestructuras y servicios pÚblicos en el área no
es solo achacable a f )J. ( es decir, la elevada proporciÓn de
ingresos fiscales estatales sobre los gastos correspondientes
en la misma área ) -en lo cual residentes, empresas y pro pietarios estarán de acuerdo- sino que esa insuficiencia tiene
también como contrapartida unas ganancias de capital por par
te de los poseedores de suelo en el área y en definitiva un ~
vel de consumo más elevado a la realizaciÓn de tales ganan cías.
La pregunta que puede formularse, entonces, es qué finalidad sirven las coaliciones de propietarios, cuan do el mecanismo de mercado parece asegurarles una corriente de rentas tan significativa.
Posiblemente la explicaciÓn de
este hecho ( y de sus consecuencias, tales como la contenciÓn
forzosa de la presiÓn fiscal sobre el suelo por la via del co~
trol directo -por los propietarios- de las administraciones locales del área ) radique más que nada en la competencia in -
(x) Lo que no quiere decir que todos los habitantes ( ni siquiera
las clases medias) posean relativamente mucho suelo, sino
que este parámetro es muy alto una vez se alcanzan los niveles de renta en que ·el cálculo de rentabilidad relativa esque matizado más arriba deviene factible.
En cuanto a la Admi .:
nistraciÓn local, su cuota de suelo seria menos limitada si ac
túa como un particular, comprando y vendiendo suelo ( y aúnen este caso tropezará con un obstáculo que los particulares
no encuentran, los limites municipales) ..
55
�ter-municipal por la atracciÓn de actividades y residencias, es decir, competencia por la obtenciÓn de un bocado irnpor
tante en el pool de rentas generadas por la aglomeraciÓn
en
conjunto (x)-.--Otra pregunta puede referirse al papel de
la
configuraciÓn fí'sica del área en todo esto ( papel simbolizado
aqui por dMAX o distancia máxima admitida al centro}. Caracterí'stico def proceso de formaciÓn del área metropolitana
barcelonesa es el extenderse en general sobre una regiÓn
agrí'cola fértil de altos rendimientos, y organizada en una jerarquí'a de centros urbanos secundarios.
El punto de partida
de las expectativas del poseedor de suelo marginal ( P=E-D )
es pues alto y la extensiÓn de la zona con tales expectativas
es mayor que la que se darí'a en una provincia poco poblada
fuera de la capital.
Todo ello juega en favor de la importan
cia de las !.'rentas urbanas 11 dentro del producto del área,
Dejando las cosas corno están, las inferencias
solo pueden ser pesimistas.
El mecanismo que fatalmente
impide el aumento de la cuota de suelo utilizado por la Admi
nistraciÓn local y, en general, de sus recursos, solo
pued~
ver se contenido, en esta perspectiva, cuando el aumento
de
la presiÓn fiscal local por otros cauces ( por un lado ) y
la
escalada de las diseconornias del gran tamaño ( por otro )pon
gan un freno a las decisiones de localizaciÓn e incidan sobr~
las expectativas de los poseedores de suelo.
Dados los parámetros actuales, que no conoc_!l
rnos más que indirectamente, el coste de financiar una conten
ciÓn de las diseconorní'as mediante provisiÓn de infrae structu-:ras y servicios pÚblicos, es muy alto: a cada aumento de pre
siÓn fiscal la acompaña un aumento de precios del suelo ( e-;;_
condiciones de eludir la carga dada la forma de la demanda ),
con lo que el efecto total en el lado derecho de la inecuaciÓn
(x)
El propietario de Sardanyola, p.ej., no solo se opondrí'a al au··
mento de la imposiciÓn l:iobre el suelo sino a que el municipio
cargue a las industrias locales un arbitrio de radicaciÓn para
financiar la absorciÓn de las diseconorní'as colectivas creadas
por aquéllas, pues el coste de instalarse en Sardanyola (P+F)
podrí'a entonces decidir a Ruevas empresas a cruzar la carretera y ubicarse en Ripollet. De ahí' que una extensiÓn de la fis
calidad especial solo pueda hacerse en bloque, para toda la
aglomeraciÓn.
56
�básica (P -+ F) puede fácilmente verse como superior o equivalente al efecto en el lado izquierdo ( aumento de E-D). Es
to desde el punto de vista de la aglomeraciÓn.
El horizonte
de los propietarios ya hemos visto que puede ser más estrecho y frustrar su propio interés en mejorar las economias netas del conjunto por la competencia entre municipios.
La utilidad de esta "complicaciÓn" de cara a
estimar los parámetros del esquema es solo relativa. Pues i.
la tasa de inilaci6n ( supongamos en los Últimos 10 años )
es la misma, a todos los efectos estadisticos, para todas las
ciudades españolas.
Quedan dMAX y P a ( el precio agricola)
con1o variables explicativas de precios del suelo diferencia les, junto a las endÓgenas N y E-D. Las mismas variables
jugarán en el análisis intra-I!letropolitano.para el nivel ínter- ·
áreas, en cambio, es posible que resulte deficiente.
Quizás
seria mejor dejar la ecuaciÓn del precio en su versiÓn original e introducir una funciÓn de demanda de suelo, en que la
proporciÓn de suelo por habitante dependería· de los tres ele
mentas citados ( i, Pa• dMAX) o quizás sóio de dos de ello;
( i, dMAX) además del precio (P).
=
ConclusiÓn
En términos del esquema simple propuesto es
posible reinterpretar las visiones alternativas corrientes de
la aglomeraciÓn metropolitana.
La falta de una Administra ciÓn metropolitana .de he considerar se tan grave por sus efectos sobre F /R ( imposibilidad de aumentar la presiÓn fiscal
real ) , como por sus efectos sobre F ', que es la interpretaciÓn tradicional ( f) 1 implicando diseconomias debidas al superávit estatal en el área ) .
'-
·~
' ·., \
Por otra parte la administraciÓn metropolitana
no es la soluciÓn del problema sino solo una plataforma me jor ~evitar algunos de sus mecanismos de refuerzo ( col'!!.
petencia entre coa liciones municipales de propietarios en
un
área fragmentada ). El problema de fondo está ligado al ca rácter inflacionario del crecimiento nacional y al desequili
brío inicial entre las ventajas netas de la aglomeraciÓn barc~
lonesa y las de los puntos de origen de los capitales y fuer za de trabajo inmigrados.
57
�En estas condiciones, un área fuertemente expansiva en el tiempo, dotada de centros secundarios ( es decir, potencialmente amplia en términos comparativos ) y si tuada junte" a una agricultura rentable, confiere rentas intra marginales muy importantes a los propietarios de suelo, rentas ( o ganancias de capital ) que pueden ver se como contrapartida de un nivel de diseconom{as alto, en la medida en
que la presiÓn fiscal es incapaz de competir con el precio
del suelo para la captaciÓn de una parte de las ventajas de la
aglomeraciÓn.
La pasividad del Estado en permitir la apari."' de estructuras metropolitanas coincide pues con el intec1on
rés de los poseedores de suelo en hacer durar la situaciÓn
actual-interés por otro lado muy difundido ( las industrias,
los particulares propietarios, etc. tienen su parte en los beneficios ).
El resultado de todo este proceso es una demanda de suelo superior a la explicable en términos de ventajas
de ubicaciÓn productiva o residencial en el área.
Incluso un
organismo metropolitano, sin embargo, se verí"a frente al
mismo problema: la retenciÓn de suelo o su posesiÓn en pro-.
porciones mayores a las que el nivel de renta explicarí"a, resultan estrechamente ligadas a parámetros que están fuera
del alcance del Gobierno local -incluso agregado al nivel de la aglomeraciÓn.
Los efectos nocivos de la fragmentaciÓn administrativa local son muchos: escalas ineficientes de operaciÓn,
presiÓn fiscal nominal compitiendo a la baja, disparo alcista
de los estándares "ornamentales" en el centro ( limpieza, iluminaciÓn, pavimentaciÓn ), falta de poder de negociaciÓn de .
. los municipios pequeños, por ejemplo, en la obtenciÓn de eré
dito local y en el acceso al mercado privado de capitales. Pe
ro esa fragmentaciÓn presenta ventajas, en parte para toda 1~
poblaciÓn ( control de las decisiones administrativas en un supuesto marco democrático ), pero sobre todo para las posici~
nes del Estado · y los propietarios: para el primero porque le
permite contraponer intereses locales y mantener competen cias, para los segundos, porque han sido ellos los que efect:.!.
vamente han disfrutado de las ventajas de control social
que
ofrece la pequeña dimensiÓn de los municipios. ( Aunque tam
bién es posible que la consolidaciÓn administrativa signifiqu~
la sustituciÓn de unos intereses inmobiliarios locales por otros
de mayor volumen ) .
58
�Dos ejercicios de estimaciÓn son pensables a
partir del esquema apuntado.
Uno a nivel in ter y otro a nivel intra-metropolitano, con las distintas especificaciones in- - Los mayores obstaculos
"'
"" son:
dicadas.
en esta v1a
.
(1) La falta de variables independientes del
· modelo{exÓgenas)
·
(2) La cuantificaciÓn de un indicador de e cono
m{as y diseconom{as externas.
Las principales innovaciones del modelo son:
( 1) incluir variables indicativas del comportamiento del sector pÚblico en el esquema tradicional de la
teor{a urbana.
(2) Juntar en un mismo modelo el par econom{as-diseconomias de aglomeraciÓn con conceptos de renta
de suelo.
Al menos a nivel teÓrico es posible construir
esquemas significativos para la explicaciÓn de los problemas
de la aglomeraciÓn.
Está por ver cual es el poder predictivo de esos esquemas.
/
P. S.
Dos indicacione
bibliográficas interesantes en relaciÓn con el
esquema ~
po esto:
l. W. Ba
al Economic Analysis and Operations research. E~
plica ~
p1
o !:! O re
o
ckr) como al propietario ( productor ) le es mas fácil tra;
ladar la carga fiscal si ( a) la demanda de suelo es r{gid;
y (b) la oferta es elástica.
2. H. W. Richardson The E~onomics of Urban Size. Ver en el
cap{tulo 2 pgs . 11-14 un esquema gráfico similar al desarrollado Em el apéndice a este art{culo.
59
�APENDICE
Los gráficos (1) (2) y (3) presentan una versiÓn
geométrica posible del modelo, dotado aqui de funciones espec{ficas E (N) y D (N), y en grados de sucesiva complica-
.
;
ClOJ::l,
Se supone que las econom{as de aglomeraciÓn
crecen con el tamaño de la misma pero a ritmo decrecien te.
La curva de diseconom{as tienen un punto de inf~iÓn,
creciendo más las diseconomias que las econom(as a partir
de un tamaño determinado ( el famoso p lafÓn estad(stico que
unas veces se sitúa en los 200. 000 habitantes y otras en los
400 Ó 500, 000 ) para igualar se luego los dos ritmos de au mento.
El gráfico (1) muestra la evoluciÓn resultante de las econom{as netas (E-D). En Nll' cesaria la inducciÓn al
crecimiento de la ciudad al equiparar se economias netas
y
precios del suelo.
Este es el caso más simple.
En el gráfico (2) se introduce la presiÓn fiscal,
desplazando la curva de diseconomias h a cia abajo (DF) y e~
vando las econom(as netas.
Si esta elevaciÓn es igual al aumento de la carga fis'cal, los desplazamientos de E-D y P
( a E-Df y P·.f.F ) se compensan y el tamaño Óptimo o de
equilibrio es el mismo.
En el gráfic o (3 ) se supone que el precio
del
suelo es c apaz de absorber las econom(as netas generadas
(o d e repercutir los aumentos de presiÓn fiscal ) con lo que
el t amaño de equilibrio desciende a Nxx .
bO
�GRAFICOS
E,O
( 1)
0~--~--------+-----------
(E- O)
p
N
N* tamaño
óptimo sin
sector publico
( Mox
---E
.... --o
E, O
/
J[E-o]-P)
¡
--Dr
N • tamaño
(2)
0 ~--~----~------(E-0)
P,F
( Mox
jr
óptimo con
sector público
E-o,]-[
P+F] )
E, O
N** tamaño
óptimo
(3)
o ~--+------+-------(E-0)
P,F
*
N* < N* si d P
pu•s
dF
>O
PF+F >E-Dr en N
Gl
..
�LAS PROPUESTAS LABORISTAS RESPECTO AL SUELO URBANO
l. En el contexto de la reafirmación de las ideas libera
les, los conservadores han señalado a la opinión pública británica c6mo el sistema de licencias de edificación sometido al
planeamiento urbano existente en el Reino Unido favorece al e~
peculador.
No en el sentido hispánico de la adulteración sistemática de los planes ( también de eso empieza a haber ) o de planes urbanos indefendibles, sino en el sentido de que e 1 cul'l!...
plimiento estricto del sistema plan-permisos restringe la oferta de suelo y por tanto lo encarece.
La Figura 1 explica gr!
ficamente la relación entre posibilidades de especulación y sistema de licencias.
Relación
precio de venta
precio máximo
Fig. 1
Años de oferto de suelo o
Licencias acordadas dividido por su laso de utilización.
(en nuestro caso corresp.onde en porte o planes parciales y modificaciones acordadas)
Si los permisos concedidos son poco importantes respe~
to a las demandas de los promotores, el propietario del suelo
puede extraer de ellos la cantidad máxima que estos estén dis
puestos a pagar, es decir que el precio efectivo menos sus
costes ( valor de utilización agrfcola y costes de puesta a disposición ) sería igual al precio máximo obtenible neto de esosmismos costes.
Pero si los permisos y la planificación son
generosos, esa relación disminuye.
El informe para 1968 de la Comisión del Suelo establecida por los laboristas en 1967 reconocfa los hechos y señalaba que dichas restriccione~ se deben a i) motivos de eficien .:.
cia del planeamiento urbano, ii) prevención a tener que incu
rrir en obras . de urbanización excesivas, iiil )conservadurismolocal en · pequeñas ciudades residenciales de conmutadores de rentas elevadas.
El reciente Informe Skeffington (People and -
61
�Planning
ci6n.
ha añadido las dificultades y lentitudes de la Administra-
2. De esa crrtica se ha pasado a defender la eliminaci6n
de controles en el sentido de que producir{a menor especulaci6n y
mayor baratura del suelo.
El análisis del sistema de libertad,
sin embargo, no proporciona esos resultados.
Las Figuras 2 y 3
permiten resumir las principales consideraciones.
La figura 2 presenta en esquema las diversas valoraciones que afectan a una finca urbana en el caso más sencillo.
Fig 2
Ptas.
~~~--..;------'----------- Valor
suelo según rendimiento agrícola
Rendimiento urbano= renta esperada
neto d€' cost€'s d€' urbanización y construcción .
~-t---..;----~:.1".-::;;--------- Rendimit'nto agrícola.
~----
nvmpo
El momento socialmente 6ptimo para su utilizaci6n urbana habrra de ser 1, en que la igualdad del valor urbano y agr{cola refleja la
utilizaci6n de recursos reales implicada.
Puede afirmarse, sin
embargo , que desde determinado punto de vista el rendimiento urbano negativo, que refleja que no pueden cubrirse totalmente los
costes de urbanizaci6n y .construcci6n puede aconsejar un 6ptimo momento de urbanizaci6n como 2 6 incluso 3.
62
�,..
r) , . . .
7i , ........
, . - (¡ ...
.·
7
,/
lru
r
/
fó Ao4-- -
/
...
1
;i .
--
)~
jet:-·
<¿,~:.
r~r.')fi.J
. /
fo-r.
l
'
- \
·'
c:U
{¡-.,~, .
1
~~a,¡. . l~,
r~r..~k íJ ~~t-u.b. rb...,,¡ _~~ ).e
1\
'
V
''IV · '1\"-
1"
-
(At-1.
/
.\
~. 1).\~·.. v·~ L~
-·-
(A .••• ,, _ _ . ~
ij_ -¡,., 1 ¡, ofv¡
V
•
�La
maximizador
obtend6n del
especuladora,
ticipaci6n en
figura 3 rnuestra, por el contrario el comportamiento
del propietario privado del terreno.
Su criterio de máximo rendimiento, aparte de cualquier intenci6n
lleva por lo general a un momento posterior de parel mercado del suelo.
'
Curvos de descuento, codo uno
indico un tipo de interés fijo.
Ptas .
---- ---
----- --l
1
__ ....
,.J..-
- - - - ll
Valor urbano neto de costes
de urbanización.
1
1
1
1
1
1
fig. 3
1
1
1
Tiempo
3. Ante esta situaci6n el Manifiesto laborista 1974 optaba por una polrtica respecto al suelo que logra-ra desplazar hacia abajo la curva de la figura l.
En el lenguaje escueto de los ma 11
nifiestos :
fomentaremos la municipalizaci6n de propiedades al
quiladas privadamente 11 ; 11pasará a propiedad pública el suelo necesario para el desarrollo urbano de modo que haya suelo barato di~
ponible para nuevas viviendas, escuelas, hospitales y otros fines 11 •
La propuesta estratégica inicial cuyo resultado han sidoesas frases se expone en los puntos siguientes :
4. Aparato. Se tratar{a en primer lugar de crear Geren
cias de Urbanizaci6n o Comisiones de Urbanismo metropolitano
o
regionales formadas por representantes de los Ayuntamientos y
equipo técnico y encargadas de la gesti6n de todo el suelo urbani zado y edificado o de d e sarrollo urbano qu e ellas designen.
S. Suelo edificado. En cuanto al suelo urbanizado y edificado ocupa do por su p r opi etario la Gerencia no interviene más que en caso de que se apruebe un plan de remodelaci6n.
No . oc~
rre lo mismo con el suelo urbanizado y edificado no ocupado por sus propietarios: por Ley habr{a que convertir todas esas propied~
des privada's eh propiedad de los Ayuntamientos, d a ndo al actual propietario un arrendamiento por la vida esperada de cada edificio
hasta un máximo de 80 años.
Al final de ese per{odo el propieta-
63
�rio recibiría una compensaci6n calculada según el valor de merc9-do inicial del terreno y un complemento por el incremento gen~
ral de precios durante el período. El contrato de arrendamien to sería gratuito al principio, pero al cabo de un cierto tiempo el
expropietario -arrendatario- subarrendador empezaría a pagar
a los Ayuntamientos un alquiler equivalente al 50% de los incrementos del valor de uso del terreno. Estos alquileres se calcularían mediante variaciones del valor de uso cada siete años, si
bien un cambio de uso significaría revisi6n inmediata de las ren
tas.
¡\__
Para suavizar los posibles per JUlClOS causados poresta ley y por la disminuci6n del precio del suelo que seguiría
se ha disefiado el siguiente sistema de excepciones:
a) El período sin arrendamiento a pagar será mayory la cuantía de esos arrendamientos menor, sobre una base de
no transferibilidad del arrendamiento a largo plazo, en los casos
de aquellas personas o sociedades no ocupantes que hubieran
comprado en los cinco años anteriores a la promulgaci6n de laley y para quienes los negocios inmobiliarios no constituyeran actividad principal. El motivo de esta excepci6n es no per judi car a aquellas personas que compran a un precio muy alto siro plemente como colocaci6n antiinflacionista de sus ahorros pen sando en los rendimientos de su utilizaci6n, y en cuyos cálculosno habría entrado el pago de un alquiler al estado.
b) El arrendamiento a pagar también sería menor en
el caso de ocupaciones que se consideren socialmente deseables( artesanía en un determinado barrio, por ejemplo), pero que noresulten rentables para los can.J.bios de valor de uso estimados para el cálculo de las rentas. Esta excepci6n s6lo apunta al hecho de que la estimaci6n de los cambios de valor de uso no puede estar determinada por completo por la rentabilidad contablede los ocupantes, pues eso eliminaría sanas presiones al caro
bio de localizaci6n.
6. Suelo para la expansi6n. Todo p r omotor que desee
suelo a urbanizar o edificar tendrá que dirigirse a las Gerencias
Regionales, quienes lo comprarán para él, bien por venta voluntarTa o,- en casos bien definidos, haciendo uso de sus poderes deexpropiaci6n. El precio de comprc\_venta ) vendría fijado por las
Gerencias, inicialmente bastante alto, a' un 60% de su valor de
uso por ejemplo, pero con una escala anunciada de disminuciones
64
�sobre ese margen año a año hasta llegar a un 20% por ejemplo.
El suelo adquirido por las Gerencias se arrendaría a largo plazo al promotor, si bien en los casos de promoci6n de viviendas la familia ocupante tiene derecho a su compra en completa propiedad. El sistema de contratos de arrendamiento con el promotor permi te multitud de descuentos y variantes de acuerdo con destino, ca racterísticas de la explotaci6n del suelo que se propone etc • .
Por otro lado el promotor verá limitado el tiempo para la utiliza ci6n del terreno adquirido.
En el caso de que los promotores fueran los Ayunta
mientas mismos ( nuestros Patronatos Municipales ), habrían de
recurrir igualmente a la Gerencia, con el posible incentivo de sub
venciones estatales en casos definidos que permitieran a las Adm_i
nistraciones locales adquirir suelo por debajo del precio de com pra.
Las mismas Gerencias regionales pueden ser a su vez
promotoras sometiéndose al aparato de concesi6n de licencias de
los Ayuntamientos y en consorcio con ellos siguiendo la experien cia de las sociedades de economía mixta entre Ayuntamientos y empresas privadas.
La racionalidad existente tras este mecanismo que en
primer lugar parece una simple transferencia de beneficios del propietario del suelo al promotor radica en que los beneficios a
obtener actuan ahora como incentivos para la construcci6n en vez
de actuar como incentivos para la retenci6n de suelo, con lo cual,
sin eliminar los mecanismos de mercado se consigue reducir el precio de adquisici6n de la vivienda. (En términos de nuestros
gráficos nos acercamos a los puntos l y 2 de la Figura 2 y se desplaza hacia abajo la curva de la figura l ).
7. El proyecto que se acaba de presentar está en gran
¡nedida inspirado por la práctica sueca y holandesa. Sus posibilidades de implementaci6n no son pequeñas.
Bibliografía: Peter Hall
dres 1965
(ed) Land Values Sweet & Maxwell, Lon-
Land Commission. Annual Reports
David Lipsey Labour and Land
dres Abril 19 7 3.
65
Fabian Tract 422 Lon
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
La compensación entre precios del suelo y presión fiscal en el área urbana de Barcelona: un esquema simple
Subject
The topic of the resource
Urbanisme
Barcelona
Economia
Description
An account of the resource
n. 32, octubre 1974, p. 48-60
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín del Gabinete Técnico de Programación
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1974
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/945/BoletinGabineteTecnico_1974_n32_AspectosEconomicos_PM.pdf
0d57320578117c8b5649fa9118ba10fd
PDF Text
Text
BOLETIN
DEL GABINETE
TECNICO
DE
PROGRAMACION
Nº 3 2 - Octubre , 1974
�SUMARIO
Págs .
Introducción . • . . . .
1
1
t~
Aspectos e~onómicos de una consolidación
administrativa en la Comarca de Barcelona Por Mario Gimenez, Pascual Maragall y Gabriel Lucena . • . . . • . . . . . . • .
2
Sistema Informativo Integrado para la Gestión
y la Planificación en el Ayuntamiento de Barcelona. - Un caso concreto. el tratamiento dela población. Por J. M. Canals, M. Forn
23
La . compensación entre precios del suelo y
presión fiscal en el área urbana de Barcelona.
Un esquema simple. Por Pascual Maragall
48
Las Propuestas Laboristas respecto al suelo
urbano. Por J. García-Durán . . • . • . .
61
El proceso de programación en el Ayuntamie!!
to de Nueva York. Por Pascual Maragall .
66
Vida Local de Londres. Por J. García Durán
73
\ .•
ERRATAS OBSERVADAS
En la pág. 15 Tabla 2, donde dice "Mieria" debe
decir "Minería"
21 a
Por error se salt6 la numeraci6n de la pá
la pág. 23. No falta ninguna página.
g.
�ASPECTOS ECONOMICOS DE UNA CONSOLIDACION ADMINIS
TRATIVA EN LA COMARCA DE BARCELONA.
( Ponencia presentada a la I Reunión General de
Servicios de Estudios. Madrid. Noviembre 1973)
Es tópica la poca eficacia de los arreglos institucio
nales existentes en la aglomeraci6n barcelonesa. Los costes de la fragmentación administrativa han sido analizados en ocasiones ( cf. 11 Estudio sobre recursos económicos para la actu~
ción urbanística y la prestación de servicios en la comarca de
Barcelona••. 1972 Comisión de Urbanisrn.o- Universidad Autóno..
ma) y con más frecuencia han sido simplemente citados entrelos elementos explicativos de los problemas del área.
La fragmentación de un área metropolitana en pe quefios municipios conlleva varios tipos de costes ( frente a
una serie de ventajas ). Las escalas de operación pueden ser
insuficientes para (1) aprovechar economías derivadas de la mayor dimensión, o (2) simplemente plantearse la producci6nde serví~ios públicos que se definen para un ámbito territorial
más amplio. Ejemplos del primer tipo de costes serían no sólo los casos típicos de la tecnología de los servicios públicos
{ abastecimientos de aguas, colectores o estudios ), sino tam bién la fuerte incidencia de los gastos de Administración general {Alcaldía, Secretaría, etc. ) en los presupuestos de muni_
cipios de reducida dimensión. Ejemplos del segundo tipo sonlos relacionados con la movilidad metropolitana, en los que
las subdivisiones administrativas de éste nada pueden decidirindividualmente { mientras que sí pueden por lo mismo, obstacu
lizar decisiones ajenas).
Hay razones para pensar que no es útil insistir dem~
siado en estos temas. Las econom{as de escala pueden no ser
significativas en una buena parte de los servicios públicos lo cales. Por otro lado, la difusión de efectos externos en la
producción de servicios públicos y los problemas de medición y
asignación que esa difusión plantea pueden no ser el obstáculo fundamental en la eclosión del área metropolitana, cuando lo determinante es la resistencia estatal a admitir que exista un ni
vel administrativo metrop~litano.
2
�Pero como en nuestro caso tal resistencia estatal
se argumenta a menudo en términos de la dificultad que plan tea aquella medici6n de efectos externos y la correlativa asignaci6n de responsabilidades y recursos (x) creemos que sí vale la pena empezar a estudiar estas cuestiones.
¿ Existe un "contínuo· urbano" barcelonés significativo? Lcuales han sido los efectos de la formaci6n de ese hip~
tético espacio integrado sobre las administraciones locales del
mismo? ¿ Permite la aglomeraci6n barcelonesa la formaci6n de administraciones locales de potencia fiscal aceptable o no divergente en exceso, mediante una mera manipulaci6n de lími
tes administrativos? ¿cuáles serán los efectos de la consolid~
ci6n de municipios sobre rendinliento de determinados ingresos fiscales 1
Estos son los temas que pretendemos ir aborda_E
do. Las notas que siguen exponen algunas exploraciones preliminares sobre los mismos:
l. l. Se analiza la correlaci6n de rangos de lasclasificaciones de municipios comarcales según (a) dimensi6n,medida en número de habitante s: y (b) gasto ordinario por habitante. Se obtiene de paso una tipología simple de esos municipios de acuerdo con sus desviaciones positivas o negativas.
l. 2. Se utilizan los datos del Departamento de
Geografía de la Universidad de Barcelona ( Revista de Geografía ) y la tesis inédita de Horacio Capel ( La Red Urbana Es pañola t~ 50 ) para derivar indicaciones sobre la especializa
ci6n de las ciudades comarcales.
2. l. Se aplica una sugerencia de W. Thompson ( Prefacio a la Ec. Urbana p. 34 7 ) al análisis de las divergen - cías de base fiscal entre subdivisiones comarcales con el fin de calibrar las posibilidades de consolidaci6n administrativa
con diferentes grados de agregaci6n.
x El desacuerdo entre las administraciones locales existentessería así el obstáculo argüido por el Estado para explicar
la
demora en la aceptaci6n .de los esquemas institucionales metropolitanos propuestos ya en 1965.
3
�2. 2. Un cálculo de los efectos de diversas hipÓtesis de consolidaciÓn sobre el rendimiento en nuestra área
del Fondo Nacional de Haciendas locales.
En fin, esta nota no toca muchos de los as pecto s estadí'st icos y econÓmicos del binomio fragmentaciÓnconsolidaciÓn que habrá que considerar.
Señalemos algunos
de ellos:
- El término "consolidaciÓn" es muy amplio.
Cubre aquí desde la formaciÓn de supermunicipios a partir
de los actuales o la consolidaciÓn en uno solo, hasta la for
maciÓn de dos niveles, uno municipal ( o super-municipal )
para determinados servicios y otro a escala de la aglomera
ciÓn en conjunto.
Falta pues en nuestras nota el punto
d~
vista sectorial, el Único que puede basar la administraciÓn
a dos niveles por el lado de gasto ( véase el citado "Estu dio sobre recursos econÓmicos ... ").
- Los instrumentos estadÍsticos que habrá que
utilizar ~ la hora de proponer una tipologÍa más completa
de los municipios de la zona no son desde luego tan
simples como la comparaciÓn de rangos (l. l.) y los Índices de
especializaciÓn (1, 2). Tenemos ya programas estándar de análisis factorial para ello en el Centfo ordenador munici pal.
Esta misma v{a se iniciÓ J y quedó truncada ) para la
revisiÓn del Plan Comarcal ( ver M. Sola Morales "Factó rializaciÓn de caracterÍsticas de un área metropolitana" Revista de GeografÍa 197 O, nÚm. 2 ) y está siendo aplicada
en el Departamento de Geografía de la Universidad de Bar ..
celona para el estudio de l a red urba na española.
- El análisis aquÍ se extiende solo a la co
marca, cuando deberÍa cubrir toda el Area Metropolitana.
Véase en la página ~una conjetura sobre los peligros de
e·sa limitaciÓn territorial.
- Hablamos aqu{ de los costes de la fragmen
taciÓn pero no de sus ventajas. El control de los munici-:=
pios por los propietarios de suelo ( y de los distritos por las 'ruerzas vivas" ) impide ver las posibilidades de esta s subdivisiones en un área metropolitana integrada.
4
�l. DELIMITACION ESTADISTICA
l. l. La tipologia de mume1p1os de la Comarca
obtenida mediante la comparaciÓn de los rangos de poblaciÓn
y gasto por habitante es muy clara ( Tabla 1, Figuras 1, 2) :
los municipios de mayor tamaño, excluido el central, se sitÚan junto a éste y presentan clasificaciones relativamente b~
jas en gastos municipales por habitante, menos acusadamente en el caso de Hospitalet y de forma más clara en el
de
Badalona, Santa Coloma y Cornell á.
Esta misma situaciÓn
se prolonga siguiendo el eje de accesibilidad Sud Oeste Sant
Boi, Viladecans y Sant Vicens, municipios proletarios de tamaño medio.
Este continuo urbano diferenciado ( centro
de
mayor dimensiÓn y con un sector pÚblico rico, municipios de
tamaño demográfico importante -y creciente- en direcciÓn
NE y SO con un sector pÚblico empobrecido ) presenta va rias caracteristicas relevantes a la hora de considerar la
consolidaciÓn de jurisdicciones: (a) es un producto, en parte,
de la iragmentaciÓn administrativa del continuo urbano, (b) no respeta la débil resistencia geográfica de los rios Llobregat y Besós, (e) ha trastocado en el curso de los Últimosvein
ticinco años la jerarquia urbana histÓrica del área ( centrode gran dimensiÓn, municipios de tamaño importante fuera
del radio de 18 Km. definido por la Comarca del 1953 )
y
(d) muestra una correlativa diferenciaciÓn ordinal hacia arriba de los municipios más alejados de segunda residencia
o
con funciones agricolas aún significativas ( Castelldefels, Papiol, Santa Coloma de Cervello, Sant Climent, Pallejá y Sant
Just ); el mismo mecanismo explica el carácter equilibrado
de los rangos de municipios semi-industriales ( como Gavá ,
Prat, Monteada y Esplugas ).
Si parece obvio que la aglomeraciÓn como
tal
tiene que hacerse cargo de la rehabilitaciÓn del tejido urbano
diferenciado hacia abajo ( y de cuya deterioraciÓn es responsable unitariamente, como tal aglomeraciÓn ) también resulta atractivo por su simplicidad el criterio de compensar tal
asunciÓn de responsabilidades con la consolidaciÓn simultá
nea de los municipios de algÚn modo benefiQiados por la dis
tribuciÓn de funciones en el espacio urbano.
Pues bien, tcD
consolidaciÓn compensada solo puede realizarse extendiendo
la consolidaciÓn administrativa hasta los confines de la co
5
�marca ( hasta Montgat y Tiana por el N. E. y Castelldefels
y ~apiol por el S. y SO ).
La principal objeciÓn a esta imagen de la ciudad extendiéndose en luna creciente en torno a la sierra de
Collcerola ( la cual si ha significado una resistencia fisica a
la expansiÓn deÍ casco urbano ) debe provenir en el terreno
de la delimitaciÓn estadistica, del hecho de que el indicador
"gastos por habitante•• no carece de ambigüedad.
Asi,
las
altas clasificaciones relativas por este renglÓn de munici
píos pequeños como Sant Climent, Santa Coloma de CervellÓ,
Pallejá e incluso Papiol pueden corresponder más a una elevaciÓn relativa de los costes indirectos ( AdministraciÓn general ) debida a la insuficiencia de dimensiÓn, que a un efec
tivo nivel de prestaciÓn de servicios relativamente satisfac~
rio.
La segunda objeciÓn, de carácter prospectivo,
está conectada con la presumible eliminaciÓn de la barrera
constituida por la cadena montañosa en términos de distan cia-tiemp,o en un futuro prÓximo.
Este punto guarda rela
ciÓn con la expansiÓn NO. ( Sant Cugat, Sandanyola ) sugerí
da por ia necesidad de espacio para infraestructuras pÚblic~.
As{ se dibujan tres alternativas de consolida ciÓn: 1) continuo urbano en luna creciente; 2) ( recogiendo las dos objeciones anteriores ) ejes SO y E -sin los peque ,
ños municipios semi-rurales en el curso del Llobregat -mas
Sant Cugat y Sardanyola; 3) toda la comarca.
La segunda alternativa difiere de la primera
en el sentido de sustituir los municipios del confin Oeste
( Santa Coloma de CervellÓ, Sant Climent, Pallejá, Papiol )
por el área de descentralizaciÓn terciaria prevista en el esquema director de 1965 ( Sant Cugat, Bellaterra, Sardanyo la ).
La ter:cera alternativa es quizás la menos objetable.
La comparaciÓn efectuada no da criterios estadisticos rotundos para una consolidaciÓn solo parcial de la co
marca.
Al contrario, coincide en confirmar la intuiciÓn de
que la comarca funciona como sub- sistema urbano unitario ,
precisamente por su diferenciaciÓn funcional interna ( lo que
no implica pronunciar se por una forma de consolidaciÓn u
otra ) .
6
�La idea inicial de este ejercicio era la de ve
rificar la h:iJpÓtesis de que existe una correlaciÓn de rangos
pos:i,tiva entre dimensiÓn y gasto municipal por habitante formulada habitualmente para sistemas nacionales de ciudades.
Más concretamente: la hipÓtesis a verificar es que la medi da de tal correlaciÓn aumenta al englobar en un:a sola unidad
la ciudad central y los municipios de su entorno inmediato -que sufren tal proximidad en forma de proletarizaciÓn priv~
da y pÚblica, y que por tanto están mal clasificadas en gastos municipales por habitante e n relaciÓn a su nÚmero de ha
bitantes.
AsÍ es, en efecto.
El coeficiente de correlaciÓn de rangos ( Spearman ) que es muy bajo en la comarca
tal como está definido actualmente (
= O, 122, véase tabla 1)
aumenta hasta O, 261 en la hipÓtesis 1 ( Barcelona, Hospita let, Badalona, Santa Coloma y Cornellá formando una sola unidad ) .
Este aumento medirÍa la deterioraciÓn del en
torno del municipio central si supusiéramos que la demandade servicios locales crece más que proporcionalmente con la
dimensiÓn demográfica.
l. 2. Los ejercicios sobre la estructura fun cional del sistema urbano barcelonés confirman la misma hipÓtesis desde otro punto de vi s ta.
El crecimiento 50 - 70 ha
subvertido la jerarquía urbana tradicional del área m e t ropo~
tana a impulsos del centro.
L o s ocho municipio s especi a lizados (x) - . en construcciÓn e n 196 0 ( Hospitalet , Bad a lona ,
Santa Coloma, Cornellá, Sant Boí, Gavá, Esplugas, Sant Cugat ) definen claramente el ánn ito comarcal del subsistema
en todas las direcciones en torno al centro (Tabla 2).
El aumento de los Índices de especializaciÓn
industrial del 50 al 60 en Hospitalet, Santa Coloma, Corne llá y Sant Boi y la apariciÓn de nuevos municipios urbanos
(x) Cuando se habla de "especializaciÓn''en este punto utili zamos
los Índices funcionales de la Tab la 2, definidos p o r H. C a p e l como "el producto de la desviaciÓn de la tasa de o c upa c i Ón e n
una rama respecto a la población activa urbana de l a ciuda d (e~
presada.s a1nbas en tantos por diez mil respecto a los t ota les na
cionales urbanos) por el porcentaje de ocupaciÓn en dicha rama
respecto a la poblaciÓn activa de la ciudad considerada".
7
�con especializaciÓn industrial positiva ( Gavá, Ekplugas Sant
Feliu, Molins, Sitges ) contrasta con el descenso de los {n
dic·es tanto en el centro tradicional dominante ( Barcelona,
con la adiciÓn en este caso de Badalona ) como en los centros tradicionales de segundo orden fuera de la comarca: Sa
badell, Tarrasa, etc. ( Tabla 2 ).
Por Último las tasas de poblaciÓn activa
de
las ciudades comarcales son sistemáticamente inferiores
a
las de las ciudades extra-comarcales, situándose por debajo
del 48 por lOO en 1950 y del 43 por 100 en 1960, mientras
que Matará, M a nresa, Igualada, Tarrasa, Sabadell y Granollers se sitÚan por encima de esas cotas ( Tabla 3 ) .
Esta homogeneidad dual pone de relieve que
nos hallamos ante un sistema urbano m.etropolitano, dentro
del cual el sub- sistema comarcal se comporta en este aspe~
to como un elemento singular ( cuya estructura interna, como vimos anteriormente en el análisis dimensiÓn-nivel
de
gasto municipal, es diferenciada ) .
Todo esto parece indicar que una consolida ciÓn comarcal fuerte ( quizás la Única v{a defendible ya ah~
ra ) podr{a conducir a su vez a una repeticiÓn del proceso
de integraciÓn- diferenciaciÓn del espacio urbano exterior al
nuevo centro con las mismas caracter{sticas de intensidad con que se ha producido hasta ahora en el sub- sistema co marcal en torno al centro tradicional.
El Area ser{a tan im
pq_!,tS.nte ante el proceso de suburbializaciÓn generado en to-;,:
no al nuevo centro ( la Comarca ) como hoy lo es la Co
marca frente a las consecuencias del desbordamiento de los
l{mites administrativos de la capital.
Pero esto es solo
una conjetura.
Todas l a s observaciones aquí' reunidas son
'1~ ""¡
provisionales.
La base estadí'stica utiliz a da, así' como~'métodos de análisis, son muy rudimentarios.
Falta informa ciÓn para 1970 .
No es que no exista informaciÓn Mtp~.!':iOI-'
más actualizada y métodos más sofisticados para tratarla.
Al contrario, todo ello est á disponible, pero se requiere
un
plazo algo más largo para convertirlo en un informe provi sional sobre el tema.
8
�2.
EFECTOS FISCALES
Los efectos fiscales de la consolidaciÓn
están aún poco estudiados.
Lo Único que brindamos aquí' es
una serie de reflexiones sobre el tema, algunas índicacio
nes de estudios posibles y el resultado de un primer ejercicio sobre el efecto de la consolidaciÓn en las aportaciones a
nuestra área del Fondo Nacional de Haciendas Locales.
2. l.
La utilidad del planteamiento de una consolidaciÓn metropolitana, o sub-metropolitana como en este caso, puede verse tanto por el lado de los gastos pÚblicos como por el lado de los ingresos.
El argumento de las eco nomí'as de escala y dimensiones mÍnimas de servicio tiene
que ver con el primer aspecto.
Pero incluso con subdivi
siones administrativas idÓneas desde el punto de vista tecno
lÓgico, la efectiva prestaciÓn de servicios pÚblicos puede ~o
ser factible al nivel deseado por falta de una distribuciÓn
correcta de la capacidad fiscal ( subdivisiones ricas y po
bres del área n1etropolitana, divorcio necesidades-recursos).
En Estados Unidos se tiende a considerar
que este es el problema que justifica mayormente la formaciÓn de Órganos n1etropolitanos, lo que se explica: 1) por
las reticencias que provoca allí' siempre el aumento de di
mensiÓn y la pérdida de proximidad en las relaciones administraciÓn-ciudadano,
2) por la intensa segregaciÓn espa
cial por niveles de renta ( centro pobre, suburbio rico ).
Una forrna de enfocar el problema es dividir
el área sucesivamente en subáreas cada vez más pequeñas y
observ a r cual es el máximo nÚmero de subáreas en que
la
zona puede dividir se ( o el tamaño mí'nimo de las mismas ) ,
sin que l a dispersiÓn de los indicadores de capacidad fiscal
vaya rnás allá de una cota predeterminada que se considera
critica (x) . Se trata de formar subáreas lo suficientemente
grandes y diversificadas interiormente como para que las
disparidades de r e nta queden englobadas en su interior y no
haya entone es disp a rida d de rentas medias entre subáreas.
Si la dispersiÓn es 1nuy alta y no hay continuidad en t re distritos ricos y pobres, la Única instancia capaz de realizar
en su interior las compensaciones precisas' será, en el caso
extremo, el Órgano metropolitano.
(x) Ver W. Thompson. op· cit.
9
�Este ejerc1c10 puede realizarse en nuestra
área con tres niveles de subdivisiÓn: municipios, comarcas,
área·; o bien con cuatro: municipios, agregaciÓn sub- comar cal de municipios, comarcas, área, Se puede introducir la
subdivisiÓn de Barcelona en distritos al mismo nivel de la di
visiÓn municipal del área, con lo que la distribuciÓn ganarí;:
en homogeneidad de tamaños.
El ejercicio nos dará una p!J.
mera indicaciÓn de fragmentaciÓn administrativa Óptima en el
área desde este punto de vista.
Lo mismo puede hacerse,
quizás más fácilmente en una primera fase, con los municipíos de la Comarca tan sÓlo agrupándolos convenientemente
en super-municipios.
•,
.1 . . · ~ - lt
./
jo este punto de vista se ha realizado
un
ensayo de COnSOli ~
iÓn a
niveles, procurando obtener para
cada unidad una po aci Ón de.~. 100-200. 000 hab. , 200-300. 000 '\tt-lt\\0
..
hab. y 300-450. 000.
El é._..rto nivel de consolida cion ( malla 5 ) corresponde a la divisiÓn Barcelona-Resto de la Co marca.
rr
'
Malla
1
2
3
4
5
( Véase Tablas 4
NÚm. de
subdivisiones
Recorrido de la
renta per capita
(renta máx.- ren
ta minl Miles __Ets
38
19
11
7
2
a~ para
DesviaciÓn
tÍpica de las
rentas per
ca__Eita
90
83
49
35
32
21' 7
23,6
16,6
12,5
22,6
definiciÓn de las mallas )
La mayor dificultad apareciÓ al intentar consolidar la parte oriental. La gran poblaciÓn y baja renta de los
distritos IX y X y los municipios de Santa Coloma y Badalona, hacÍa difÍcil encontrar áreas ricas contiguas a las pobres
que
permitiesen la "compensaciÓn". A la vista de la tabla de dispe!_
siones se observa que, dejando aparte el caso de dos subdivisio
nes (Barcelona-resto de comarca), la menor dispersiÓn co rresponde ~la mayor malla ( 7 subdivisiones de 300-450. 000 ha
bitantes ).
10
�Si el objetivo perseguido fuera la creaCiÓn de
unidades capaces de soportar un gasto por habitante y año de ·
4. 000. pesetas por ejemplo, con una presiÓn fiscal máxima hipotética del 8 por 1 00, la consolidaciÓn deberia crear subdivi
siones con una renta media de 50. 000 pesetas per cap ita (x)-:
Y en ese caso la consolidaciÓn con municipios colindantes al
central deberia extender se obviamente a los más pobres
de
renta ( o bien deberian formarse municipios de tamaño medio
agrupando distritos de Barcelona con aquellos municipios empobrecidos ). La hipÓtesis de consolidaciÓn seria entonces semejante a la delimitaciÓn estadistica que engloba a los grandes y medianos municipios de carácter proletario.
SegÚn los datos de 1968, los municipios a com
pensar desde este punto de vista son Badalona, Cornellá, Pa-: ·
llejá, Ripollet, Sant Boi, Sant Climent, Sant Vicens, Santa Co
loma de CervellÓ y Santd Coloma de Gramanet. Con este
fin
se han probado distintas mallas modificando algunas de las an
teriores para tratar de obtener la máxima capacidad fiscal. La malla critica resulta de una variaciÓn de la nÚmero 4 ( 7
subdivisiones) en la que la renta per cápita m(nirna es de. 49. 803
pesetas.
.Con la malla 3 ( 11 subdivisiones ), cualquier madi
ficaciÓn empeora la distribuciÓn de las rentas; en el mejor de
los casos salen dos subdivisiones por debajo de las 50. 000 pe
setas/habitante.
Algo parecido ocurre con la malla 2 ( 19 subdivisiones ) en la que, si bien es posible, alterando las
subdivisiones, mejorar los mí'nimos, éstos siguen por debajo
de las 50.000 pesetas ( 46.276 y 47. 827 ).
Para la malla 5 ( Barcelona-resto Comarca )
se obtiene una capacidad fiscal parecida a la de la malla 4.
La renta mí'nima ( comarca ) es de 49.600 pesetas y la máxi
ma ( Barcelona ) de 82.130.
Como se ve, debido a la gran dispersiÓn
de
rentas y la segregaciÓn espacial de las mismas que se da en
el área barcelonesa, sÓlo disminuyen las diferencias de rentas
interáreas, o sus capacidades fiscales, cuando se toman subdivisiones de gran tamaño (300-450. 000). Esto parece indicar
que no se está lejos del caso extremo antes citado, en el que
la Única distribuciÓn capaz de compensar todas las desigualda
des es la que abarque a toda la zona como una unidad.
(x) Datos 1967-68.
11
�2. 2. Veamos ahora el rendimiento de la apo__:
taciÓn del Fondo Nacional de Haciendas municipales en tres
hipÓtesis de consolidaciÓn.
En base a datos referentes al año 197 O, la
distribuciÓn efectiva del 87 por 100 de la dotaciÓn del Fondo
( 4.937.026.435 pesetas) para reparto general por nÚmerode habitantes y grupo fue la siguiente:
Grupos de muni<;j.
pi os (habitantes)
Pesetas
por grupo
NÚm. habitan Cuota pe setas
tes por grupo por habitante
Más de l. 000. 000
4.241.472
232,89
lOO. 001 - l. 000.000
5.093.245
193,86
5.632.638
175,30
5. 001 - 20.000
7.538.094
130, 98
Menos de 5. 000
7.810.697
126,41
20. 001 - 100.000
987.405.287
Fuente: Bolet{n Oficial del Estado,
10-7-1971.
Considerando tal supuesto, real por otra pal'te, la liquidaciÓn correspondiente a Barcelona y su comarca
se desglosa as{:
Barc e lona - c iudad .
406.251.606 ptas.
Comarc a 1953
174.362.555
11
580.614.161
11
Total
El total actual comarcal de 580 millones
( 1970 ) baja a 538 millones en la hipÓtesis I de consolida ciÓn ( Barcelona más los cuatro municipios de mayor tama ño ), 532 millones en la hipÓtesis II ( los mismos más Sant
Adriá, Esplugas, Sant Just, San Joan, Sant Feliu y Mongat )
y 514 en la hipÓtesis III ( consolidaciÓn de toda la comarca
en un solo municipio ).
Sie.ndo el capÚulo del Fondo destina
do a ciudades de más de un millÓn una partida limitada,
el
descenso de la aportaciÓn por habita nte ( especialmente para
los de Barcelona-municipio ) al aumentar la poblaciÓn que -
12
�que entra en el reparto (x) compensa con creces el ascenso de grupo de los habitantes correspondientes a los municipios
consolidados.
La pérdida, sin embargo, no es de una mag~
tud imposible de compensar por otras v(as (1 0-15 por 1 00); y
sobre todo, el efecto similar -y aún más acusado- que sepr~
ducir(a sobre las aportaciones a Madrid hace pensar que
el
mecanismo ser(a modificado.
2.3. Tanto este ejerc1c1o como el anterior,de
todos modos, no entran en el aspecto más interesante de los
efectos fiscales de la consolidaciÓn, es decir, el feed-back de la misma sobre la estructura y el nivel de la fiscalidad ~
cal consolidada ( si bien el primer ejercicio permite una
aproximaciÓn muy agregada a este efecto, suponiendo una pre
siÓn fiscal en alza, por ejemplo ) .
Este feed-back debe
considerarse en dos eta-
pas:
1) El efecto inmediato, en términos de ingresos
fiscales, de la extensiÓn de ingresos de régimen especial a la
parte consolidada de la Comarca.
2) La repercusiÓn de tal extensiÓn sobre las variables de base de la aglomeraciÓn ( localizaciÓn residencial
e industrial, valores del suelo, etc., ), as( como la repercu
siÓn de la extensiÓn de los estándares de servicio correspo~
dientes.
Este doble mecanismo puede analizarse por
medio de un modelo iterativo cuyo desarrollo nos proponemos
desde ahora.
(x) La cuota por habitante para el mumc1p10 central pasa de 232, 89
pesetas a 204, 41 en la hipÓtesis !, 200, 02 pesetas en la hipÓtesis II y 189, 51 pesetas en la hipÓtesis III.
13
�Tilhl:~
H.:t ngo
:tiln·~o
pohlnción
r.:to. /hílb.
vn:-1 (13)
1
2
.1
ona (JJ.\)
3
17
14
19
1
lb
5
21
16
lO
3
7
(G)
8
10
2
Ho:;;'i tilll·t (H)
2
b
6
!-lolins d Hcy (:-n~)
17
16
1
}::)ntc:~ci:r
(>í)
11
7
4
· }íont~:lt C·~)
22
20
2
l'vll cj<1 (:'LL)
2J
15
~
I';:J'iOl
25
4
21
7
6
1
14
lo
4
9
13
4
6
23
17
27
26
l
13
5
!)
15
2i
7
20
]4
6·
21
lT
6
18
27
9
Sta. Colo;na de C~rvelló (s.C.C. )26
19 '
7
St!l • ..:o~ o::H di! Gra:¡nn.:-t (SCG)
4
24
20
Sarda~ola (S)
16
9
7
Tiana (r)
24
11
13
Vi l<Ld~c:~ ·1~ (V)
12
25
13
l._tun ic Í)•ios
B:~ l'Cd
Hrt d:~J
~astellctcfcls
CornclJ~
(G)
E·splugas
Gav~
(es)
t'<!
U obrl!g:'lt (E)
(PAP)
(P)
Pl'<tt de Llohrc .~ilt
s.
A(lri:ín de lk~és (~) .~ll)
S. B:>uclilio (S.B.)
.S. CJir.icnt (SCl L)
~. Ct1¡:,a t d,el Val] és
(~; ..;v)
~~
feliu de Llobrcgnt (S.F)
s.
Ju:\n Jksri
(sJ'n
~).:-::,y,~rn
S. Ju::;tl.'
(S.JT)
S. Viccntd cleJs Horts (SV)
1\ =
.
1
(d'}
:
27
2.901
r-~...---------- ------ -----------------------------'
~.:::
o, J 22
.
t =
o, 61-t
------------------- ------- ----------------------------- --------l<'u,~n.t~: i~~;,1 • nt·il.;iÓ , l } :tl.~pi:t n pa¡·tir ele "!.a -~C0:1l.'IJÚa
IJ;IJ"CC1UP.1"
r,,,!IÍ!-.; j •:.11
.:h."' Frb,l!lÜ;;;·,o )' .). Co
14
Pública loe;¡] en la
C0:ot:t1'~:t rl.!
�MUNICIPIOS DE LA COMARCA :
RANGos DE POBLACION V GTO. 1 HABITANTE.
Figura 1
Rango Población
•
27. •
•
•
•
~
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
PAP
•
SCLL
..·!i/i!!,i!fif!!!//;!1/!~> •
s ce •
•
•
...
•
20 •
. •es
J
•
~1
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
JO
•
e
•
•
V
•
•
•
•
•
•
•
•
e sa
•
•
Ba
•
•
•
SCG
•
•
•
oo . ·"·""';'·. ·;··· • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •••
•
10
20
27
Rango
Gto. 1 Habitante
�::!1
tO
e..,
Q
... _..,. ,...~.+,
fifi:Ufft
::::::::: !!'
. ::::::::1
DELIMITACION ESTADISTICA:
CORRELACION RANGOS POBLACION 1 GTO. POR HAB.
A. Municipios d•sviación positiva
B. Municipios •quilibrados
C. Municipios d~viación n•gativa
¡·····
·· ··· ··¡
···· ······
~
•••
6
•
••
•
••
li/f/~ft\l
,....
.......
..............
..¡¡¡¡1
.... .
········
··
··· ···········
~
�INDICE FUNCIONAL POR SECTORES
1950 - 1960
Mieria
Industria
1950 1 1960
1950 1 1960
-2 , 30
-1, 31
-0,10
-o, 06
-1,75
- 1,06
-0,08
-0,08
Sabadell
Tarrasa
Manresa
Matará
-o, 06
-o, 09
-o, 04
-0, 12
-o, 08
-o, 11
-o, 06
70,56
66,68
27,88
27,82
62,92
51,76
26,52
21,95
Vilanova i G .
Igualada
Granollers
Santa Coloma
-0,06
-0,10
-O, 09
-o, 05
-0, 03
07
14 , 54
14,20
9,04
7. 19
Cornellá
Vi1afr.anca
Sant -Boi
Prat
E'Sp1ugas
San Feliu Llob.
Sitges
Molins de Rey
Fuente: H.
-
-o,
-0,02
-
-0,02
-0,01
-
-
-o, 02
-
Capel.
-
-o, 01
-o, 02
-0,01
Electricidad
Agua, Gas y
S. San.
1950
1950 1 1960
11960
3, 14
114,73 -113,41
83,20
164,09
- 14' 7 6 29,45
38,29
3 ,21
48, 14 -1,67
51,37
Madrid
Barcelona
Hospitalet
Badalona
-
ConstrucciÓn
Comercio
1950
1960
1
Transportes
1950
1
1960
Servicios
1950
1 1960
6,1 50
-O, 64
0,01
0,09
-2,47
-O, 56
0,64
0,42
9 , 77
36, 93
-1,90
-2,73
6,66
9,64
18,39-11,72
-2,97 -1,34
-2,54 -1,35
-1,80
0,49
- 1, 91
0,95
-1,29 -1,06
-O, 94 -O, 51
-o,
-O,
-o,
-o,
18
18
06
08
-0, 17
<'o, 15
-0,03
-2, 51
-2,52
-1,64
-1,26
-3,09
-2,67
-1,06
-1,02
-1, 31
-1,28
-0,71
-0,77
-1,64
-1, 30
-0,58
-0,64
-5, 19
-4,80
-3,67
-2,87
-5 ,
-4,
-2 ,
-2,
10,39
12, 18
9,25
11,44
-O, 44
-O, 51
-0,44
-o, 08
-0, 18
-0 , 44
-0, 16
-2,03
-0,44
-0, 04
-0, 04
o, 13
-o,03
-0,03
-0,03
0,10
-0,66
-0,49
-O, 02
-0,47
-0,67
-0,60
-0,37
-0,84
-0,46
-0,42
-0,35
-0,09
-0,36
-0, 32
-0,29
-1, 15
-1, 15
-1' 04
-
-1, 1 o
-1,41
-1,23
-0,84
7,28
0,65
2,75
6 , 39
12,40
0,47
5, 31
5,62
-o. 14
0,63
-O, 23 -0, 14
-o, 71 2.71
-o, 19 -0,09
0,21
-o, 01
o, 02
0,18
-o, o 1
-0,36
-0,92
-o, 30
-o, 28
-0,64
-0,74
-0,45
-O, 31
-0,20
-0,01
-0, 18
-0,08
-0,33
-0,08
-0,26
-0,03
-0,57
-0,56
-0,31
-0,55
-
4, 10
8,00
l, 82
5, 72
-0,28
-0,29
-0,20
-0,25
-
-
-
-
-
12 , 69
2 7. 02
2, 92
4,57
TABLA 2
1,25
o, 10
O, 11
- 0,03
-
-
-
-
Tesis Vol. II Departamento de GeografÍa U.
-
-0,01
.. o,ol
-0,01
-0,01
-o , 01
-o, 29
B.
-
-
-
8,46 -147,41-187 , 99
- 6,75 -62,80 -32,2 8
-0,98
-5, 13
-5, 8 1
- 1,32
-4, 35
4,0~
-0,
-0,
-0,
-0,
15
13
13
15
-
-
64
90
98
17
-O, 77
-o, 36
-o. 85
-o, 52
-o,
-O,
-O,
-o,
56
44
38
44
�Tabla 3
POBLACION TOTAL Y PORCENTAJE DE POBLACION ACTIVA
CIUDADES DE LA AGLOMERACION BARCELONESA
1950
Número
orden
1960
o/o
poblaci6n
activa
poblaci6n
total
Número
orden
o/o
poblaci6n
activa
poblaci6n
total
399
396
395
394
393
392
385
Matar6
Manresa
Igualada
Tarrasa
Sabadell
Granollers
Vilanova
57, 52
55,07
54, 55
54, 38
54,26
52,43
48, 69
31. 642
4 0.452
16.954
58.880
59.494
15.480
19.483
404
402
394
392
391
385
Igualada
Manresa
Matar6
Sabadell
Molins
Granollers
Tarrasa
50, 4 0
49, 76
47 ,99
47, 76
47, 61
47' 11
44, 60
19.886
52.216
41.128
105. 152
1 o. 191
20. 194
92.234
377
370
364
357
352
342
308
Badalona
dospitalet
Barcelona
Prat
Cornellá
S. Baudilio
S. Adrián
47, 17
46,06
77,54
44,80
44, 10
43, 02
41,02
61. 654
71. 580
l. 280. 179
10.401
11.478
10. 811
10 . 227
353
351
350
345
337
335
320
Hospitalet
Badalona
Barcelona
Vilanova
S. Baudilio
Prat
Cornellá
42, 55
42,41
42, 38
42, 01
41, 51
41, 41
40, 17
122.81 8
92.25 7
l. 557. 863
25. 669
19.968
14. 131
2 4 . 7 14
39,86
l. 618. 435
317 Madrid
40, 08
2.259.931
39, 36
39, 30
38,24
36, 82
36, 79
12. 793
32. 590
15. 725
10.941
96. 217
287 Madrid
297
296
270
221
220
Esp1ugas
Sta. Coloma
Gavá
Si tges
Badalona
Fuente: M. Cape! Tesis Vol II. Dpto. de Geografra U. B.
Nota: El número de orden se refiere a la clasificaci6n española de mumc1p10s de
más de 1 O. 000 habitantes según o/o de poblaci6n activa. El total de estos municipios eran de 402 en 1950 y de 421 en 1960.
16
�Tabla 4
Disparidad de capacidad fiscal en las subdivisiones de la Comarca
(Medida por la renta per e á pita 19 68)
Malla actual ( 30 subdivisiones)
Are a
Renta /habitante
Población
67.232
75. 604
118. 688
103.507
53.423
104. 831
7 5. 178
87. 616
63. 733
71. 252
127. 675
77. 448
9 6. 600
137.550
142. 051
113.421
93.234
99. 175
126.913
172.201
337.222
165. 310
101.231
230.231
47. 315
79. 707
46.996
54.408
47. 644
52.224
51. 063
54.946
56. 458
45. 775
43. 100
48.409
42. 576
57. 567
41. 959
37.849
52.266
55.011
61.721
67.456
40. 541
49.455
39. 860
61. 748
59.246
56.592
150. 143
11. 2 72
66. 323
22.893
2 3. 190
216.433
14. 568
19. 627
5. 01 o
3. 345
2.400
27. 828
15.948
24.466
39. 248
l. 746
17.219
15. 620
10. 663
8. 602
12. 358
l. 848
9. 162
14. 337
Dto. I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Badalona
Castelldefels
Cornellá
Esplugas
Gavá
Hospitalet
Molins de Rey
Monteada
Montgat
Pallejá
Papiol
Prat de Llobregat
Ripollet
S. Adrián del Bes6s
San Boi
San Climent
San Cugat
San Feliu de Llobregat
San Juan De spi
San Just
San Vicens dels Hors
Sta. Coloma de Cervell6
Sta. Coloma de Gramanet
Sardanyola
Tia na
Viladecans
17
2. 399
18. 9 34
�Tabla 5
Malla 2 ( 19 subdivisiones )
Are a
. Dto.
Dto .
Renta per cápita
Poblaci6n
67.232
75. 604
118.688
103.507
79.920
75. 178
96. 600
137. 550
142.051
113.421
192.499
126.913
87. 616
172.201
63. 733
63. 733
69. 615
127. 675
77.448
77.448
168.611
168.611
187.776
101.231
115.115
115.115
Badalona, Tiana, Montgat
47. 527
157.452
Sta. Co1oma, Monteada,
Ripollet, Sardanyola
44.478
141. 110
Hospitalet I (x)
Hospitalet II (x)
52.224
52.224
106.216
106.216
Cornell~.
Esplugues, Sant
Just, S. Juan Despr, Ripoll,
Pallej~. S. Vicens, Molins de
Rei, S. Feliu, Sta. Coloma de
Cervell6, S. Cugat
50. 911
175.599
Prat, S. Boi, S. Climent,
Viladecans, Gav~. Castell
defels
so.
122.218
Dto.
Dto.
Dto.
Dto.
I
II
III
IV
V-VI
VII
Dto. VIII
Dto.
Dto.
Dto.
Dto.
Dto.
Dto.
IX a (x)
IX b (x)
X~ S. Adri~
XI
XII a (x)
XII b (x)
196
(x) Se considera el área dividida en dos de igual poblaci6n y renta
per cápita.
18
�Tabla 6
Malla 3
11 subdivisiones
.... -
Are a
Renta per e á pita
Población
86.822
79.920
72. 830
52.224
210.021
192.409
292.291
216.443
Dtos. XI, Esplugues, Cornella
S. Boi, S. Climent, Viladecans,
Gava, Castelldefels
77.838
284. 837
Dtos. III, S. Just, S. Juan Despr
Papiol, Palleja, S. Vicens, M o
lins de Reí, S. Feliu, Sta. Colo
ma de Cervell6
97. 168
211.515
77.445
2 30. 231
Dto. IX
63.733
337.222
Dtos. X, S. AdrHt, Sta. Coloma
de Gramanet
46.876
278.938
Badalona, Tiana, Montgat,
Monteada
48. 08 3
193. 163
Dtos. I y IV
11
V y VI
11
II, VII, Prat
11
Hospitalet
Dto. XII
19
�Tabla 7
Disparidad de capacidad fiscal en las subdivisiones de la Comarca
(Medida por la renta per e á pita 19 68)
Malla propuesta ( 7 subdivisiones )
Are a
Renta per e á pita
Poblaci6n
77. 303
4 56. 872
Dtos. XI, Hospitalet, Prat,
San Boi, San Climent, Vi la
decans, Gava, Castelldefels
69.243
4 39. 882
Dtos. III, Cornella, Esplugues,
San Just, S. Juan Despr, Papiol,
Palleja, S. Vicens, M o lis de
Rei, S. Feliu, Sta. Coloma de
Cervell6, S. Cugat.
81. 192
317.950
X
79.965
375. 331
XII
81. 800
402.432
63.7 3 3
3 3 7.222
47.037
321. 028
Dtos. II,
V,
Dtos. I. IV,
Dtos.
Dts.
VIII,
VI,
VII
IX
S. Adriá, Sta. Coloma, Sar danyola, Ripollet, Monteada,
Badalona, Tiana, Montgat.
20
�TABLA
8
Malla 5 ( 2 subdivisiones
Renta per capita
PoblaciÓn
Barcelona
82.130
1.815.891
Resto comarca
49.600
835.644
Are a
A) Fuentes para las tablas 4 a 8: Gabinete técnico de Pro
gramaciÓn, Factores EconÓmicos, apéndice al Plan G~
neral de AcciÓn Municipal.
Muns, JoaquÍn. ''La Renta de Barcelona-ciudad y su zo
na de influencia: un intento de determinaciÓn'', en Banca Catalana, diciembre 1971.
En ambas publicaciones las cifras de pobla ciÓn son estimaciones para 1968 que pecan por exceso, para
Barcelona-ciudad, y por defecto, para el resto de la comarca. Sin embargo, aún disponiendo de los datos del censo
de
1970, se ha preferido manejar las cifras de los anteriores estudios sin modificarlos, por interesar más el plante ami ento teÓrico del ejercicio que sus resultados prácticos.
B) Las modific a ciones introducidas para obtener subdivi siones de renta per capita semejantes o superiores ~ las 50. 000 pesetas son:
Malla 2:
Se separa San Adrián del distrito X y se
une al grupo de Santa Coloma, Monteada, etc. con lo que la
renta de este grupo pasa de 44.478 a 46.276 ptas./habitante.
Malla 4: Santa Coloma de Gramanet se une al distrito
IX con lo que se obtiene dos nuevos grupos:
Dto. IX + Santa Colom.a
S. Adrián, Sardanyola, Ripollet, Monteada, Badalona, Ti~
na y Montgat
21
h
Renta per
ca pita
PoblaciÓn
58.652
428.684
49.883
229.860
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Aspectos económicos de una consolidación administrativa en la Comarca de Barcelona
Subject
The topic of the resource
Comarques
Barcelona
Economia
Administració local
Description
An account of the resource
n. 32, octubre 1974, p. 2-21
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Giménez Yuste, Mario
Lucena, Gabriel
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín del Gabinete Técnico de Programación
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1974
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Abstract
A summary of the resource.
Ponència presentada a la I Reunión General de Servicios de Estudios. Madrid. Noviembre 1973
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/2671/BolAnUrb_1975_n1_SobreSeleccionInversiones_PM.pdf
f04fa361acdeba1a5009b37991aa75b8
PDF Text
Text
BOLETIN .DE ANALISIS URBANO
Gabinete Téenieo de ~maeión
del ~ntamiento de Bareelona ~~~~
Nol
SUMARIO
Verano 75
.,~,,.
Artfculos. J. M. Canals, La estructuración locacional de las profesiones en Barcelona, 1972.
J. A. García Durán, Notas sobre la función de costes públicos urbanos.
P. Maragall y M. Giménez, Los precios del suelo y el tamaño de las
ciudades en el area regional de Barcelona.
Notas.
G. Lucena Ocaña, La renta del territorio municipal metro-
politano de Barcelona. Cinco versiones.
J. A. García Durán, La valoración de la riqueza urbana en Gran
Bretaña.
,
P. Maragall, Sobre la selección de inversiones.
--
r
�Sobre la Selección de Inversiones
PoR PASCUAL MARAGALL
Los índices de prioridad tilizados para el reparto proporcional de la inversión en el Programa
(ver FA «Metodología para la selección de inversiones~, lEAL Dic. 73) son del tipo
D
puesto que D
N
Déficit
d
Eq.
. 1 eXIstente
.
Ulpo cap1ta
= Equipo
=---=-------=--=--=----=-capital deseado
Ed = 4
D
E e =2
-=4
N
Sector 1
1
3
1
4. (--)
3
E d -Ee
Ee
D
N
11
=
=
Sector ll
1
3
1
8. (--)
3
y la inversión en el período siguiente seguirá siendo proporcional al estandar deseado por la variable de base ( = equipo deseado).
Caso 2.0
seado
Dos sectores con igual equipo de-
Sector 1
Sector ll
Ed = 8
Ed Ee
Si 1 = 3 se invertirán 1 en el primer sector y 2
en el segundo, con lo que la situación final es:
¿Significa este tipo de índice una prima para
los sectores muy capitalizados, o para los poco
capitalizados? ¿Prevalece la tendencia histórica de
inversión por sectores dado este criterio de selección? Estas y otras preguntas cabría formularse
en el supuesto de que la incidencia del ejercicio
de selección fuera real, pero también en la situación actual en que sirve de punto de referencia.
Contra lo que pueda suponerse, el criterio señalado favorece más a los sectores atrasados que
a los sectores muy inversores en el pasado. Un
sencillo cálculo lo demostrará:
Caso 1.0 Dos sectores con igual nivel relativo
de capitalización = 1
Sector 1
1o bien = Ed 1Ed
Si los recursos de inversión disponibles {1) son
por ejemplo, = 6, se invertirá 2 en el primer sector y 4 en el segundo, con lo que ambos se cubrirá el déficit totalmente (Ed = E e ).
donde
Ee
Ed1 Ed-Ee
Ee
con lo que el reparto de la inversión sería proporcional al equipo deseado.
-N - -----------------Nivel de capitalización
N = -E
=
Ed = 10 E e
D = 8
D
= 10. (4)
N
E e =4
D
-- = 8
N
46
Sector ll
=
2
40
Ed = 10 E e = 5
D = 5
D
= 10. (1) = 10
N
�DÉFICIT ESTIMADO EN 1971
(Sectores de inversión continua)
La inversión será pues más que inversamente proporcional al equipo existente, (4: 1 en vez de 5: 2).
Si I = 1O, se repartirá en 8 para el primer sector
y 2 para el segundo. Situación final
Sector 1
Sector 11
Ed
10
E e = 10
10
7
e
El sector que antes cubre su déficit es el más atrasado, suponiendo equipos deseados equivalentes.
Paradójicamente este criterio contrario a la tendencia histórica de la inversión puede explicar el
poco éxito de la programación, si aquella tendencia se traduce en presiones proporcionales a la
hora de asignar recursos (mayor peso decisorio
de los sectores más capitalizados).
Ahora bien, dentro mismo del marco de este
criterio de selección es posible manipular las cosas
para salvar la contradicción apuntada, dado que
los estándares se fijan por los técnicos (y mayormente por los técnicos de los sectores correspondientes) y no son objeto de una valoración social,
ni siquiera simulada por un gabinete económico.
Así, es posible pensar que los sectores más capitalizados sean los más ambiciosos en la formulación de objetivos, los que más «hinchan» relativamente sus estándares deseados.
Supongamos el mismo ejemplo anterior con diferentes grados de «inflación de estándares»:
Sector 1
Ed = 10
E
2
e
d
Ee
en%
Pavimentación
Alcantarillado
Alumbrado
SUB-TOTAL
5.300
2.200
625
8.100
44.4
18.4
5.2
68.0
Parques y jardines
Instalaciones deportivas
SUB-TOTAL
2.302
287
2.319
17.0
2.4
19.4
Salud pública
y Asistencia médica
Asistencia social
SUB-TOTAL
345
108
453
2.9
0.9
19.4
Educación
Museos y Cultura
SUB-TOTAL
100
377
477
0.8
3.2
4.0
FUENTE: Proyecto Programa pág.
183.
Casi la mitad del déficit de los sectores que
podríamos llamar «pequeños» (de inversión continua) se atribuye a Pavimentación, y el 68 % a
vialidad en conjunto. (La cosa no varía mucho si
consideramos la totalidad de los sectores -inversión continua y discontinua- y añadimos a los
de vialidad los dos conectados con la creación de
casco urbano, Estructuras viales y Gestión urbanística: la participación de éstos en el déficit total
es del 45 % - o bien 60 % del total sin Remodelación, sector éste al que no se asigna en la
práctica ninguna inversión).
Sector 11
«E»
En 10° pesetas
10
= 5
pero «E d» está hinchado 1,5 veces, por ejemplo.
(E d real = 6,66) en relación al estándar dese&do
del sector I. Entonces al obtener 2 de inversión
(ver más arriba, caso 2. 0 ) se sobrepasa en el primer ejercicio el E real (E final = 7 > 6,6).
e
e
Un ejemplo de distorsión en el sentido indicado
podría ser el de los sectores de vialidad y concretamente pavimentación. Veamos las siguientes cifras del proyecto de Programa 1973-1978:
De 1968 a 1971 el déficit o necesidades acumuladas (NA) de los sectores de vialidad ha disminuido poco (menos que el promedio):
47
�Pavimentación
Alcantarillado
Alumbrado
D1fcrencia
NA
NA
31-XII-1968
31-XII-1971
5.366,2
2.414,6
735,5
5.296,4
2.194,4
626,5
69,8
220,2
109,0
8.516,3
8.117,3
399,0
última página). Parece que hay una reducción en
los viales existentes estimados y un aumep.to de
los previstos o deseados (ver también pág. 156)
- lo cual de paso repercute no ya en Pavimentación sino en Alcantarillado, que calcula sus necesidades sobre la base de los metros lineales de
vialidad. También el mejor conocimiento de las
calidades (ver pág. 112) puede haber inducido a
una reevaluación de las inversiones necesarias
(aunque sobre 13 M de m. 2 de viales pavimentados, 1972, nueve se consideran de calidad «admisible», «buena» o «muy buena»).
Tal revisión de estándares, especialmente si obedecen a un mejor conocimiento del equipo existente no es objetable en sí. En cambio la selección de inversiones se enfrenta con el problema de
comparar los estándares resultantes en este sector con los de otros sectores quizás menos preocupados por la calidad o por un conocimiento detallado de su situación. Tal comparación presenta
dificultades como hemos dicho al principio (véase
también el tratamiento del problema de la agregación de indicadores sectoriales en Luis Racionero
<< Cuantificación y agregación, medidas de bienestar regional», 1 Reunión General de Servicios de
EstL:dios Económicos, Madrid, diciembre 1973,
donde sin embargo se presta la mayor atención al
problema estricto de la medición por encuesta de
indicadores simples) .*
La consecuencia de esta situación podría ser
la sugerida antes: la selección de inversiones en
el Programa por medio de los índices de prioridad D/N quizás refleje el peso político y la preparación técnica de los sectores antes que una
ordenación cualquiera de preferencias sociales.
FUENTE: Proyecto Programa pág. 183 (datos en 10° pesetas).
Sin embargo la participación de estos sectores
en la inversión total en los años 1969, 1970 y
1971 ha sido muy fuerte (y es creciente en 19721973):
1969
1970
1971
1969-1971
806,6 1.792,9
560,8
425,5
Vialidad
3,730,4
8.791,7
2.027,9
3.033,4
Total
21,6
14,0
27,6
% Vial/Total
FUENTE: Memoria Gabinete Técnico de Programación.
Si estimamos los costes de crecimir"lto de vialidad para este período 1969-1971 en unos 250M
anuales (aproximadamente los costes de crecimiento anuales del período 1973-1978, pág. 197)
las necesidades acumuladas deberían haberse reducido en una cuantía igual al total de la inversión menos 750 M ,es decir, unos 1.000 millones.
La reducción admitida, sin embargo, es sólo de
400 M (ver tabla pág. 183).
¿Qué ha ocurrido con los 600 M restantes? La
inflación no puede explicarlo todo. Evidentemente se ha producido una elevación de los estándares deseados, una disminución de la estimación
de los existentes y1o un aumento de los costes
unitarios. La revisión de la estadística de viales
en 1972 puede explicar la <<inflación de estándares» (ver págs. 102-3 y 112 del Proyecto Programa y especialmente la nota a la tabla de esta
*
Véase en este trabajo una enumeración de alternativas en
la construcción de funciones agregadas de bienestar social.
Una de ellas. F (x1 x• ... xn)
~ (xi xn) (donde xi
es un indicador de situación en el i y xs es el indicador
o estándar deseado) es similar a la implícita en nuestro
Programa.
=
48
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Sobre la selección de inversiones
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Ajuntament de Barcelona
Planificació
Gestió pública
Economia
Description
An account of the resource
n.1 Verano 75, p. 46-48
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín de análisis urbano
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1975-06
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/2672/BolAnUrb_1975_n2_DualidadProductorCiudadano_PM_LD.pdf
875b502b41cde330a23ae705127cbac6
PDF Text
Text
BOLETIN DE ANALISIS URBANO
Gabinete Téenieo de ~maeión
del Ayuntamiento de&reelona ~~~~
No2 Otoño 75
~~,~
•
.~
SUMARIO
Artículos. F. Hernández Gutiérrez y Juan B. López Cayetano: Informes sobre la polución atmosférica en Barcelona durante el año 1974.
Alberto de Rovira Mola, en torno a la coordinación integradora horizontal de las Haciendas municipales.
F. Aramburo: Una metodología para la determinación indirecta de la renta a nivel Municipal, Comarcal o Metropolitano.
P. Maragall, la dualidad productor-ciudadano en el programa de actuación municipal.
Notas.
P. M.: Cumplimiento de la inversión municipal programada
1963-68, 1969-74.
Datos.
M. G. C.: Relació d'Associacions de Velns que publiquen revistes o
butlletins.
J. G. D.: Indice de desvalorización de la peseta en Barcelona.
�La dualidad productor-ciudadano en el programa
de actuación municipal
PASCUAL
El Ayuntamiento, como productor de serviciOs
públicos locales, mide las necesidades de la ciudad
en términos ante todo físicos (camas de hospital,
dis!Jensarios, plazas escolares, puntos-luz, m2 pavimentados, equipo de extinción de incendios,
etcétera ... ), tras un examen simplificado de los
factores de la demanda (población, movilidad, población en edad escolar, superficie viaria, siniestralidad, parque de vehículos, etc .... ). La relación
entre aquellos parámetros físicos y esos factores
de demanda o variables de base ha sido denominada estándar; «estándar deseado» si corresponde a
la dotación física que los técnicos municipales consideran óptima, o «estándar real o existente» si se
refiere a la situación actual. La diferencia entre el
estándar existente y el deseado, referida a toda la
ciudad, constituye el déficit físico o conjunto de
necesidades acumuladas en el sector o servicio en
cuestión. Este déficit, valorado a los costes unitarios corrientes de la dotación física indicada al
principio (coste de construcción por plaza escolar, cama de hospital, punto-luz, etc .. .. ), arroja el
déficit en términos monetarios y la suma de esos
déficit por sectores constituye el déficit total o
parcial de necesidades acumuladas.
En programas anteriores se comparaban tres
elementos para asignar los recursos disponibles:
(1) el vector o serie de déficits sectoriales, (2) la
suma total de recursos de inversión disponibles y
(3) los llamados costes de crecimiento o nuevas
~ARAGALL
necesidades, es decir, la serie por sectores de costes monetarios de dotar al nivel deseado a las unidades de demanda (nueva población, nueva superficie viaria, etc .... ), que se supone aparecerán
durante el período programado. El criterio utilizado para la asignación de recursos se desdoblaba
así: primero se reserban a cada sector o servicio
los recursos precisos para cubrir los costes de crecimiento, que se consideraban prioritarios ,y luego
se repartían los recursos sobrantes entre los mismos sectores en proporción a un índice de capitación, D/ N, que relaciona el déficit (D) con el
nivel relativo de capitalización o equipo existente (N).
Los problemas que plantea esta manera de proceder son varios. Unos se refieren a la fase de
medición y otros a la fase de reparto o asignación.
Todos estos problemas pueden resumirse en uno:
el lenguaje de los productores (los técnicos y servicios municipales) no es el mismo que el de los
ciudadanos, y el cálculo de las preferencias por
parte de los técnicos municipales puede no corresponder a las preferencias comunitarias, aunque
tenga una racionalidad.
Es muy difícil conocer las preferencias comunitarias en productos de consumo colectivo por la
vía usual del mercado, al menos en muchos sectores. Entonces es el técnico municipal el que
propone (y el representante o concejal el que
implícitamente aprueba) cuáles son las dotaciones
�deseadas para la ciudad. Para ello los técnicos se
basan en comparaciones ínter-ciudades e información no sistemática acerca de las preferencias comunitarias expresadas por distintos canales.
Por otra parte, en la fase de medición, al pasar
de déficit físico a déficit valorado en dinero, se
utiliza un coste unitario no discutido. Normalmente hay diversas formas de producir un resultado en términos de servicio público, y a esa diversidad corresponde una diversidad de costes unitarios. P. ej., la construcción de escuelas puede
utilizar o no elementos estandarizados o prefabricados, las camas de hospital costarán más o menos
según el tamaño del mismo, la coordinación de
obras de vialidad puede ahorrar costes (ahorro que
se reflejará en el coste unitario del punto-luz, del
m. lineal de alcantarilla renovada o del m2 de
pavimentación), la utilización de sistemas de control de pérdidas en la red de abastecimiento de
aguas puede disminuir el coste unitario de ofrecer
un m3 de agua, etc.
Además, a partir de un grado de cobertura de
las necesidades reflejadas en el estándar, este último no basta para reflejar las preferencias comunitarias. Así, el objetivo de disponer de tantas
plazas escolares de E.G.B. como niños en edad
escolar, deja de ser reflejo de los deseos comunitarios cuando las familias piden no sólo esa plaza
para sus hijos, sino una plaza a una cierta proximidad de la vivienda, con una determinada proporción máxima alumnosjaula y alumnosjmaestro, proporción que a veces es más exigente que
los parámetros legales, etc ....
El ideal del planificador sería disponer de una
función de bienestar social que relacionase una
serie de indicadores sectoriales de dotación con el
bienestar global, especificando la forma de la relación y el peso de cada indicador sectorial. La
maximización de esta función, sujeta a la restricción impuesta por una ecuación de balance relacionando recursos disponibles y costes unitarios
(previamente discutidos en cuanto a su eficacia),
daría como resultado el valor óptimo a adoptar
por cada indicador sectorial. Pero este ejercicio
es impracticable. Solo podemos aproximarnos a
este ideal y aún de una forma indirecta, pues no
conocemos ni la forma en que los componentes
sectoriales se relacionan con el bienestar global,
ni el peso de cada sector dentro de esta relación.
Pero implícitamente estamos suponiendo ese
conocimiento cuando consideramos que el bienestar global (Z) se maximizaría, dentro de lo admitido por los recursos disponibles (l) si, dados
unos costes unitarios, la proporción de inversión
Ii
en cada sector (-) es equivalente al nivel relativo
1
Di
D
de descapitalización ( - - 1 -). Y eso es lo que
Ni
N
hicimos en el programa 1969-74 y en el proyecto
1973-78 con los recursos sobrantes tras la cobertura de los costes de crecimiento.
Podría pensarse que una función lineal del tipo
Z = F (x1 x2 ... x) =
n
~
S
(x.- x.), donde x. es
1
1
1
S
un indicador de situación en el sector i y x. es el
1
indicador o estándar deseado, expresase un tipo
de ordenación de las preferencias similar a la implícita en nuestro programa *. Pero una función
lineal no daría como resultado de la maximización
condicionada un criterio consistente en hacer similares los grados de descapitalización relativa de los
sectores. En cambio, suponiendo dos sectores x e
y, una función del tipo
donde x es la dotación del sector x en el período t
t
-
y es la dotación del sector y en el período t
t
-
sujeta a la condición de que 1
X
+1 =
1 (2)
y
es decir, de que las inversiones en los sectores x e
y totalicen un quantum 1 de inversión disponible,
''' Ver P. M. "Sobre la selección de inversiones", en Boletín
de Aná.l.isis Urba no lllÍm. 1, abril 1975, y Luis Racionero
"Cuantific ación y agregación de medidas de bicoe¡¡tar regional '', comunicación n In 1 Reunión General de Servicios de
Estudios Económicos, Madrid, Dic. 1973.
Lt(j
�siendo así que las molestias producidas por la incomodidad de malos pavimentos existentes pueden
no poseer la misma urgencia, dentro de la escala
presumible de preferencias de la ciudad, que los
perjuicios causados por la escasez de camas hospitalarias.
Problemas de este tipo no cabe resolverlos mediante una labor de especificación matemática más
elaborada de la función que expresa las preferencias comunitarias, aunque sí hay que intensificar el
esfuerzo por obtener informaciones más próximas
al lado de la demanda (probablemente por vía de
encuesta), lo cual nos acercará a un conocimiento
más detallado de la forma de la función de preferencias, del peso de cada indicador en ella y de
cuáles son los indicadores idóneos. De lo que se
trata ahora fundamentalmente, a nuestro entender, es (a) de extremar el rigor en el análisis de los
estándares por el lado de la oferta, desagregándolos
por barrios o distritos, añadiendo componentes de
calidad ,análisis de congestión y calidad de los servicios, y (b) de discutir económicamente Jos costes
unitarios y su eficacia.
Indirectamente, al adoptar estos dos objetivos
en el presente programa, estamos en la buena vía
para conseguir un acercamiento entre los lenguajes del productor de servicios locales y el consumidor de los mismos -elemento clave, a nuestro entender, de la filosofía del programa, en la fase en
que estamos, y problema cuya solución persiguen
los esfuerzos que a nivel teórico y empírico se
realizan en el campo de la economía pública urbana para especificar funciones de bienestar comunitario y medir los indicadores sectoriales qt1e las
componen.
Esto es así porque al ofrecer a la ciudad (p. ej.),
una información desagregada por barrios, distritos
o zonas de los estándares, tanto existentes como
deseados, que hasta ahora se ofrecían sólo para la
ciudad en conjunto, nos estamos aproximando al
ciudadano y a su forma de experimentar los déficits: una elección entre destinar recursos para mejorar la dotación de zonas verdes a nivel de toda
la ciudad o incrementar la dotación de camas has-
sí que tiene un maXJmo para valores de la inversión sectoriales que cumplan la condición
Iy
Dy e y
-1- - - D- -e X
X
S
X
S
donde D = y - y D = x y
'/
.¡:.
x
x ,y e , e
t
yx
son los costes unitarios en Jos sectores respectivos.
Esta condición, que teniendo en cuenta la condición (2), puede escribirse también
1
D e
y
y y
- - - - - - - donde D = DX eX + D y ey
I
D
es muy similar a la condición
1
D e
D
y
y y
- - - - -- : - donde N = e (Y )
N
Y
y
t-1
T
N
contenida en nuestro programa, con la diferencia
de que en éste, el déficit relativo del sector viene
ponderado por el nivel relativo de capitalización.
La función de bienestar implícita en el programa
es, pues, del tipo (1).
Este rodeo formal permite comprobar hasta qué
punto la ordenación de prioridades implícita en
nuestro programa es sólo una entre las muchas
posibles -tantas como distintas especificaciones
posibles de la función de bienestar social relativa
a servicios locales. Se postula en el programa no
solo que la ciudad prefiere estar lo más cerca posible del estándar deseado en cada sector, sino
que prefiere aproximarse a ese óptimo en forma proporcional en todos los sectores, tomando como base de la proporción una formulación de objetivos y de la situación existente en
el sector que no tiene en cuenta la posibilidad de
distintos grados de urgencia entre las diversas
demandas.
Un ejemplo: si el Ayuntamiento actuara en solo
dos sectores, Pavimentación y Hospitales, y el estándar deseado de esos sectores estuviera cubierto
en un 1/2 y 3/5, respectivamente, siendo el déficit
abmluto de 2.000 millones en ambos sectores por
igual, el primero (pavimentación) obtendría más
recursos de inversión que el segundo (hospitales),
47
�pitalarias puede representar para el ciudadano una
alternativa sobre la que le sea imposible pronunciarse razonablemente; en cambio una alternativa
que especifique los efectos a nivel de barrio o distrito de tal elección, suministrando información
relativa a las dotaciones existentes a ese nivel y a
la ubicación física de las mismas, permite a cada
zona pronunciarse coherentemente con sus intereses, minimizar los desplazamientos precisos, evaluar el nivel de congestión de los equipamientos y,
en definitiva, comparar las dotaciones ínter-zonas
y tratar de reducir o compensar las disparidades.
Algo semejante ocurre si se le ofrece a la ciudad la posibilidad de discutir los costes implicados en la obtención de objetivos previamente fijados. El consumidor de servicios locales está
entonces en mejores condiciones para apoYar o
desaprobar alternativas, y el productor de esos
servicios se ve obligado a mejorar sus técnicas de
producción al verse privado de la facilidad que
supone la ignorancia del demandante acerca de
tales técnicas y especialmente acerca de la posibilidad de adoptar técnicas alternativas. En realidad
es el mismo productor quien al verse forzado a
explicitar, por decirlo así, su función de producción, tiende a adoptar la técnica o procedimiento
que minimice sus costes.
El incremento de la información, por tanto,
lejos de constituir el punto de partida de una competencia desaforada por obtener niveles comparativos mejores, promueve una competencia que
es expresión de un mejor conocimiento de las
necesidades y recursos a nivel global, facilita el
siempre difícil ejercicio de relacionar esos datos
globales con las necesidades y preferencias tal
como cada ciudadano individualmente los experi-
menta. Nos referimos a un incremento de la información relevante al nivel de las comunidades
inferiores dentro de la ciudad (barrios o zonas) y
de los costes inherentes a la producción de los
servicios que esas comunidades reclaman.
Producir esta información implica un esfuerzo
conjunto de los servicios municipales y el órgano
de programación y coordinación -esfuerzo que
en muchos casos puede parecer excesivo o no claramente justificado. Sin embargo, en una fase dinámica de las relaciones sociales urbanas como la
que estamos viviendo, fase en la que las comunidades de base están llevando a cabo por sí mismas
una tarea intensa de información y comparación,
la no realización de tal esfuerzo por el lado de la
oferta equivaldría al desbordamiento de la misma
por unas demandas imposibles de evaluar sistemáticamente que se impondrían en cada caso según
el grado extremo de su urgencia y de su poder de
negociación. No solo la planificación no existiría
sino que los servicios tendrían que soportar costes
y realizar esfuerzos adicionales para adaptarse a un
permanente cambio en las proporciones sectoriales
de la oferta.
Hay indicios de que estos cambios de ritmo, con
sus elevados costes marginales, están ya produciéndose, si bien en la mayoría de los casos no se
trata de modificaciones drásticas en la composición sectorial de la oferta (cuya inercia es notoria),
sino que se deben a desajustes en el proceso financiación-ejecución y en el equilibrio territorial de la
oferta. Es preciso actuar pronto para disponer del
sistema de indicadores que nos permitan una mejor
ordenación de la oferta, un aumento de la eficiencia de los servicios y una mejora sustancial en la
transparencia de las relaciones entre oferente y
demandantes o Ayuntamiento y ciudadanos.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
La dualidad productor-ciudadano en el programa
de actuación municipal
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Ajuntament de Barcelona
Planificació
Gestió pública
Gabinet tècnic de programació
Ciutadania
Barcelona
Description
An account of the resource
n.2 Otoño 75, p. 45-48
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín de análisis urbano
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1975-10
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles
-
https://www.arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/5/2673/BolAnUrb_1975_n2_CumplimientoInversion_PM_LD.pdf
c94f6acc5c883ec8d1b5a8160f0ae5fc
PDF Text
Text
BOLETIN DE ANALISIS URBANO
Gabinete Téenieo de ~maeión
del Ayuntamiento de&reelona ~~~~
No2 Otoño 75
~~,~
•
.~
SUMARIO
Artículos. F. Hernández Gutiérrez y Juan B. López Cayetano: Informes sobre la polución atmosférica en Barcelona durante el año 1974.
Alberto de Rovira Mola, en torno a la coordinación integradora horizontal de las Haciendas municipales.
F. Aramburo: Una metodología para la determinación indirecta de la renta a nivel Municipal, Comarcal o Metropolitano.
P. Maragall, la dualidad productor-ciudadano en el programa de actuación municipal.
Notas.
P. M.: Cumplimiento de la inversión municipal programada
1963-68, 1969-74.
Datos.
M. G. C.: Relació d'Associacions de Velns que publiquen revistes o
butlletins.
J. G. D.: Indice de desvalorización de la peseta en Barcelona.
�Cun1plimiento de la znverszon municipal programada
1963-68, 1969-74
P. M.
El primer período de seis años comprende los
programas provisionales 1963-64 y 1965-68: el
segundo período de seis años coincide con el programa 1969-74. La inversión total en el primer
período fue de 10.000 millones y en el segundo de
22.000 millones, en pesetas corrientes. En pesetas
contantes de 1969 los totales son, respectivamente, de 12.000 y 18.000 millones, es decir, un promedio de 2.000 millones/año en el primer período y de 3.000 millones/año en el segundo.
«Vialidad» es el sector con prioridad absoluta
en 1969-74, frente a «Transportes» en 1963-68.
La inversión en «Urbanismo y vivienda», baja de
año en año, excepto en 1974.
En términos globales el grado de cumplimiento
de! programa fue más satisfactorio en 1969-74
(79 % ), que en el período anterior. En pesetas
constantes, los resultados ya no son tan halagüeños (64% de cobertura de lo programado).
La dispersión del grado de cumplimiento es
menor en 1963-68. La programación 1969-74 fue
en este sentido, menos «eficaz»: la estructura prevista de la inversión fue menos respetada que en
el período anterior.
Las causas de incumplimiento no pueden atribuirse, en general, a los presupuestos extraordinarios, pues la serie de grados de cumplimiento sin
tales presupuestos (que publica anualmente la Memoria del G. T. P.) no es superior al indicado
79 %, excepto en un año (1972). Si excluimos el
sector transporte de esa serie, en cambio, sí que
es mejor el grado de cumplimiento de la programación sin presupuestos extraordinarios.
Conviene hacer una aclaración en cuanto a la
política de suelo (incluida en Urbanismo y vivienda). Las cifras anuales en descenso, relativas a la
inversión realizada, no concuerdan aparentemente
con los datos de adquisición de suelo a título oneroso que se publican en las Memorias del G. T. P.
y eme muestran un progreso sustancial (excepto en
1974, véase Tabla 0). Ello se debe a que tales
datos de adquisición de suelo incluYen tanto las
adquisiciones pagadas por el Ayuntamiento como
las financiadas por concesionarias o contratistas
(segundo cinturón, accesos a túneles del Tibidabo),
en tanto que los datos de inversión excluyen la
mayoría de estas últimas.
TABLA O
Adquisición de suelo a título oneroso
Viales
Ptas.
1969
1970
1971
1972
1973
1974
Total
Has.
-121,2
--
212,3
143,3
252,0
782,2
237,8
0,29
0,07
13,36
21,48
1,82
-1.748,8
-37,02
Esp. verdes
Ptas.
Has.
--24,3
44,0
67,5
61,8
122,2
123,2
Equipos
Has.
Ptas.
-22,0
--
29,5
95,4
49,1
25,8
30,8
0,51
3,17
1,65
18,77
3,95
---
--
--
252,6
24,10
9,64
37,2
18,2
26,2
93,4
63,7
-443,0
- -238,7
Vivienda
Ptas.
Has.
No se dispone de datos completos. Valores en millones de pesetas.
49
--
5,69
-
--
0,10
0,21
-0,31
-
Total
Ptas.
Has.
-161,5
258,8
311,9
363,0
930,3
395,7
-2.427,2
-
-38,9
21,6
41,2
114,9
102,7
- 319,3
�TABLA 1
Inversión realizada por sectores 1969-74 (millones de pesetas corrientes)
1969-74
Total
%
627,9
1.483,8
2,8
6,7
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1970-74
Total
%
Servicios generales
Cultura
Sanidad y asistencia
social •
116,7
179,7
94,1
229,5
126,1
296,11
113,2
259,4
106,1
390,1
71,7
128,3
511,2
1.304,7
2,5
6,5
139,3
214,2
207,6
210,8
206,6
242,1
1.081,3
5,4
1.220,6
5,5
IV. Urbanismo y vivienda
V. Vialidad •
VI. Zonas verdes y deportivas
473,4
560,8
435,0
1.146,0
463,0
1.870,4
460,1
2.275,6
397,8
1.806,5
482,2
1.819,6
2.238,9
8.918,1
11,1
44,3
2.712,3
9.478,9
12,2
42,8
101,9
290,0
268,3
196,4
260,0
78,3
1.093,0
5,4
1.194,9
5,6
32,9
32,5
32,7
23,9
234,2
92,2
415,5
2,1
447,5
2,0
377,8
45,8
568,3
23,4
400,2
65,1
694,8
292,11
741,9
56,5
607,2
1.103,5
3.012,4
1.541,3
14,9
7,6
3.390,2
1.587,1
15,3
7,2
2.027,9
3.033,2
3.730,2
4.527,2
4.199,7
4.625,8
20.116,1
100,0
22.144,0
100,0
l.
n.
m.
vn.
vm.
Abastecimiento
Transportes y circu!ación.
IX. Otros
Total
TABLA 1 bis
Inversión realizada por sectores 1969-74 (millones de pesetas constantes 1969)
1 Servicios generales
11 Cultura
111 Sanidad y Asistencia Social
.
IV Urbanismo y Vivienda
V Vialidad
VI Zonas verdes y deportivas
.
vn
vm
Abastecimiento
Transportes y circulación
IX Otros •
Total •
Notas: lndice desvalorización
1969
1970
1971
1972
1973
1974
Total
%
116,7
179,7
139,3
88,7
216,4
202,0
110,6
260,3
182,1
92,3
211,4
171,8
77,4
284,11
150,8
45,3
81,1
153,0
531,0
1.233,7
999,5
2,911
6,91
5,60
473,4
560,8
101,9
410,2
1.080,7
273,5
406,0
1.640,3
235,3
375,1
1.854,6
160,1
290,4
1.318,7
189,11
305,2
1.150,0
49,5
2.260,3
7.605,1
1.010,1
12,70
42,6
5,66
32,0
377,8
45,8
30,6
535,9
22,1
28,7
351,0
57,1
19,5
566,3
238,6
171,0
541,6
41,3
58,3
383,7
697,4
340,1
2.756,3
1.102,3
1,91
15,4
6,2
2.027,4
2.860,1
3.271,4
3.689,7
3.065,11
2.923,5
17.837,9
100,00
1,00
0,943
0,877
0,81 5
0,730
0,632
NOTAS: Fuente: Memorias G .T. P . 1970-74; Coste Analíticos 1969.
- La inversión del año 1969 (igura en In fuente en un formato distinto en cuanto a la clasificación sectorial: parte de la
inversión en Vialidad (Obras Conjuntas) y Zonas verdes (Nuevos espacios verdes) figura incluida en el apartado de Urbanismo.
- ConteJtldo de los grandes sectores:
T. - Administración general; Policía Municipal; Extinción de incendios (y en 1969 Parque Móvil).
II. - Enseñanza: M useos (Zoo); Otros actividades.
liL - Salud Público y Asistencia Médica; Asistencia Soc.ial; Cementerios; Pompas Fúnebres.
IV . - Planteamiento urbanfstico; Gestión urbarusticn; Absorción suburbios y vivienda.
V. - Estructuras viales; Alcantarillado; Pavimentación; Alumbrado.
VI. - P arques y J ardines; Nuevo espacios verdes ;Instalaciones deportivas .
VII. - Abastecimiento de Agua; Mercados centrales y Matadero; Mercados zonales.
VU1. - Transportes de superficie; T ransportes subterráneos; C irculación.
IX. - Limpie7.a viarin; Recogida y tratamiento basuras: Depuración aguas residuales.
50
�TABLA 2
Inversión realizada y prevista por sectores 1969-74 (millones de pesetas corrientes)
Realizada
Total
1969-74
Prevista
Total
1969-74
(1)
1 Servicios generales
n
Cultura
111 Sanidad y Asistencia Social
IV
V
VI
VII
VIII
IX
%
(2)
%
Grado
de
cumplimiento
Desviación
(1)/(2)
% (1)- % (2)
627,9
2,8
720,6
2,6
0,87
1.483,8
6,7
1.609,5*
5,8
0,92
1.220,6
5,5
1.018,8
3,6
1,19
+ 0,2
+ 0,9
+ 1,9
.
2.712,3
12,2
5.385,7
19,3
0,50
-7,1
. ..•.
9.478,9
42,8
9.369,4
33,5
1,01
+ 9,3
Zonas verdes y deportivas
1.194,9
5,6
5,6
0,76
0,0
Urbanismo y Vivienda .
Vialidad .
1.563,8**
447,5
2,0
814,7
2,9
0,54
-0,9
Transortes y Circulación
3.390,2
15,3
5.810,4
20,8
0,58
-5,5
Otros (limpieza)
1.587,1
7,2
1.645,0
5,9
0,96
+ 1,3
Total . . . .
22.144,0
100,0
27.938,3
100,0
0,79
Abastecimiento
'''
''"'
/
/
Sin Zoo.
/
Con Zoo y Nuevos espacios verdes
TABLA 2 bis
Inversión realizada y prevista por sectores 1969-74 (millones de pesetas constantes 1969)
Realizada
1
11
m
IV
V
VI
VIl
VIII
IX
Servicios generales
531,0
Cultura
Sanidad y Asistencia Social
Prevista
720,6
Grado de Cumplimiento
(1)/(2)
0,74
1.233,7
1.609,5
0,77
999,0
1.018,8
0,98
Urbanismo y Vivienda
2.260,3
5.385,7
0,42
Vialidad
7.605,1
9.369,4
0,81
Zonas verdes y deportivas
1.010,1
1.563,8
0,65
Abastecimiento
340,1
814,'7
0,42
Transportes y Circulación
z.756,3
5.810,4
0,47
Otros (Limpieza)
1.102,3
1.645,0
0,67
17.837,9
27.938,3
0,64
Total
.
;)1
�TABLA 3
Inversión realizada por sectores 1963-68 (millones de pesetas corrientes)
1963
1
11
1964
1965
1966
1967
1968
Total
%
Senicios generales
42,9
43,7
20,7
38,3
65,2
88,5
299,3
3,0
Cultura
61,7
53,6
102,5
86,4
159,5
193,8
657,5
6,6
36,3
33,5
65,9
104,1
121,7
118,9
480,4
4,8
258,4
367,4
366,0
313,7
248,3
281,4
1.835,2
18,5
178,9
212,0
306,1
470,0
427,5
496,0
2.090,5
21,1
115,5
39,2
79,6
76,0
96,7
104,4
511,4
5,2
326,4
325,0
336,6
324,0
114,7
95,4
1.522,1
15,4
220,1
201,5
218,2
283,5
384,9
841,6
2.149,8
21,7
64,1
64,1
64,1
39,4
123,3
355,0
3,6
1.340,0
1.559,7
1.760,1
1.657,9
2.343,3
9.901,2
100,0
111 Sanidad v Asistencia Social
IV Urbanismo y Vivienda
V Vialidad
VI Zonas verdes y deportivas
VIl Abastecimiento
VIII Transportes y circulación
IX Otros senicios urbanos
Total •
1.240,2
TABLA 3 bis
Inversión realizada por sectores 1963-68 (millones de pesetas constantes 1969)
1963
1 Senlcios generales
11
.
Cultura
111 Sanidad y Asistencia Social
IV Urbanismo y Vivienda
V
Vialidad
VI Zonas verdes y deportivas
VII Abastecimiento
Vlll Transportes y circulación
IX
.
...
1965
1966
1967
1968
Total
%
63,6
59,2
25,1
44,5
70,7
91,1
354,2
3,0
91,4
72,6
124,5
100,5
173,1
199,6
761,7
6,4
53,8
45,6
80,1
121,1
132,0
122,4
555,0
4,7
382,9
497,5
444,7
364,8
269,4
289,8
2.249,1
19,0
265,1
287,0
371,9
546,6
463,8
510,9
2.445,3
20,7
171,1
53,1
96,7
88,4
104,9
107,5
621,7
5,3
483,7
440,0
409,0
376,8
124,4
98,3
1.932,2
16,4
326,2
272,8
265,1
329,7
417,6
866,8
2.478,2
21,0
86,8
77,9
74,5
42,7
127,0
408,9
3,5
1.814,4
1.895,0
2.047,0
1.798,8
2.413,6
11.806,8
100,0
Otros servicios urbanos
Total •
1964
1.838,0
;) 2
�TABLA 4
Inversión realizada y prevista por sectores 1963-68 (millones de pesetas corrientes)
1 Servicios generales
11
Cultura
111 Sanidad y Asistencia Social
IV
V
VI
Desviación
%(1)-%(2)
Realizada
(1)
%
Prevista
(2)
299,3
3,0
314,8
2,2
0,95
+ 0,8
657,5
6,6
903,7
6,3
0,73
+ 0,3
480,4
4,8
689,5
4,8
0,70
%
Urbanismo y Vivienda .
1.835,2
18,5
2.895,0
20,3
0,63
-1,8
Vialidad •
2.090,5
21,1
3.348,4
23,5
0,62
-2,4
511,4
5,2
463,1
3,2
1,10
+ 2,0
1.522,1
15,4
1.922,7
13,5
0,79
+ 1,9
2.149,8
21,7
3.294,8
23,1
0,65
-1,4
355,0
3,6
422,4
3,0
0,84
+0,6
9.901,2
100,0
14.254,4
100,0
0,69
Zonas verdes y deportivas
VII Abastecimiento
VIII Transortes y Circulación
IX
Grado
de
cumplimiento
(1)/ (2)
Otros servicios urbanos
Total .
TABLA 4 bis
Inversión realizada y prevista por sectores 1963-68 (millones de pesetas constantes 1969)
Realizada
(1)
VI
VII
Desviación
%(1)-%(2)
3,0
426,2
2,2
0,83
+ 0,8
6,4
1.223,6
6,3
0,62
+ 0,1
555,0
4,7
933,6
4,8
0,59
-0,1
Urbanismo y Vivienda .
2.249,1
19,0
3.919,8
20,3
0,57
- 1,3
Vialidad .
2.445,3
20,7
4.533,7
23,5
0,54
-2,8
621,7
5,3
627,0
3,2
0,99
+ 2,1
1.932,2
16,4
2.603,3
13,5
0,74
+ 2,9
2.478,2
21,0
4.461,2
23,1
0,55
-2,1
408,9
3,5
571,9
3,0
0,71
+ 0,5
11.806,8
100,0
19.300,5
100,0
0,61
Zonas verdes y deportivas
Abastecimiento
VIII Transortes y Circulación
IX
%
761,7
111 Sanidad y Asistencia Social
V
Prevista *
(2)
354,2
1 Servicios generales
11 Cultura
IV
%
Grado
de
cumplímiento
(1)/ (2)
Otros servicios urbanos
Total •
q
Se aplica el índice de desvalorización para 1964 (previsiones 1963-64 y 1965-68).
s:3
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
02.02. Gabinet tècnic de programació
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1965-1978
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Documentació sorgida de l'activitat realitzada al Gabinet Tècnic de Programació de l'Ajuntament de Barcelona.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Cumplimiento de la inversión municipal programada 1963-68, 1969-74
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Ajuntament de Barcelona
Gestió pública
Administració local
Gabinet tècnic de programació
Economia
Barcelona
Description
An account of the resource
n.2 Otoño 75, p. 49-53
Source
A related resource from which the described resource is derived
Boletín de análisis urbano
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Barcelona
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1975-10
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Arrangement
Information on how the described materials have been subdivided into smaller units.
UI 796
Articles